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'Gomas' de señuelo, consorcios entre ellos, multialijos... los narcos cambian de modos en Cádiz

La Fiscalía Antidroga recoge en su memoria las nuevas formas de narcotráfico que han tomado los 'capos' de la droga tras verse ahogados por la presión policial

Se advierte que la actividad no se ha reducido sino que se ha diversificado y que los jefes de estas bandas se han convertido en suministradores directos desde Marruecos para otros clanes

Agentes de la Guardia Civil entran en un registro en una operación contra el narcotráfico.

M. Almagro

«El narcotráfico persiste en la zona porque otros grupos han sustituido a los anulados». La Fiscalía Antidroga sigue siendo clara. Concreta. Va al grano y no desvía la atención hacia otras cuestiones que no sean las que tienen que tratarse. Las que ellos consideran que deben de señalar y tienen que perseguirse con las formas y los medios adecuados si es que realmente en la lucha contra el narco se quiere seguir dando pasos. Hacia adelante.

Las memorias de ejercicio anuales que realizan los fiscales delegados de cada una de las materias que trabajan suelen ser un fiel espejo de cómo se encuentra exactamente la situación en las secciones que coordinan. Son los fiscales, como órgano encargado de defender los derechos de los ciudadanos y del interés público, tal y como dicta la Constitución, por los que pasan todos estos procedimientos y también quienes controlan que los numerosos y complejos operativos e investigaciones policiales que se realizan se hagan de acuerdo a la ley para que, precisamente, sea en lo legal donde se rematen cumpliendo así el objetivo: el que infringe las normas, paga su pena.

Pues bien, la memoria que este año ha realizado la Fiscalía Antidroga de Andalucía recogiendo las elaboradas por todos los delegados provinciales de esta actividad delictiva tiene un especial peso. Particular. Entre otros, se adentra en muchos y diferentes detalles de cómo están trabajando hoy y ahora los narcos por «toda la costa andaluza» y también, como el refuerzo de los planes de seguridad que querían acabar con ellos, han tenido sus efectos directos pero también han cambiado el escenario.

Y así lo cuentan con la experiencia que les da acumular, coordinar y poder sacar conclusiones tras conducir cientos de operaciones y causas. Fiscalizar: «La criminalidad se mantiene», aseguran, siendo la principal droga que se introduce a través de nuestro territorio el hachís importado de Marruecos por la costa, usando ya todo tipo de embarcaciones.

Pero a ello, a pesar de que la mayoría de las veces hablemos de hachís, hay que añadir la producción de cantidades elevadas de marihuana, que crece en todas las provincias andaluzas, situando a esta comunidad como la mayor del país. Y además, sin dejar a un lado el tráfico de cocaína, tanto en grandes cantidades que procede de Sudamérica a través, fundamentalmente del muelle de contenedores de Algeciras, como el tráfico de este tipo de droga al por menor en numerosos puntos de venta, sola o mezclada con heroína (conocida como 'rebujito') «que conlleva una gran inseguridad ciudadana en zonas muy concretas».

En cuanto a lo primero, al hachís, la Fiscalía vuelve a insistir que «el centro neurálgico del tráfico de esta sustancia, procedente de Marruecos, sigue siendo el Campo de Gibraltar y el resto de la provincia de Cádiz», es decir, no solo la zona del Estrecho.

Tras la instauración del Plan Carteia en 2018 y el Plan Especial de Seguridad, en 2020, dirigido a la lucha contra este tipo de delincuencia, en la memoria se refleja como con estas medidas se han conseguido desarticular numerosas organizaciones , encontrándose muchos de sus miembros en prisión o huidos de la justicia en Marruecos. Sin embargo, a pesar de ello, el narcotráfico persiste en la zona, «porque otros clanes han sustituido a los anulados», y porque, como también indica, estos grupos y debido a esta presión se han 'mudado', bien de puntos de alijo -del Estrecho hacia Chiclana, San Fernando, Sanlúcar...- o incrementándose el número de descargas en otras provincias limítrofes, especialmente en Huelva y Málaga.

«No nos atrevemos en esta memoria a dar unas cifras del total de sustancias estupefacientes aprehendidas durante el año 2021 en Andalucía, por una parte, porque los grupos policiales especiales en esta materia realizan muchas de sus operaciones conjuntas, dando cada uno sus cifras globales que no pueden desglosarse, y además porque el Ministerio de Interior no ha hecho públicas sus estadísticas correspondientes a 2021»,señalan.

