Pesca
El sector de la almadraba, «con el corazón en un puño» por la huelga de los inspectores de pesca: «Se nos puede ir la temporada»
Las protestas de los agentes de control pesquero ponen en jaque a un sector que pide que se llegue a un acuerdo para que «podamos pescar»
Este martes habrá una nueva reunión entre los sindicatos y el Gobierno para intentar desatascar la situación
La primera levantá del oro rojo: el inicio de la temporada del atún de almadraba, una técnica milenaria
La almadrabas de Cádiz, en una situación «insoportable»: obligadas a abortar una levantá por la huelga de inspectores

Las almadrabas de Conil, Zahara, Tarifa y Barbate viven una temporada de captura de atún rojo con el «corazón en un puño». La huelga indefinida de los inspectores de pesca desde el pasado mes de marzo pone en jaque a un sector que entre los meses de abril y junio tiene sus jornadas de mayor actividad de todo el año. Los almadraberos desean que el Gobierno llegue a un acuerdo con estos profesionales que, entre otras reivindicaciones, piden que su labor sea reconocida como profesión de riesgo y una mejora en sus retribuciones salariales. Este martes se producirá una nueva reunión entre el Ejecutivo y los sindicatos.
En 2025, el sector ha vivido situaciones delicadas y complejas de afrontar, como tener que abortar una 'levantá' ante la falta de inspectores, o incluso tener que posponer una jornada de trabajo durante ocho horas a la espera de que llegase un inspector para poder faenar.
Pedro Muñoz, consejero delegado de Petaca Chico, empresa que tiene la concesión de la almadraba de Barbate, reconoce que esta situación de conflicto entre los inspectores y el Gobierno «nos está afectando mucho en el trabajo de pesca». A pesar de que «aceptamos la situación», los almadraberos «queremos que se llegue a un acuerdo».
«Parece que mañana, al fin, puede haber un acuerdo», que pondría fin a una situación difícil que llevan padeciendo durante toda la temporada. «Nosotros no tenemos la culpa, queremos que se llegue a un acuerdo para que podamos pescar, solo eso».
La huelga de los inspectores está teniendo sus consecuencias para el sector. «Vamos más lentos que años anteriores», reconoce el consejero delegado de Petaca Chico. «No podemos pescar todo lo que queremos», afirma, y agrega que «pescamos a un ritmo muy lento, se nos puede ir la temporada», por lo que «pedimos que haya un acuerdo, esta no es nuestra guerra».
Nueva reunión entre sindicatos y Gobierno
Este martes 13 de mayo tendrá lugar una nueva reunión entre los sindicatos y el Gobierno para intentar desatacar una situación «que a nosotros nos duele». Sandra González, inspectora y portavoz de Comisiones Obreras, habla en LA VOZ sobre la situación que vive el sector y las negociaciones con el Ejecutivo. «En la anterior reunión del día 6 de mayo ya nos trajeron alguna oferta», pero «aún nada en firme».
Los inspectores «queremos que se nos reconozcan las características de nuestro trabajo», ya que recriminan que les exigen una disponibilidad horaria total, y que sus retribuciones no reflejan el riesgo y la naturaleza de su oficio. «Nos dijeron que en la siguiente reunión ya nos darían una cuantía sobre la mejora salarial que nos iban a proponer», pero «de momento no tenemos nada».
Los trabajadores «estamos muy unidos, el grupo está muy unido, la gente va a seguir en la huelga».
De cara a la reunión de este martes, «es difícil que se desconvoque la huelga», reconoce, pero «si hay un principio de acuerdo», que parece poco probable, «en unos días se podría desconvocar».
Origen del conflicto
Los inspectores denuncian la falta de reconocimiento y compensación económica por parte del Gobierno, ya que a pesar de trabajar en condiciones exigentes y con horarios impredecibles, requieren disponibilidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sus retribuciones siguen sin reflejar la naturaleza y el riesgo de sus funciones. Además, rechazan ser equiparados con personal administrativo.
Estos profesionales demandan que su trabajo sea reconocido como profesión de riesgo, así como un complemento específico por disponibilidad, y mejoras en seguridad y formación.
Cabe destacar que el pasado año, los inspectores de pesca se vieron obligados a estar disponibles en Cádiz, Huelva, Tarragona, Murcia, Madrid, Pontevedra, Málaga y País Vasco, por lo que señalan que su actividad no es voluntaria, sino supeditada a las necesidades de un sector que trabaja las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Denuncian que las normas de 2011 y 2023 imponen horarios especiales sin una compensación adecuada, y que además, el sistema de disponibilidad obligatoria implementado no es voluntario, sino impuesto en varias regiones.
La huelga indefinida de los inspectores de pesca no solo está afectando a los profesionales del sector de la provincia de Cádiz. En Málaga, la flota de arrastre, compuesta por unas 50 embarcaciones enfrenta serias dificultades para certificar los cambios en los artes de pesca exigidos por la Unión Europea, y podría afectar a la pesca de especies como la merluza, salmonete o rape, mientras que en Galicia, la falta de controles afecta a campañas claves como la de la caballa o la anchoa.
El sector de la almadraba en la provincia de Cádiz genera 500 empleos directos y miles de indirectos durante la temporada de pesca del atún rojo.