La Policía Nacional ha dado cuenta este lunes de una nueva intervención en la que el 'petaqueo', esa labor ilícita de dar suministro de combustible a las narcolanchas, ha vuelto a ser protagonista en la provincia de Cádiz. En esta ocasión ha sido en Sanlúcar, punto negro de alijos y repostajes de estas organizaciones criminales dada la localización estratégica para estas bandas de la desembocadura del Guadalquivir.
Así, tal durante la última semana, la Policía Nacional ha realizado diversas actuaciones que han tenido como resultado la incautación de 1.450 litros de gasolina en distintos operativos realizados en la localidad sanluqueña.
Según explican, en dos de estas intervenciones, los conductores de las furgonetas cargadas con combustible intentaron huir al detectar la presencia policial, protagonizando «peligrosas maniobras» por las calles del municipio. Algunos de ellos lograron darse a la fuga, abandonando los vehículos y la carga. No obstante, la actuación de los agentes permitió la detención de dos individuos, que tras ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Sanlúcar, se decretó para ambos la prisión provisional.
«Esta resolución judicial representa un precedente significativo en Sanlúcar y un golpe importante a la logística de las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico», manifiesta el comunicado. «La Policía Nacional continuará trabajando de manera firme y coordinada con la Fiscalía para erradicar este tipo de actividades delictivas que ponen en grave riesgo a la ciudadanía».
El juzgado vuelve a ordenar el ingreso en prisión provisional de estos acusados de suministrar gasolina para las narcolanchas tras los graves incidentes registrados con garrafas e incendios en la ciudad
Esta decisión judicial adoptada se suma a otras recientes que también han resultado ser un precedente en la lucha contra estas collas especializadas en proveer de gasolina, víveres e incluso hacer cambios de tripulación a las semirrígidas que por miedo a ser aprehendidas permanecen en el agua o en alta mar y necesitan que se les lleve todo ese avituallamiento.
Así, y tal y como adelantó hace unos meses este periódico, un juzgado de Chiclana tomaba esta misma decisión de adoptar la medida cautelar de privación de libertad para unos petaqueros por considerarlos un «peligro para la seguridad de la ciudadanía». En aquellas semanas se habían producido varias fugas de furgonetas cargadas de cientos de garrafas de gasolina. Sus conductores atravesaban la ciudad o zonas urbanas realizando maniobras muy peligrosas y algunas de estas veces, salían ardiendo.
Además, recientemente, y en esta misma línea, los magistrados de la Audiencia de Cádiz se reunían hace unas semanas y decidían en un plenillo unificar su criterio sobre las resoluciones de esta práctica y considerar el petaqueo un delito en sí mismo que puede ser castigado por el artículo 568 del Código Penal, tal y como mantenía y solicita la Fiscalía Antidroga. Mientras, se sigue a la espera de que haya cambios penales que así lo reafirmen y que, según dijo el ministro del Interior hace más de un año, estaba en estudio.
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