No obstante, una idea de la magnitud del tráfico de drogas que se produce en nuestro territorio se deduce de los resultados de estos planes. Según sus datos, relativos también a 2021, en Andalucía se han aprehendido un total de 375.857 kilogramos de hachís, con 2.608 detenidos, 403 embarcaciones intervenidas y 547 vehículos incautados. La provincia en la que más droga se ha aprehendido ha sido Cádiz: 173 toneladas (93.858 kilos de hachís en Algeciras, 72.657 en el resto de la provincia y 6.529 en Ceuta). Y la mayoría fue intervenidas en embarcaciones de gran porte (con más de 1.000 kg de carga), aunque también en las numerosas guarderías que se localizan en zonas del Campo de Gibraltar, Chiclana y Sanlúcar de Barrameda.

En cuanto al cambio de 'modos'. La Fiscalía concluye que, en particular, del conjunto de las operaciones llevadas a cabo por el grupo operativo de Ocon Sur, se deduce que «algunos grandes capos de la droga se han convertido en verdaderos suministradores directos desde Marruecos, llevando a cabo entregas a distintas organizaciones de todas las provincias andaluzas, adquiriendo, entre varios grupos, conjuntamente, las embarcaciones de alta velocidad que se guardan en naves de zonas de toda la provincia de Cádiz y Málaga especialmente, aunque también han sido intervenidas algunas en Granada. Estas embarcaciones son echadas al mar por zonas despobladas que lindan con el rio Guadalquivir, en las provincias de Sevilla y Cádiz (zonas de Trebujena, Isla Mayor, Lebrija...) y también en las zonas de la Axarquia en Málaga.

Algunos clanes compran y comparten las 'narcolanchas' y las guardan en naves en otras provincias

Así la droga que transportan es entregada a estos grupos que han formado parte de ese «consorcio y que una vez en su poder, la distribuyen de forma independiente».

La fiscal delegada del Campo de Gibraltar señala en su memoria que las organizaciones criminales no han cesado en su actividad, como se observa de los resultados de las diferentes operaciones, lo que han hecho ha sido variar su modus operandi, «incrementando las partidas de hachís que se introducen, diversificando el riesgo, utilizando más de una embarcación semirrígida y usando como señuelo otras con similares características, que llegan a ir sin carga».

Además, en algunas de las intervenciones telefónicas captadas se observa como las operaciones de transporte y entrega se suceden casi a diario, buscando en cada momento grupos que estén dispuestos a adquirir la partida, «sobre la marcha» si surgen dificultades al grupo que inicialmente iba destinada.

Las descargas se efectúan en todo el litoral andaluz, dependiendo de la oportunidad en cada caso, pudiendo estar la embarcación nodriza durante días en alta mar, en aguas internacionales, sin acercarse a costa, siendo otras auxiliares de porte menor las que acuden a buscar la droga que transporta en una o varias ocasiones. Las organizaciones que reciben la droga tienen su propia infraestructura en cada zona y un mismo proveedor puede surtir a varias.

De ahí por ejemplo que haya tomado también fuerza el papel de otro elemento clave en esta logística, las llamadas 'narcogasolineras'. Es decir, aquellas lanchas destinadas a llevar combustible, comida, o todo tipo de aprovisionamiento a los que esperan en alta mar para entrar a alijar. Y de ahí que se haya detectado la presencia constante de estos suministradores (muchos de sus miembros con antecedentes y naturales de Algeciras y La Línea) en zonas donde los alijos también han aumentado de forma considerable como por los esteros de Chiclana y San Fernando.

Por otro lado y como destaca la Fiscalía, junto a esta forma de operar se ha detectado el uso de pesqueros, con dobles fondos ocultos debajo de la sala de motores o en otros lugares del casco. Más frecuente a partir de 2021 también ha sido el uso de motos de agua, en la zona del Campo de Gibraltar, siendo un sistema de rápido trasporte, en mochilas, de cantidades entre los 20 a 150 kilogramos, que se lanzan desde la moto de agua hasta la orilla donde son recogidas por las personas que allí esperan, marchándose nuevamente la moto en dirección a las costas marroquís; está operativa se puede producir a los largo del día varias veces.

El blanqueo en la diana

Ya es de sobra conocido -por la multitud de operativos que se están desarrollando al respecto- que las investigaciones que se realizan contra el tráfico de estupefacientes llevan pareja otra trama sin la que realmente no tendría sentido que se arriesgaran a saltarse la ley.

Es decir, si un narco trafica y se arriesga, sabiéndolo perfectamente, a acabar entre rejas, es porque quiere obtener un buen dinero con ello, y por tanto, el blanqueo de ese dinero que ha amasado de forma ilícita también hace que se realicen constantemente otras operaciones paralelas a este respecto y todo ello se judicialice.

