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Virus del sida - NIAID

Un 'abrelatas' para el virus del sida

Una molécula hace que el VIH facilite la entrada de anticuerpos del sistema inmune que terminan por destruirlo

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Como una especie de abrelatas. Así funciona un cóctel molecular con un anticuerpo natural que abre el virus que causa el sida y ataca a sus partes más vulnerables. De esta forma, aseguran los autores de un trabajo que se publica en « The Proceedings of the National Academy of Sciences», las células del sistema inmune de una persona con VIH pueden matar a las células infectadas.

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es como una 'cámara acorazada' herméticamente sellada que nadie ha sabido romper. Pero ahora los investigadores del Centro de Investigación CHUM de la Universidad de Montreal (Canadá), han identificado una forma utilizar un 'abrelatas' que fuerza al virus a abrirse y le hace más vulnerable.

Este hallazgo abre un nuevo camino en la lucha contra el VIH y es posible que en el futuro pueda servir de base para el diseño de una vacuna y para erradicar el virus. A pesar de los avances, 35 millones de personas están infectadas con el VIH-1 en todo el mundo.

«Hemos visto que las personas infectadas con el VIH han desarrollado anticuerpos naturales que tienen el potencial de matar a las células infectadas. Únicamente tenemos que darles un pequeño empujón, algo que hemos hemos añadiendo una pequeña molécula que actúa como un abrelatas», explica el autor principal, Andrés Finzi.

Los guardaespaldas

Un trabajo previo había demostrado que el suero de los pacientes infectados con VIH-1 facilita la eliminación de las células infectadas cuando se desactivan dos proteínas específicas para el virus, Nef y Vpu. Debido a que en la vida real el VIH mantiene estas dos proteínas 'guardaespaldas', los investigadores trataron de sortearlas. ¿Cómo? La solución pasó por añadir una pequeña molécula -JP-III-48- a la superficie de las células de los pacientes infectados. Esta mólécula, explican, imita una proteína llamada CD4 que se encuentra en la superficie de los linfocitos T y permite que las células del sistema inmune sean infectadas por el VIH.

«El virus debe deshacerse de los CD4 para protegerse. Pero al añadir esta molécula, forzamos a la cubierta del virus a abrirse como una flor», explica Jonathan Richard. De esta forma, «los anticuerpos presentes de forma natural después de la infección pueden dirigirse a las células infectadas para destruirlas».

La molécula JP-III-48 ha sido desarrollada por investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Pennsilvania (EE.UU.), pero ésta es la primera vez que se ha probado con éxito en pacientes infectados con el VIH.

Atacar a estos reservorios o santuarios del virus VIH es uno de los objetivos si se quiere erradicar el virus

Durante décadas los científicos han tratado de diseñar una vacuna para bloquear la infección por el VIH. Los fármacos antirretrovirales pueden reducir la propagación del virus, pero permanece oculto en estado latente en las células y se reactiva cuando los tratamientos cesan. Atacar a estos reservorios o santuarios del virus VIH es uno de los objetivos si se quiere erradicar el virus y una de las formas es «reactivarlos», para forzar al virus que salga de su escondite para así «matar a las células infectadas con esta molécula y los anticuerpos», indica Finzi. El paso siguiente es poner a prueba el potencial de este 'abrelatas' en macacos.

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