Narcotráfico | Cádiz

Vuelven los tiros del narco al Guadalquivir: fusiles kalashnikov contra armas reglamentarias

Narcotráfico

Guardias civiles han sido de nuevo tiroteados en un punto de alijo de drogas de la desembocadura del río, como recientemente les ocurría a unos policías que recibieron hasta 16 disparos

Jucil se presentará como acusación en el caso de los agentes tiroteados en Sanlúcar

Unos narcos vuelven a tirotear con armas de guerra a varios guardias civiles en un alijo de droga en el Guadalquivir

Hasta cinco narcolanchas al día de media son avistadas en las costas andaluzas

Fusil incautado por la Guardia Civil a unos narcos en una operación anterior. La Voz
María Almagro

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mientras que desde las asociaciones y sindicatos policiales se sigue reclamando que los agentes puedan ser catalogados como profesión de riesgo, se insiste en la Zona de Especial Singularidad y cuando todo recuerda a lo que puede ocurrir si ocurre como pasó en Barbate con el asesinato de otros dos guardias civiles, la lucha contra el narcotráfico continúa. Porque la acción de estos delincuentes sigue sin descanso, a diario. Sin freno y sin escrúpulos.

Y así hace tan solo unas horas volvía a producirse otro episodio de violencia donde los tiros a ráfagas hacían de nuevo acto de presencia. De esta forma lo ha informado la Guardia Civil. Un operativo antidroga formado por varios agentes de la Comandancia de Cádiz junto a otras unidades de Seguridad Ciudadana de apoyo eran recibidos a disparos cuando intentaban interceptar un alijo de hachís. En mitad de la noche. En la oscuridad más absoluta de la desembocadura del río. Por la zona de Las Piletas, según ha podido saber este periódico. En uno de esos puntos negros del desembarco que hacen los narcos de su mercancía a los todoterrenos que esperan llevar los cientos de kilos de 'costo' marroquí hacia la guardería o al interior de la península por Sevilla.

Ahí. De nuevo en Sanlúcar. Se escuchaban los disparos de fusiles. Armas de guerra en la provincia de Cádiz. Frente a la ley. Frente a los agentes que se debaten en hacer uso o no de sus armas reglamentarias para protegerse mientras que reciben o pueden recibir las detonaciones de fusiles de asalto, como lo son los kalashnikov modelo AK47. El arma más letal del mundo.

En esta ocasión, no ha habido heridos y sí detenidos. De momento, nueve. Presuntos miembros de una banda organizada dedicada al tráfico de drogas que tenía la desembocadura del río -muy lejos del Campo de Gibraltar y el Estrecho- como punto de alijo y que, según la información ofrecida, quisieron proteger así las dos toneladas y media de hachís que llevaban.

El escenario también se repite. Toda la Costa Noroeste de Cádiz es otra de las zonas de mayor actividad en el tráfico de drogas. Los sinuosos y complicados canales del río ayudan a las narcolanchas a refugiarse y a encontrar innumerables recovecos donde dejar los fardos en tierra. Así ha ocurrido otras veces.

16 disparos en un control

Sin ir más lejos hace unos meses cuando agentes de la UPR de la Policía Nacional eran también tiroteados en esta zona cuando detectaron una furgoneta que podía ir 'hasta arriba' de 'paquetes'. Al darles el alto, sus ocupantes emprendieron la huida a toda velocidad al tiempo que realizaron hasta 16 disparos. La investigación posterior concluyó que los tiros se efectuaron con tres armas de fuego diferentes: dos pistolas y un AK47.

Durante la huida, la furgoneta se salió de la carretera pero los delincuentes consiguieron escapar entre tiros. Los agentes incautaron un total de 112 fardos de hachís, 3.388 kilos, además del arma. Finalmente, las pesquisas realizadas, dirigidas por la Fiscalía Antidroga de Jerez, pudieron localizar e identificar a los responsables del ataque: una «banda criminal» formada por una quincena de miembros y asentada en Lebrija (Sevilla) que fueron enviados a prisión provisional.

Y hace también unos meses, durante el verano, otro agente de la Guardia Civil era tiroteado en otra intervención. En esta ocasión recibía un impacto de bala en una mano. También pasó de madrugada y también mientras interceptaban a los autores de otra descarga. Uno de los implicados al verse sorprendido disparaba con una escopeta hacia la patrulla oficial. La bala atravesaba la chapa del vehículo e impactaba en la mano del guardia civil. Se detuvo a un chico de 28 años y se intervenían dos furgonetas cargadas con 90 fardos de hachís, el arma utilizada y 3.200 litros de combustible para suministrar a las embarcaciones. Los vehículos y el arma figuraban como robados.

Pero a estos ataques contra los policías y guardias civiles se suman además los que los traficantes tienen entre ellos. La rivalidad del terreno, los ajustes de cuentas o el robo de mercancía (vuelcos) mantienen a muchos de estos grupos criminales enfrentados. De ahí que también se hayan incrementado los tiroteos entre ellos como los ocurridos en los márgenes de la desembocadura o en la autovía que une las localidades de la Costa Noroeste y Sevilla.

 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación