Alertan del incremento de casos de cáncer de colon y recto en menores de 50 años: «Pensé que tenía una hemorroide y resultó ser un tumor»

Al tratarse de pacientes jóvenes, se suele diagnosticar en etapas avanzadas por baja sospecha clínica y síntomas que pueden confundir

A Francisco Javier Muñoz le diagnosticaron un cáncer colorrectal avanzado cuando tenía 48 años, antes de la edad a la que comienzan los cribados de sangre oculta en heces Heras

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El cáncer colorrectal (el que comienza en el colon o en su parte final, el recto) es el tumor maligno más frecuente en España, si sumamos ambos sexos. Y el segundo que más muertes causa, por detrás del cáncer de pulmón. Cada año, en nuestro país, se diagnostican 44.000 nuevos casos . La edad, los antecedentes familiares y las enfermedades inflamatorias intestinales son factores de riesgo, pero la aparición de esta enfermedad también está muy ligada al estilo de vida.

Las campañas de cribado de sangre oculta en heces para detectarlo de forma precoz están dirigidas a personas de entre 50 y 69 años , la franja que más casos acumula, pero los oncólogos están asistiendo con preocupación a un incremento de diagnósticos en menores de esa edad . Además, al tratarse de pacientes jóvenes, se suele diagnosticar en etapas avanzadas por baja sospecha clínica. «Es más agresivo porque nadie se lo espera y se diagnostica más tarde . También parece que hay unas alteraciones moleculares distintas al cáncer que aparece en las personas de mayor edad que le confieren una agresividad mayor», apunta el doctor Alfredo Carrato, experto del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD) y jefe de Oncología Médica en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Es el caso de Francisco Javier Muñoz al que hace una década, cuando tenía 48 años, le sorprendió el cáncer de recto. Joven y sin antecedentes familiares que le hicieran sospechar, pasó tiempo hasta que consultó con un especialista las molestias que notaba. «En alguna ocasión vi sangre en el baño y sentía escozor, pero lo achacaba a una hemorroide . Tenía molestias uno o dos días y se me pasaba», recuerda. Pero los síntomas se hicieron más habituales y apareció el tenesmo, un síntoma muy típico de este tipo de tumor por el que se siente continuadamente la necesidad de defecar , aunque el intestino ya esté vacío.

La colonoscopia confirmó las sospechas: cáncer de recto en estadio IV. Tuvo que someterse a quimioterapia y cirugía para extirpar el recto. Al año y medio tuvo una recaída por una metástasis hepática, algo previsible ya que cuando le detectaron el cáncer estaba muy avanzado. Le quitaron un sector del hígado. Desde entonces, con revisiones cada seis meses, no ha vuelto a tener ningún susto. «Llevo una vida prácticamente normal», asegura a ABC Salud este castellano leonés que participa en los talleres de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Desde su experiencia, recomienda, ante cualquier síntoma, ir directamente al médico y no dejarlo pasar. «Si yo hubiera ido unos meses antes, no se hubiera extendido el tumor», apunta. Y en la franja de edad que corresponda, someterse al cribado de sangre oculta en heces, una prueba sencilla y no invasiva que reduce la incidencia y mortalidad de este tumor en la población diana a la que está dirigida. «Tengo conocidos que se lo han detectado a tiempo ahí», afirma Muñoz.

«Las campañas de cribado son muy importantes porque tenemos la ventaja de que este tipo de cáncer se desarrolla en un periodo de tiempo amplio. Al principio, las células que se descontrolan forman pólipos que, si no se extirpan, pueden convertirse en adenomas y más tarde en tumor. Si yo hago el cribado y sale sangre oculta en heces, se hace colonoscopia. Si se hace colonoscopia, la mayoría de veces se trata de un pólipo o adenoma que sangra. Se quita y no se maligniza . Incluso en tumores sin síntomas, en un estado precoz, se cura por encima del 90% », asegura el doctor Enrique Aranda, presidente del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD) y jefe de Servicio de Oncología Médica Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

Estudios recientes de grandes registros europeos indican que las tasas de cáncer colorrectal se han incrementado significativamente en pacientes de 20 a 49 años durante los últimos 25 años, principalmente por un aumento del cáncer de colon distal y de recto. En particular, el incremento de las tasas de cáncer de recto ha sido de un 1,8% por año desde 1990 hasta 2016 y se observan tendencias similares en Estados Unidos, Australia y países de Asia.

Por ello, en EE.UU., la American Cancer Society recomienda adelantar la edad de inicio de las pruebas de cribado en población general (sin antecedentes personales ni familiares ni enfermedades predisponentes) a los 45 años . Una recomendación que comparten los expertos del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD) consultados por ABC.

«No sabemos con exactitud la razón de este aumento de casos en personas más jóvenes, pero el año pasado en EE.UU. se reunieron 400 especialistas para abordar este tema. No parece que sea por una causa genética sino que es algo multifactorial que tiene más que ver con lo que comemos, bebemos y respiramos y con que hacemos menos ejercicio físico», explica el doctor Aranda.

Prevención

Para reducir las posibilidades de tener cáncer de colon , es aconsejable llevar una dieta «rica en frutas y verduras, calcio, vitamina D, fibra y polifenoles del aceite de oliva, té y cacao, que son antioxidantes y antiinflamatorios», señala el doctor Alfredo Carrato. También hacer ejercicio , evitar el sobrepeso , el tabaco y el alcohol . En opinión de este experto, el actual ritmo de vida que llevamos en las sociedades occidentales tiene mucho que ver con la alta prevalencia del cáncer de colon: «El estrés influye, la baja actividad física y también la dieta occidental, que se caracteriza por comer más carne roja y procesada , y azúcares. Todas estas cosas van influyendo desde la infancia o adolescencia hasta que aparece el cáncer de colon. Hay un intervalo de 30-40 años desde que se empieza a torcer el estilo de vida hasta que aparece el cáncer». Y añade otro factor que deberíamos controlar: evitar la toma de antibióticos cuando no son estrictamente necesarios porque provocan un desequilibrio en la microbiota intestinal que incrementa el riesgo de cáncer de colon.

Respecto a los síntomas de alerta , hay que consultar siempre cuando se detecten cambios en el ritmo intes tinal en el último mes (estreñimiento o diarrea), dolor abdominal , sangrado , tenesmo , cansancio, anemia y pérdida de peso. «Ante cualquier sospecha, más vale llegar temprano que un mes tarde», concluye el doctor Aranda.

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