Crece la presencia de mercurio en el pescado de la UE

Ecologistas en Acción vuelve a advertir sobre los niveles de mercurio en el pescado. Según esta organización, durante el año 2014 se han presentado en la UE 114 notificaciones por contenidos de mercurio en pescado superiores a los niveles permitidos, frente a 96 del año anterior. De estas, 57 han tenido origen en España (48 el año anterior), la mayor parte notificadas por Italia (50), que es nuestro mayor comprador.

El mercurio es un elemento químico que forma parte de la composición natural de la corteza terrestre y se libera al medioambiente a través de procesos naturales. Sin embargo, también por actividades como la industria, la minería, la quema de combustibles fósiles o la eliminación de residuos. En dosis elevadas puede ser mortal, y en el caso del metilmercurio, el mercurio orgánico que se forma cuando este entra en contacto con el medio ambiente, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) dice que en dosis bajas «afecta al sistema nervioso central en desarrollo, de ahí que el feto y los niños más pequeños sean los más sensibles a este metal».

Paco Ramos pertenece al área de Energía y Contaminación de Ecologistas en Acción, y ha sido el encargado de coordinar el informe anual sobre contaminación por metales pesados en los alimentos, que se ha elaborado con datos facilitados por el Sistema de Alerta Rápida para Piensos y Alimentos de la UE ( Rasff, por sus siglas en inglés). Sobre el peligro del mercurio, Ramos explica que «es un problema a nivel global, no de unos cuantos países. Ya hay una contaminación de base que nos afecta a todos. Se sabe que los grandes depredadores marinos son los que acumulan los mayores contenidos de mercurio orgánico. Estamos hablando del pez espada, del atún rojo y del marrajo o la tintorera. Y lo hacen en los músculos, no en la grasa, por lo que es imposible de eliminar mediante técnicas de limpieza o despiezado del producto».

Límites poco claros

Para la organización ecologista, la situación es grave porque los límites de mercurio permitidos por la UE no tienen en cuenta el consumo medio, ni las características corporales de los consumidores. Ramos asegura a ABC que «las cantidades que se permiten a estos grandes peces son el doble que al resto; si no, sería imposible que pasasen los controles. Por eso mientras que para el pescado en general es de 0,5 microgramos de mercurio por kilo, en el caso de los grandes sube a 1 microgramo». Y aún así, Ecologistas en Acción asegura que se han detectado hasta 5,1 microgramos por kilo en algunas partidas de marrajo congelado procesado en España.

Desde el Ministerio de Sanidad defienden que la razón por la que la mitad de las alertas tienen origen en España es porque «somos los mayores consumidores y exportadores de pescado de toda la UE. No es que nuestro producto sea peor que otros». Además, las mismas fuentes adelantan que «España defiende una armonización de los criterios de los muestreos y va a proponer que se definan con claridad aspectos que ahora no lo están». A nivel nacional, dicen esas mismas fuentes, «ya se ha constituido un grupo de trabajo con las comunidades autónomas sobre este tema».

Las fuentes contaminantes

En Europa, las principales fuentes de contaminación de este elemento son las emisiones de las centrales térmicas de carbón y la industria del cloro. En España, más del 90% del cloro-sosa que se produce se obtiene mediante el proceso de celdas de mercurio, que supone el vertido de grandes cantidades de este peligroso metal pesado y Ramos dice que «se trata de una industria ya obsoleta, que se puede sustituir sin problemas por procesos de membrana, que no contaminan. También hay que ir eliminando el empleo de pilas, termómetros y otros elementos que contienen mercurio». Por eso desde Ecologistas en Acción piden al Gobierno que ratifique el Convenio de Minamata de la ONU, firmado por España en 2013. En cualquier caso, la UE ya puso en marcha en 2005 una Estrategia Comunitaria sobre el Mercurio.