Laboral
La segunda jornada de huelga en el Metal transcurre sin incidentes en Cádiz y a la espera de una solución
Los manifestantes recorrieron las calles de la ciudad y, a diferencia del primer día de protesta, no hubo enfrentamientos con la Policía Nacional
El alcalde, Bruno García, bajó a hablar con los huelguistas, y cuatro manifestantes accedieron al Ayuntamiento para hablar con el equipo de gobierno
Tres detenidos en la barriada del Río San Pedro por enfrentamientos con la Policía
Huelga del Metal en Cádiz, en directo: última hora e incidencias y cortes de tráfico en la capital y en la Bahía
Patronal del Metal de Cádiz y sindicatos se ven de nuevo las caras para solucionar el conflicto
La segunda jornada de huelga del sector del Metal en la provincia de Cádiz se ha desarrollado este jueves con un tono más pacífico en la capital gaditana, sin que se registraran incidentes reseñables durante las movilizaciones. A diferencia de la tensa jornada del miércoles, marcada por los enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la Policía Nacional en barrios como Loreto o la avenida de Andalucía, las protestas en Cádiz han transcurrido de forma más ordenada. Los manifestantes se ha desplazado en los juzgados de San José, donde los huelguistas se concentraron ante la posible presencia de los seis detenidos durante el primer día de huelga. Desde allí, la movilización se desplazó hasta la sede de la Subdelegación del Gobierno, en Puertas de Tierra, donde gritaron contra la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores, a quien los huelguistas responsabilizan de la actuación policial del miércoles.

El recorrido finalizó en la plaza de San Juan de Dios, donde, tras varios minutos de gritos y protestas, el alcalde de Cádiz, Bruno García bajó a dialogar con ellos acompañado por los concejales Beatriz Gandullo, Maite Fernández y José Carlos Teruel. Cuatro representantes de los trabajadores accedieron posteriormente al Ayuntamiento, invitados por el regidor, para trasladar personalmente sus quejas, centradas en el «incumplimiento del convenio» por parte de las empresas del sector.
Aunque la jornada ha sido tranquila en la capital, no ha sucedido lo mismo en otros puntos de la provincia. En Puerto Real, los principales incidentes se han concentrado en la barriada del Río San Pedro, donde la Policía Nacional ha detenido a tres personas por altercados. No obstante, en el Campo de Gibraltar la situación ha sido bastante calmada. En San Roque, los piquetes se han concentrado a las puertas del parque energético de Moeve y en las instalaciones de Indorama, pero tampoco se han registrado incidentes.
Amplio despliegue policial
Desde primera hora de la mañana, un amplio dispositivo de seguridad ha marcado el inicio de la segunda jornada de huelga del sector del metal en la Bahía de Cádiz. Las fuerzas policiales se desplegaron estratégicamente en los principales puntos de concentración de manifestantes para evitar nuevos bloqueos de carreteras y garantizar la movilidad en una jornada clave para el desarrollo del conflicto.
En Puerto Real, el acceso a la planta de Alestis volvió a convertirse en uno de los focos de protesta y acción. Dos barricadas ardiendo en la calle Portugal, al igual que ocurriera el miércoles, impidieron el paso de vehículos desviados por la CA-36 hacia el Polígono Industrial del Trocadero. Los huelguistas intentaron nuevamente cortar las principales vías de conexión entre Cádiz y Puerto Real, tanto la CA-35 como la CA-36, que conecta Puerto Real con Cádiz. Sin embargo, en esta ocasión, la actuación de la Policía Nacional impidió los bloqueos.
La prioridad de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado era evitar que se repitiera el colapso circulatorio de la jornada anterior. En la zona del Bajo de La Cabezuela, hasta siete furgones policiales vigilaban los movimientos de los manifestantes apostados en la rotonda junto a la estación de servicio GALP. Desde el aire, un helicóptero reforzaba la vigilancia captando imágenes de la situación y posibles desplazamientos.
En la ciudad de Cádiz, el foco se encontraba en la entrada a la factoría de Navantia, en la Avenida Industrial. En torno a las 6.30 horas comenzaban a llegar los primeros manifestantes. La Policía Nacional identificaba y hacía controles a todos los huelguistas que querían acercarse a la entrada de Astilleros desde la rotonda junto al parque de bomberos. Muchos de ellos salían corriendo por el parque Celestino Mutis, sin que los agentes los siguieran.
En la Plaza de Sevilla, una pareja de la Policía Local cortaba el tráfico junto al edificio de Aduanas, mientras que otros tres agentes de la Policía Nacional también identificaban y hacían controles a todos los trabajadores que querían llegar a la entrada de Navantia. En torno a las 07.20 horas, los agentes de la Policía Nacional que se encontraban en la rotonda de los bomberos, comenzaron a acercarse a los manifestantes, a lo que estos respondieron levantando las manos gritando «no somos delincuentes». En torno a unas 300 personas partían desde Navantia Cádiz para recorrer las calles de la capital. Cabe destacar que el miércoles la cifra superaba el millar, pero es probable que muchos trabajadores, tras la batalla campal del día anterior, no quisieran exponerse.
Marcha por los «barrios obreros» de Cádiz
El grupo de manifestantes salían de Navantia Cádiz y comenzaba su travesía por las calles de la capital. Los huelguistas más moderados pedían a las personas que encabezaban la protesta que se quitaran los pasamontañas de la cara porque «no estamos haciendo nada malo». La premisa de los protestantes era no protagonizar ningún acto vandálico y recorrer los «barrios obreros» de la ciudad.
El grupo se dirigió en primer lugar a la Avenida de San Severiano. Al pasar por la puerta del instituto de la citada calle, los alumnos, que en ese momento entraban en clase, aplaudían a los manifestantes, que respondían con más aplausos. Tras recorrer la Avenida San Severiano y la Avenida Lacave, los trabajadores del Metal llegaron a la sede de la Confederación de Empresarios, lugar en el que comenzaron las cargas policiales el miércoles, después de que la facción más agresiva de los huelguistas les lanzaran huevos, piedras y botellas de cristal.
En la plaza de la Aviación, sede de los Empresarios, había un importante despliegue policial, con más de veinte agentes y cinco furgones. La Policía Nacional les advirtió que podrían mostrar su descontento, pero que tenían la orden de cargar y acabar con la protesta si les lanzaban de nuevo huevos, piedras o cristales. Tras unos minutos de tensa calma, los huelguistas reanudaron la marcha por el barrio de Loreto, donde quisieron dar las gracias y disculparse con los vecinos por lo acontecido el día anterior. Cabe destacar que durante todo el recorrido, los manifestantes encontraron el apoyo de los vecinos de Cádiz, que los aplaudían y alentaban desde las ventanas de sus casas, o desde la propia calle.
Los principales momentos de tensión se produjeron en la avenida Ana de Viya tras pasar por el Hospital Puerta del Mar. Allí, la Policía Nacional quiso identificar a varios manifestantes, que ocupaban las primeras posiciones de la protestas. Muchos corrieron hacia atrás para ocultarse. La intención de los agentes molestó a los huelguistas, que rompieron el cordón el policial y avanzaron con las manos al aire al grito de «no somos asesinos». Dos furgones de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) fueron sobrepasadas por los manifestantes, y al querer adelantar a los huelguistas, estos se lo impidieron. El primer furgón pudo pasar sin problemas, pero cuando el segundo se disponía a hacer lo mismo, uno de los trabajadores levantó una moto aparcada en el lateral de la vía y la puso delante del vehículo para que tuviese que detenerse. En un nuevo diálogo entre los agentes y los trabajadores, acordaron mantener «una distancia de seguridad».
Recorrido por las instituciones públicas
Los juzgados de San José era una de las paradas de la movilización. Allí, según decían los propios manifestantes, se encontraban los seis detenidos del miércoles. Tras una media hora donde mostraron su apoyo a los retenidos, los huelguistas continuaron por la Avenida de Andalucía hasta llegar a Puertas de Tierra, a la sede de la Subdelegación del Gobierno. Allí, criticaron a la subdelegada Blanca Flores, a la que tildaron de «represora» y a la que pidieron que «suelte a los rehenes». Posteriormente recorrieron el barrio de Santa María hasta llegar a la plaza de San Juan de Dios, donde finalizó la protesta.

Los manifestantes pidieron al alcalde que saliera a hablar con ellos. La Policía Nacional custodiaba la entrada al Ayuntamiento. Bruno García, junto a los concejales Maite Fernández, José Carlos Teruel y Beatriz Gandullo, bajó a hablar con los huelguistas. El regidor mantuvo un diálogo con los trabajadores e invitó a varios de ellos a que entraran en el Ayuntamiento para que pudiesen hablar tranquilamente. Entraron hasta cuatro manifestantes, que mantuvieron una reunión con algunos miembros del equipo de gobierno durante una media hora aproximadamente.

A su salida, Alexis, uno de los trabajadores del Metal, y que habló con el alcalde dentro del Ayuntamiento, manifestaba ante los medios que el regidor les ha comunicado que hablará con la Junta, y esta, a su vez con el Gobierno, para trasladar la situación de las empresas afectadas. En torno a las 12.45 horas, los manifestantes ponían fin a la segunda jornada de protesta a la espera de la nueva reunión de este viernes, en la que la Patronal y los sindicatos podrían llegar a un acuerdo.