Así que basta solo un dato para hacerse una idea: según las cifras del Plan Carteia, la Fiscalía cifra que el impacto económico de bienes y dinero intervenidos, desde septiembre de 2018 hasta finales de 2021, asciende a 263.639.328 euros, incluyendo sociedades, cuentas corrientes, bienes muebles e inmuebles y efectivo. Y de esta cifra (que solo incluye ese plan) 146.893.895 de euros corresponden a delitos de blanqueo de capitales.

Y otro dato. Este 2021 se han depositado en Sanidad Exterior (donde se analiza la droga una vez incautada) 408.656 kilogramos de hachís, cuyo precio estimado (es cambiante) en el mercado ilícito es de 1.961 euros el kilo, por lo que habría alcanzado un valor de 801.374.416 euros. En el caso de la cocaína, se han depositado 8.873 kilogramos por 35.000 euros el kilo, hubiera llegado a los 310.555.000 euros. Y el cannabis, 232.096 kilos a 1.812 euros el kilo, tendría un valor de 420.557.952 euros. La suma de todo ello es un total de 1.532.487 millones de euros. «Y estas son sólo las pérdidas de la actividad; imaginemos en términos de empresa que ganancias hay que obtener para poder mantener esa actividad sin merma alguna, a pesar de las pérdidas».

Por tanto, y concluye a este respecto la memoria, «todas esas incautaciones solo pueden ser la punta del iceberg, si tenemos en cuenta que a pesar de ser desposeídos de todos sus bienes conocidos y de cantidades ingentes de droga, a lo que hay que sumar las detenciones y privaciones de libertad tanto preventivas como derivadas de condenas firmes, los traficantes mantienen su actividad sin pausa y son capaces de pagar fianzas elevadísimas a pesar de haberse intervenidos todos sus bienes conocidos».

«Las plantillas siguen siendo insuficientes»

En este pase de revista a la situación que hace la Fiscalía Antidroga, dirigida y coordinada por la también delegada jefe de Cádiz, Ana Villagómez, existe una importante mención a los medios con los que cuentan en los juzgados para poder llevar toda esta batalla a algún destino. Concretamente, en su área.

«No podemos sino iniciar esta memoria con la misma alerta que ya el año pasado hicimos constar y que exponen todos los fiscales delegados de Andalucía en sus memorias relativas al año 2021 y que no es otra que la sobrecarga de trabajo que soportan las secciones especializadas en esta materia», alerta.

Según denuncia, las plantillas con las que cuentan «siguen siendo insuficientes para asumir de manera sosegada todos los asuntos». Porque, como vuelven a insistir, estos procedimientos no se limitan ya solo al 'puro' tráfico de drogas, sino que incluyen asuntos de blanqueo de capitales derivados de todo esto, así como los delitos conexos de organizaciones y grupos criminales, ajustes de cuentas, detenciones ilegales, receptación, falsedad, etc.

«Aunque se están consiguiendo algunos avances, como la asignación reciente de las dos plazas de delegados que se reclamaban para las fiscalías de Granada y Jerez de la Frontera, eso solo supone una asignación económica a la plaza, pero al no conllevar la creación de nuevas plazas de fiscales en las áreas provinciales en las que están destinados, se hace muy dificultoso que, de facto, algunos de los delegados puedan asumir el trabajo de manera exclusiva, o crear secciones especializadas, sin que ello suponga un aumento del trabajo del resto de la plantilla». Así, por ejemplo, en Cádiz en la Fiscalía de Algeciras «sería necesaria la asignación de más fiscales a la sección especializada, que está formada por dos fiscales sin dedicación exclusiva más la delegada».

De esta manera, todos los delegados coinciden en señalar «el sobreesfuerzo que supone la asunción de causas en las que es necesario informar de las numerosas medidas tecnológicas de investigación en plazos de 24 horas, prorrogas, nuevas medidas derivadas de las primeras, así como una vez producida la explotación, la carga por el gran número de investigados, información acumulada en los atestados, innumerables recursos durante la instrucción por los letrados de las defensas contra situaciones de prisión provisional, etc».

Y la previsión de que esta situación de 'colapso' mejore no es buena de momento ya que, como considera, la carga de trabajo que tienen va «cada año a más» debido a que cada vez existen más investigaciones y causas abiertas por los planes especiales que se pusieron en marcha. Y además, los procedimientos considerados de especial complejidad (como los de blanqueo) también se han incrementado, lo que les supone un trabajo más minucioso aún.

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