narcotráfico | cádiz

Hablan agentes de OCON Sur: «Si hubiéramos seguido, lo de Barbate no hubiera pasado»

Guardias civiles de este organismo creado para combatir el narcotráfico en Andalucía aseguran que su final se debió a «envidias internas»

«Había una misión que cumplir y echábamos quince horas. Hasta los narcos nos decían que a ver cuándo nos íbamos»

Operativo en el Campo de Gibraltar. La Voz
María Almagro

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Los perros de OCON». Así llamaban los narcos en sus chats de Telegram a los 140 agentes que formaban parte del desmantelado Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico que fue creado en 2018 para combatir la impunidad del tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar, en el resto de la provincia de Cádiz y en toda Andalucía. No les tenían mucho aprecio. Quizá porque varias veces por semana en algunas temporadas los golpes de los arietes reventando sus puertas para detenerlos no les dejaban dormir. Quizá también porque les 'cerraban' el negocio. Y quizá también porque les decomisaban todo aquello que habían pagado a costa de hachís: dinero, plasmas, coches, casas, joyas, lanchas...

Pero este organismo (no unidad) desapareció. LA VOZ ha hablado con varios agentes que pertenecieron a este equipo de guardias civiles que batallaron contra el narco y ellos dan ahora las respuestas a todo lo que en estos días, desde que dos compañeros suyos han perdido lamentablemente la vida, se ha dicho con respecto a lo que ellos hicieron y por qué los desmantelaron.

«Si OCON hubiera seguido el desgraciado asesinato de nuestros compañeros de Barbate no hubiera pasado», lamenta uno de ellos. «No es que fuéramos los mejores, pero sí los más cansinos, y el narco lo sabía. De momento no tenían cojones de acercar las lanchas a menos de 20 millas de la costa. Eso de que estén refugiados tanto tiempo en un puerto no se veía... nuestros compañeros estarían vivos... lo veíamos venir...», explica.

«No tenían cojones de acercar las narcolanchas a menos de 20 millas de la costa»

Unas declaraciones que por su firmeza en su «realidad» pueden sonar ahora duras, incluso prepotentes, pero las justifican. «Echábamos quince horas, y no nos las pagaban, simplemente teníamos ganas, voluntad y la satisfacción del bien cumplido, y un jefe al que admirábamos y seguíamos», cuenta otro de estos componentes. «Sabíamos que infringíamos la ley de jornada laboral pero teníamos una misión que cumplir y había que hacerla».

Por ese motivo -confiesan- «se buscó a gente con ganas». «No éramos agentes especializados como se ha dicho tanto, qué va (se ríe), había gente que jamás había estado ni en EDOA ni en ninguna unidad de drogas, ni relacionada... simplemente se quería a aquel que fuera efectivo».

¿Y es verdad que os desmantelaron por vuestro alto coste, por tener que pagar las comisiones y dietas?. «Para nada. Eso es falso», contesta otro. «Es ridículo. Echando cuentas en cuatro años los 130-140 agentes que éramos y las dietas diarias saldría a unos 17 millones. Sólo el dinero en efectivo que intervenimos, 'cash', y que va directamente al Estado fueron 60 millones de euros. Sin tener en cuenta los ocho millones recuperados de cuentas corrientes o los 300 como suma del valor de los bienes decomisados... por tanto, eso es mentira. Eso puede ser una excusa fácil».

Entonces, ¿qué pasó?, «A los dos o tres años empezaron las envidias internas. Supimos que Asuntos Internos estaba detrás nuestra pero aún así seguimos trabajando. Fueron a por nuestro jefe, a por nuestro capitán (David Oliva), con informaciones que vienen de los mismos narcos que hasta pusieron precio a su cabeza (400.000 euros)... a partir de ahí y cuando supimos que se iba a ir, un 95 por ciento de nosotros presentó la renuncia». «Lo estuvieron humillando hasta el final. Lo cesaron un viernes y al resto el lunes siguiente para que constara que se iba solo. Al mismo al que Marlaska había condecorado poco antes».

Y continúan desmintiendo. «Nos han querido acusar de corruptos... No voy a permitir que nos llamen así tras habernos partido la cara. Lo único que nos llevamos fue la satisfacción del trabajo hecho. Si de verdad son tan valientes en el Gobierno que depuren las responsabilidades del final del OCON donde deben de hacerlo».

«Todo lo que hacíamos era legal, buscábamos medios que no teníamos, pero estaban autorizados»

El desmantelamiento de OCON causó gran sorpresa. Ni siquiera los fiscales antidroga con los que trabajaban a diario lo supieron hasta el final. No se les informó. Desde entonces se ha mantenido que todos sus miembros fueron a reforzar las plantillas de las comandancias de origen. «Sí, puede ser... pero no es lo mismo... primero porque no todos eran de Andalucía, y segundo, porque al final trabajas según estés y con quién estés, no es lo mismo. Además no todos fueron a unidades de droga».

También se cuestionaron sus métodos y que aunque llevaron a muchos al juzgado pocos entraban en prisión preventiva. «En cuanto a las prácticas que utilizábamos eran todas legales, lo único que cuando no teníamos medios buscábamos lo que fuera pero siempre estaba autorizado. Sobre los detenidos enviados a la cárcel, fueron muchos y los que no, en ocasiones era porque juzgados como el de Barbate tuviera una mayor carga de trabajo por tener que estar atendiendo las peticiones de puestas en libertad y demás de tantísimos abogados y sus representados. No tenían capacidad. Pero al final muchos han salido o saldrán condenados».

Para estos agentes, la desaparición de OCON tuvo un «claro efecto rebote». «Hasta los mismos narcos nos lo decían, que estaban manteniendo un perfil más bajo, que no entraban a descargar, que a ver cuando nos íbamos». Y se fueron. «Ya no es porque fuéramos buenos o malos, es que si el narco lo ve más fácil, actúa. Éramos un refuerzo y ya no estamos. Y éstos se vienen arriba y si a uno se le va la olla y quiere llamar la atención pues ocurren estas desgracias porque no miden. No hay que esperar de ellos los escrúpulos que no tienen. Y así ha ocurrido».

Actualmente el conocido por los traficantes como el 'capitán David' se encuentra como teniente coronel en Madrid en una oficina. Nacido en Algeciras, todavía hoy sigue llevando escolta y está a la espera de cómo se resuelve su controvertido caso en la Audiencia Nacional.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación