Charles Rudin: «Me preocupan los químicos que se inhalan al vapear»

Dirige en Estados Unidos una de las unidades punteras del cáncer de pulmón. Animado por las opciones de tratamiento no oculta su inquietud por las nuevas formas de fumar

Charles Rudin ABC

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El laboratorio de Charles Rudin está en Nueva York, en el Memorial Sloan Kettering Cancer (MSKCC), un hospital que se ha convertido en uno de los referentes del tratamiento e investigación contra el cáncer. Desde la unidad de Oncología Torácica conduce la lucha de un tumor, casi siempre rodeado de fatalidad. Rudin fue uno de los primeros oncólogos en realizar análisis del genoma y el epigenoma del cáncer de pulmón de células pequeñas, el tipo de tumor al que más temen los fumadores. No es la variedad más frecuente, pero sí el más agresivo y se relaciona casi invariablemente con el hábito del tabaco. Esas células pequeñas, que lo definen, tienen la habilidad para multiplicarse con rapidez, formar grandes tumores y extenderse hacia otros órganos del cuerpo. La buena noticia es que empiezan a surgir nuevas oportunidades terapéuticas que empiezan a cambiar el panorama de tratamiento.

—A pesar de los avances que se están produciendo, ¿el paciente sigue asumiendo el diagnóstico con fatalidad?

—Sí, porque el cáncer de pulmón de células pequeñas sigue siendo una enfermedad muy difícil, altamente letal y por eso se necesitan con urgencia nuevos enfoques.

—Recientemente se han presentado resultados alentadores para un medicamento con sello español, la lurbinectedina. ¿Podría formar parte de este nuevo enfoque?

—Estamos viendo una nueva serie de enfoques nuevos e interesantes para este tipo de tumor. Lurbinectedina es uno de ellos. Los datos iniciales presentados con este agente son aún preliminares porque el fármaco se está testando.

—En pleno auge de la inmunoterapia, ¿sigue habiendo un lugar para la quimioterapia?

—Sí, los citotóxicos todavía son una estrategia clave en el tratamiento del cáncer de pulmón. Y podrían serlo también en combinación con inmunoterapia. ¡Parece que este es el enfoque con cada medicamento nuevo de cada compañía farmacéutica! Podría ser útil, aunque aún no tenemos datos.

—El número de fumadores está cayendo, al menos en el mundo desarrollado. ¿Cambiará el cáncer que veamos en los próximos años?

—Lo que estamos viendo es una disminución en los casos de cáncer de pulmón, particularmente en hombres. Aunque solo en países donde las tasas de tabaquismo están disminuyendo.

—Igual que el cáncer de pulmón causado por el tabaco tiene una firma genética distintiva, ¿la posee también el generado por la contaminación ambiental?

—Los carcinógenos del tabaco causan un patrón distinto de mutaciones en el ADN que algunos denominan «firma de fumador». Aproximadamente, el 15% de los tumores de pulmón ocurren en personas que nunca han fumado y esas tienen un espectro diferente de mutaciones.

—Como experto en cáncer de pulmón, ¿le preocupa la moda del «vapeo», de los cigarrillos electrónicos, sobre todo entre los jóvenes?

—Sí, me preocupa en dos frentes diferentes. Primero, porque los químicos que se inhalan al vapear pueden ser dañinos. Y, segundo, porque el vapeo puede conducir a la adicción a la nicotina. Hoy es la puerta de entrada de los jóvenes al tabaco. Animaría a cualquiera a no iniciar ninguna forma de inhalación de nicotina o a buscar ayuda para detenerla.

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