Beatriz Mothe, investigadora asociada de IrsiCaixa, doctora de la Fundación Lucha contra el Sida y coordinadora del ensayo
Beatriz Mothe, investigadora asociada de IrsiCaixa, doctora de la Fundación Lucha contra el Sida y coordinadora del ensayo - ABC

Primera vacuna terapéutica que logra controlar el VIH sin antirretrovirales

Una nueva vacuna combinada con un quimioterápico consigue que en cinco pacientes el virus no reaparezca en un periodo de hasta 27 semanas

Barcelona Actualizado: Guardar
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Avance esperanzador en la larga carrera de fondo contra el VIH. Una nueva estrategia terapéutica basada en una vacuna y un fármaco quimioterápico ha conseguido, por primera vez, que el sistema inmunitario de algunos infectados sea capaz de controlar el virus sin el apoyo de ningún tratamiento antirretroviral. Un estudio clínico impulsado conjuntamente por la Obra Social «La Caixa», el departamento de Salud del gobierno catalán y la Fundación Lucha contra el Sida, demuestra que gracias a esta nueva arma terapéutica algunos afectados, a través de su sistema inmunológico, pueden noquear al VIH durante un tiempo prolongado, mientras que hasta ahora el virus reaparecía a las cuatro semanas. La clave, según explican a ABC, los autores del estudio, es «reeducar» al sistema inmunológico para ayudarle a controlar el VIH sin la muleta de la terapia retroviral.

Beatriz Mothe, investigadora asociada de IrsiCaixa, doctora de la Fundación Lucha contra el Sida y coordinadora del ensayo, que sigue en marcha, destaca, en declaraciones a ABC la importancia de esta vacuna (MVA.HIVconsv), desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford y que se administra combinada con un quimioterápico, la Romidepsina, un fármaco diseñado por la farmacéutica Celgene que tiene como función principal despertar al virus latente en el organismo.

«Nunca antes se había conseguido mantener a raya el virus durante tanto tiempo. Es la primera vez que se ha conseguido frenar la reaparición temprana de la carga viral», precisa Mothe. Reconoce, no obstante, que la muestra de pacientes es aún pequeña y deberá ampliarse.

La nueva vacuna, que se administra en dos dosis espaciadas en nueve semanas -entre ellas se dan las tres dosis del quimioterápico-, se ha mostrado efectiva en cinco de los 15 casos de pacientes en los que se ha probado, todos ellos en la fase inicial de la enfermedad. Los pacientes que han respondido a la vacuna, que suponen un 38,5 por ciento de la muestra, han parado la medicación y han logrado controlar el virus desde hace 5, 13, 17, 20 y 27 semanas, respectivamente.

El estudio, que sigue en marcha, se lleva a cabo en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, el Hospital Clínico-Idibaps y el centro comunitario BCN Checkpoint Barcelona. Los participantes del ensayo forman parte de una cohorte de individuos que empezaron a tomar tratamiento durante los primeros 6 meses después de la infección por el VIH (lo que se conoce como "tratamiento precoz ").

Reaparece a la cuatro semanas

Cuando una persona interrumpe el tratamiento antirretroviral, habitualmente su nivel de virus en sangre experimenta un rebote a lo largo de las cuatro primeras semanas después de dejar los fármacos. En el caso de estos cinco pacientes, se han observado pequeños repuntes esporádicos de la carga viral, pero que han descendido al poco tiempo. «Es como si se hubiera conseguido por un lado debilitar al virus y por otro reforzar el sistema inmunitario de los pacientes, de forma que reaccione de forma efectiva ante los intentos del virus de repuntar y haciendo desaparecer de nuevo la carga viral», explica la Mothe.

Se trata de un comportamiento similar al que se observa en los llamados «controladores virémicos», personas cuyo sistema inmunitario puede controlar de manera natural la cantidad de virus en sangre, sin fármacos.

«Pero nunca se había conseguido que un número relevante de participantes en un ensayo se convirtieran en controladores virémicos después de una intervención terapéutica, ya sea una vacuna o cualquier otra inmunoterapia», añade la especialista.

«Es un avance importante porque demuestra por primera vez que esto es posible. Ahora tenemos que conseguir entender cómo podemos aumentar la eficacia de esta estrategia para que sea efectiva en todos los pacientes; ya sea con mejores vacunas, con ciclos repetidos de dosis inferiores de fármacos reactivadores o con otros productos que están en desarrollo. Hay muchas preguntas aún por contestar», apunta José Moltó, médico y co-investigador principal por parte de la Fundación Lucha contra el Sida. Estudios previos realizados por otros centros, con diferentes vacunas y fármacos y en personas con infección crónica, no habían conseguido ningún resultado similar.

«Despertar» al virus latente

El reservorio viral está formado por células infectadas por el VIH que permanecen latentes dentro del organismo. Debido a su inactividad, estas células no pueden ser detectadas por el sistema inmunitario. El reservorio es la causa por la que el tratamiento no puede interrumpirse nunca y la única forma de destruirlo es despertando al virus para detectar dónde se esconde y destruir las células infectadas mediante una respuesta inmunitaria efectiva (lo que en inglés se conoce como estrategia «kick&kill»).

Este era el objetivo del ensayo (BCN 02), presentado este jueves y que se inició como continuación del estudio BCN 01, desarrollado en el marco del programa HIVACAT y con el apoyo de la Fundació Glòria Soler. El ensayo BCN 01 incluyó una cohorte de personas que comenzaron el tratamiento durante los 6 primeros meses después de la infección (lo que se conoce como «tratamiento precoz») y que recibieron las vacunas ChAdV63.HIVconsv y MVA.HIVconsv, diseñadas por la Universidad de Oxford mediante las regiones conservadas comunes a diversas variantes del VIH. Se comprobó que las vacunas inducían una fuerte respuesta inmunitaria, pero todos los pacientes continuaron con el tratamiento antirretroviral hasta el inicio del ensayo BCN 02. En este último ensayo, 15 pacientes recibieron dos dosis de refuerzo de la vacuna MVA.HIVconsv, seguidas de 3 dosis de Romidepsina, un quimioterápico utilizado para enfermedades hematológicas, que se utilizó porque estudios previos habían demostrado que puede revertir la latencia del virus.

Los participantes en los que se detectó una respuesta inmunitaria favorable a la vacuna fueron invitados a interrumpir el tratamiento y seguir controles semanales. Según los resultados, presentados ayer en la Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI), en Seatle, hay cinco «controladores virémicos» potenciales, ocho pacientes que reiniciaron el tratamiento en cuanto se detectó un rebote viral, una persona que dejará en breve de tomar la medicación y una que no mostró una respuesta inmunitaria favorable tras la vacunación.

El ensayo se ha realizado gracias a la financiación de la Fundació Glòria Soler, la Gala Sida Barcelona y el Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Estos fondos complementan los recibidos en el marco del programa HIVACAT, impulsado por la Obra Social «la Caixa», los departamentos de Salud y de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya y la Fundació Clínic.

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