Viena perfuma sus vagones de metro para contrarrestar el «olor veraniego»

La ciudad lanza una encuesta online para elegir el aroma favorito y aplicar esta medida en 2020

El metro de Viena se prepara para combatir los malos olores del calor ABC

Rosalía Sánchez

Viena es sin duda una ciudad exquisita , pero sus vagones de metro en verano huelen igual de mal que los del resto de capitales, por lo que el Ayuntamiento ha decidido comenzar a perfumar sus trenes con la esperanza de hacer más agradable el transporte tanto a los vieneses como a los decenas de miles de turistas que estos días recorren sus calles.

«Es un olor muy humano , en el peor de los sentidos, desagradable, por eso estoy deseando experimentar esta aromaterapia. Es una iniciativa que hace que te apetezca tomar el metro en lugar de cualquier otro medio de transporte», comenta Alina, una turista italiana a punto de adentrarse en la estación de Stephansplatz. Esta red de transporte, gestionada por la compañía pública municipal Wiener Linien , alterna tramos subterráneos con otros al aire libre que son suficientes en invierno para una correcta ventilación, pero la ausencia de aire acondicionado provoca que los vagones se calienten con mayor facilidad y que los malos olores cobren mayor relevancia.

Los vagones perfumados son fácilmente identificables desde el andén, porque en las puertas de cristal aparecen estampadas las imágenes de grandes narices o de grandes flores de colores. Por el momento hay perfumados trenes en la línea 1 , roja, que recorre Viena de norte a sur desde la estación de Leopolda hasta Reumannplatz, pasando junto a la catedral y que sirve para llegar hasta el Prater, y la U6, marrón, que comunica las afueras de la capital austriaca de norte a sur desde Siebenhirten hasta Florisdorf. Son las más transitadas de la ciudad y avanzadilla de una iniciativa que se extenderá más tarde a algunas otras líneas, aunque no a todas.

Los aromas, que son introducidos en los vagones a través del sistema de ventilación, proporcionan un catálogo de sensaciones según sus características y están señalizados con diferentes colores: púrpura «Relax», verde «Energizante», naranja «Fresh White Tea» y rosa «Happy Joy». «Me he declinado por el naranja y la verdad es que apenas entré al tren noté la diferencia. Eso no quiere decir que haya sido eliminado el calor humano, pero al menos no es tan desagradable», juzga Alina a su salida.

La compañía ha lanzado una encuesta online , abierta hasta el 31 de julio, para determinar cuál es el aroma favorito de los usuarios, y en función de los resultados, estudiará cómo proceder durante el mes de agosto y durante el verano de 2020 . En todo caso, la empresa no planea perfumar toda la flota del metro de Viena. «No estoy segura de si participaré en la encuesta. Estaré en Viena solo unos días y no se si viajaré tanto en metro como para probar todas las opciones y poder hacer un juicio de valor, pero de todas formas creo que deberían pensar en algún tipo de tecnología que limpie el aire, además de perfumarlo, eso es lo esencial», sugiere la italiana.

Los vieneses en su mayoría, sin embargo, rechazan esta medida . La mayoría porque no aprecia ningún olor específico. Algunos ciudadanos se han quejado, además, por el hecho de que son alérgicos a los productos químicos que se utilizan para aromatizar los trenes y los olores les levantan dolor de cabeza, según ha informado la televisión austriaca Oe.24.

Ésta no es la primera medida que Viena toma contra los malos olores en su red de metro, ya que desde enero de este año ha quedado prohibido comer en el interior de los vagones. El pasado verano también adoptó una curiosa iniciativa, repartiendo 14.000 desodorantes entre sus usuarios , siempre con el mismo objetivo: combatir los malos olores humanos en verano, aunque sus responsables reconocen que los malos olores se producen también en el resto de estaciones. El pasado mes de abril, Gertrude S., de 83 años, hubo de ser expulsada de un tren a causa del nauseabundo olor que despedía una bolsa en la que llevaba bacalao para cocinar, según declaró al diario Kröne. El grueso del problema, sin embargo, se focaliza en los meses de verano, según el director del Metro de Viena, Günther Steinbauer , que señala además que el calentamiento climático está prolongando e intensificando las temperaturas calurosas, por lo que el fenómeno se amplía en extensión temporal y en intensidad.

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