Chicharito Hernández, tras marcar el tanto ante el Atlético
Chicharito Hernández, tras marcar el tanto ante el Atlético - efe
Real Madrid

Chicharito, del banquillo al corazón del Santiago Bernabéu

Entra en la historia del Real Madrid tras siete meses en el ostracismo. Hugo Sánchez vibró con su gesta ante el Atlético: «Será el primer manotazo de muchos»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sobre la bocina, en calidad de cedido, con la etiqueta de suplente subrayada en tinta roja y para rellenar una plantilla corta de efectivos tras la sorprendente marcha de Xabi al Bayern Múnich a pocos días del cierre del mercado de fichajes. La extraña y secundaria contratación de Javier Hernández, gestada en apenas cuarenta y ocho horas, no auguraba un año sencillo para el ariete mexicano en el Real Madrid, aunque él llego a la capital de España con las ideas muy claras: «Cualquiera no puede jugar en este club. Voy a trabajar sin descanso para responder a la confianza que el presidente y el entrenador han depositado en mí», aseguró en su presentación. No sabía dónde se había metido.

El perfil bajo y el modélico carácter del exdelantero de Chivas y Manchester United era la simbiosis perfecta para Carlo Ancelotti.

Tras la marcha de Morata a la Juventus, el técnico italiano pidió un suplente para Benzema que no hiciera ruido. El galo no podía ser titular los sesenta partidos de la temporada, pero desde la planta noble del club se le comunicó al italiano que el puesto de segundo delantero estaba cubierto de sobra: ya fuera con Jesé, una vez se recuperara de su lesión, o con Isco, colocándole de falso nueve. El asunto quedó zanjado, pero la inesperada salida de Alonso reactivó el interés en Chicharito. Sin el tolosarra, el Madrid se quedaba con una plantilla de 21 futbolistas, tres de ellos porteros. Exigua si lo que de se trataba era de pelear por cuatro títulos. Así que Florentino y José Ángel Sánchez dieron el visto bueno y el 31 de agosto el club blanco anunció la contratación de Chicharito en calidad de préstamo.

Un fantasma

Hasta su brillante encuentro ante el Atlético de Madrid del pasado miércoles, el paso del mexicano por el Real Madrid era tan invisible como «Casper». Apenas había jugado seis partidos de titular, dos de ellos en la insignificante eliminatoria de Copa ante el Cornellá. Y lo paradójico es que Ancelotti, su valedor, era el culpable de ello. Por eso Carlo, quizás con cierto remordimiento de conciencia, se deshizo en elogios tras el derbi continental: «Chicharito se lo merecía porque ha sufrido mucho durante la temporada. Ha jugado poco, pero nunca ha bajado los brazos y siempre se ha entrenado muy bien. Este gol recompensa su trabajo de todo el año».

Es de sobra conocido que Ancelotti tiene alergia a las rotaciones, pero quizás con el mexicano haya sido injusto. El italiano se tomó demasiado en serio el rol provisional de Chicharito. Tanto, que el ariete estalló hace un mes: «Es frustrante cuando no te dan muchas oportunidades; no puedo estar contento». Desde entonces, Carlo cambió de actitud, le dio al mexicano los minutos que demandaba y Chicharito ha respondido a lo grande: borrando de un plumazo siete derbis consecutivos sin ganar y clasificando al Real Madrid entre los cuatro mejores equipos de Europa.

Protagonista en su país

Su gesta fue la noticia del día en su país. Los medios de comunicación mexicanos, ávidos de éxitos deportivos de los suyos, se gustaron con Chicharito Hernández: «Te lo mereces, grítalo; «CHéroe»; o «De la banca a la gloria» fueron algunos de los más sonados titulares. Hasta Hugo Sánchez, el futbolista mexicano más ilustre y uno de los grandes delanteros de la historia del Real Madrid, se rindió al nuevo ídolo: «Era un partido con mucha responsabilidad, pero una gran oportunidad para demostrar su talento. Ojalá este manotazo que ha dado sea el primero de mucho». De momento, ya se ha ganado el corazón del Santiago Bernabéu.

Ver los comentarios