Ancelotti pidió a los seguidores que ayuden al equipo en su reto y el público respondió. Cuando Casillas saltó al campo a calentar no hubo los pitos de otras ocasiones. Y cuando todo el resto del once salió al césped hubo aplausos.
Una respuesta positiva que se repitió cuando el portavoz del club anunció las alineaciones por megafonía. Todo fueron vítores. Casillas, Bale, Cristiano y Ancelotti, masacrados con pitos en los tres anteriores partidos celebrados en el Bernabéu, vieron aplaudidos sus nombres cuando fueron cantados al estadio. Era una jornada de resurrección, también del madridismo.
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