TOROS

Utrera busca recuperar su lugar histórico como «cuna del toro bravo»

La asociación taurina «Curro Guillén» apuesta por la recuperación de un público «que enriquezca la fiesta»

Los componentes de esta asociación quieren dar un nuevo impulso al mundo del toro en Utrera A.F.

Alberto Flores

El viajero que se adentra en tierras utreranas reconoce rápidamente las credenciales que presenta la ciudad, representadas en el clásico toro de Osborne -situado en la gran rotonda que da acceso a la ciudad- y pocos metros después; el monumento al toro bravo , forjado por el escultor local Salvador García. Una ciudad en la que en pleno siglo XVIII, Vicente José Vázquez, los Condes de Vistahermosa y José Rafael Cabrera, sentaron las bases de lo que después se conocería como el toro bravo, razón por la cual siempre se ha considerado a Utrera como la «cuna del toro bravo».

Atrás quedaron los años en los que el pueblo entero se congregaba para disfrutar de las famosas corridas de toros en plena plaza del Altozano, o las tardes inolvidables en el antiguo «Coso del Arrecife». Desde 2010 Utrera dispone de una flamante plaza de toros con capacidad para miles de personas, pero que apenas ofrece a lo largo del año un par de festejos taurinos , y con una discreta asistencia de público.

La difícil situación que viene atravesando desde hace décadas la fiesta de los toros, también se ha dejado sentir en Utrera, razón por la cual acaba de presentarse un nuevo colectivo que va a tratar de aunar a todos los aficionados que tengan interés en recuperar la importancia que el toro ha tenido siempre en un lugar como Utrera. Se trata de la asociación cultural taurina «Curro Guillén», que acaba de presentarse en sociedad tomando el nombre del torero nacido en Utrera en 1775 y que falleció en 1820 después de una grave cogida en la malagueña plaza de toros de Ronda.

Presentación

Ha sido la casa-hermandad de Los Gitanos de Utrera el lugar elegido para el primer acto de esta nueva asociación, en el que sus componentes mantuvieron un encuentro con aficionados, profesionales del toro y representantes de las diferentes asociaciones taurinas que ya existen en la localidad. El nuevo colectivo ha querido reconocer la trayectoria de estas asociaciones, plantearles conexiones para trabajar juntos y explicarles los objetivos con los que nace esta nueva asociación taurina.

Antonio Torres es el secretario de la asociación y ha afirmado que el principal deseo de sus miembros es «la creación de un público cualificado que enriquezca la fiesta con una participación instruida y crítica. Entendiéndose que, el cultivo de la afición, es una de las mejores aportaciones que desde este nuevo colectivo se puede hacer a la compleja y preocupante situación actual de la tauromaquia».

Uno de los objetivos del colectivo es crear una escuela de aficionados prácticos

De esta manera la asociación taurina Curro Guillén está trabajando para dar el primer e importante paso, consistente en la creación de una escuela de aficionados prácticos, en la que según Torres «se estudie, se difunda y conozca el toreo en toda su riqueza y amplitud. Desde los valores éticos del torero, la practica del toreo de salón en todas sus suertes, hasta el conocimiento de su historia a modo de poder interpretar la cultura española y mediterránea, con la intención, además, de instaurar en el más inmediato futuro la soñada Escuela Taurina loc al ».

En el ambiente taurino local subyace la necesidad de unir el máximo número posible de efectivos, para que todos los aficionados al mundo del toro puedan trabajar juntos para defender a la fiesta en un momento tan culminante como el actual, en el que se tiene que enfrentar tanto a amenazas internas como externas. Así la idea de los impulsores de la asociación pasa por constituir con la participación de todos los interesados una «mesa local» en defensa de la tauromaquia.

Las tierras de Utrera han llevado históricamente el sello de la tradición taurina, existiendo en su término municipal magníficas y prestigiosas ganaderías, muchas de las cuales han desaparecido de manera paulatina. Una tierra de flamenco y toros bravos, en los que estas dos tradiciones se han dado la mano para construir una parte importante de la personalidad del municipio y donde ahora este grupo de utreranos quiere recuperar esa parte de la historia que dicta que hubo un día en el que Utrera fue la «cuna del toro bravo» .

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