Defensa

Los héroes del 'Dédalo-23' llegan a España

Después de haber colaborado en el rescate y ayuda humanitaria tras el terremoto de Turquía, el Grupo Anfibio Expedicionario, con el buque Juan Carlos I a la cabeza, hace escala este viernes en Valencia antes de regresar a Rota el próximo martes

«Emocionalmente tocados pero muy orgullosos», los infantes de Marina cuentan a la ministra de Defensa cómo se encuentran tras su intervención en el terremoto de Turquía

Un grupo de infantes de Marina que forman parte del batallón de desembarco del Grupo Anfibio Expedicionario 'Dédalo-23'. Iñaki Gómez/MDE
Verónica Sánchez

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«Quiero trasladaros mi agradecimiento y emoción por todo lo que nos hicieron sentir, creo que es algo que no van a olvidar el resto de sus vidas. Ustedes estaban participando en la misión `Dédalo-23`, que es muy importante, pero a veces en la vida pasan cosas inesperadas como ha sido el terremoto de Turquía, y entonces se pone aún más de manifiesto la generosidad, la humanidad y la gran cantidad de horas que trabajaron, y además en esas condiciones tan extremas. Por todo ello, mi mayor agradecimiento y reconocimiento al esfuerzo que todos han realizado», fueron las palabras que la Ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo a los componentes del Grupo Anfibio Expedicionario 'Dédalo-23' el pasado lunes, cuando lo visitó en Nápoles.

Probablemente, por las cabezas de los militares que escuchaban las palabras de la titular de Defensa, entre ellos 500 infantes de Marina del Tercio de Armada de San Fernando, pasarían las imágenes de los ciudadanos turcos dándoles las gracias, de las filas codo con codo con sus compañeros descargando ayuda humanitaria, de las horas desescombrando para encontrar un resquicio de vida bajo toneladas de edificios derrumbados, de las caras del niño de 7 años y el hombre de 70 a los que consiguieron rescatar.

El Grupo Expedicionario Dédalo-23, articulado alrededor del portaaviones 'Juan Carlos I' se hizo a la mar el pasado 16 de enero desde Rota, como parte de la contribución española a la seguridad marítima en el Mediterráneo y a la Disuasión y Defensa de la OTAN. Asimismo, otro de los objetivos era «preparar su calificación y certificación para la posterior incorporación en la 'NATO Readinees Initiative' (NRI) el año 2024 y fortalecer la imagen de las Fuerzas Armadas en el contexto internacional». Para ello, por delante tenía más de dos meses con actividades frente a las costas de Italia, Francia y Egipto, interactuando con otras agrupaciones y unidades de la OTAN.

'Dédalo-23' en la mar. MDE

Rescate y ayuda humanitaria

Pero el terremoto de Turquía del pasado 6 de febrero hizo que cambiasen los planes. Desplegado en el Mediterráneo, el Grupo Anfibio puso rumbo a la costa sur de dicho país y desde el 8 al 15 de febrero llevó a cabo una operación de asistencia humanitaria. «No somos una fuerza especializada, ni con maquinaria para trabajar en catástrofes, pero teníamos a 500 infantes de marina que son capaces de trabajar de forma organizada en situaciones de caos y con una vocación de servicio incuestionables», le dijo el contralmirante Gonzalo Villar, al mando de 'Dédalo-23' a la ministra de Defensa.

Y es que, durante ocho días, el contingente español realizó tareas de apoyo en la búsqueda y rescate de personas desaparecidas, rescatando a un niño de siete años y a un adulto de 70 años, el quinto y sexto día del terremoto, cuando las esperanzas de encontrar supervivientes ya estaban desapareciendo, y a 30 fallecidos. Asimismo, desescombró una superficie de más de 4.200 metros cuadrados y ayudó a la apertura de viales en apoyo a los equipos de rescate.

Además, los infantes de Marina apoyaron en la descarga de 100 aviones en el aeropuerto de Adana y de dos barcos con más de 1.800 toneladas de ayuda humanitaria en el puerto de Limak, colaboraron en la distribución de 3.600 toneladas de ayuda humanitaria y entregaron a la población turca 40 toneladas de sus propias existencias de agua embotellada y alimentos a través de agencias del Gobierno turco y ONGs y montaron cinco campamentos para damnificados. También escoltaron a convoyes logísticos, apoyaron el montaje de seis campamentos para desplazados en las proximidades del puerto de Limakport (Iskenderun) y prestaron asistencia sanitaria de urgencia a 30 personas. Por último, prestaron asistencia de transporte a los Bomberos de la Comunidad de Madrid (ERICAM) en su repliegue, apoyo logístico a los Bomberos de Málaga y colaboraron en la puesta en marcha del Hospital de Campaña de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), proporcionando alimentos, agua y 2.000 litros de gasoil de sus existencias, así como kits de supervivencia a ONGs turcas.

Maniobras con Italia, Francia y Estados Unidos

Terminado el apoyo a Turquía, el Grupo 'Dédalo-23' comenzó su participación en las actividades de vigilancia reforzada de la OTAN'Neptune Strike', que incluyeron numerosas misiones coordinadas con los portaaviones 'George H.W.Bush' de Estados Unidos, 'el Cavour' de Italia, por los espacios aéreos de Rumanía, Hungría, Croacia, Eslovaquia, Macedonia del Norte, Albania, Italia y Grecia.

Después, el Grupo participó en el ejercicio francés'Hemex Orión' junto con 29 buques y submarinos, numerosos aviones y helicópteros y 20.000 militares. Y, por último, 'Dédalo-23' lideró un ejercicio durante cinco días destinado a incrementar la preparación de la Fuerza Anfibia Hispano-Italiana, junto a buques, aviones y unidades de infantería de Marina del país transalpino.

Ahora, el Grupo Anfibio Expedicionario 'Dédalo-23' vuelve a casa. Este viernes por la tarde el 'Juan Carlos I' (con su unidad aérea embarcada formada por aviones 'Harrier' AV8B+ y helicópteros y el Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina) y la fragata 'Victoria' atracan en el puerto de Valencia. El portaaeronaves realizará jornadas de puertas abiertas el sábado día 25 de 10.00 a 17.00 horas, y el domingo 26 por la mañana de 10.00 a 13.00 horas.

El próximo martes 28 de marzo, tras más de 70 días de actividad en el Mediterráneo, el Grupo Anfibio Expedicionario 'Dédalo-23' y sus 1.550 militares, llegarán a la Base Naval de Rota, de donde partieron hace dos meses y medio y ahí concluirá su despliegue. Vuelven, en palabras del contralmirante Villar, tras la experiencia del terremoto, «emocionalmente tocados pero muy orgullosos», habiendo demostrado la capacidad de España de realizar acciones expedicionarias sea cual sea la situación.

 

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