El Concert Music Festival se despide en Cádiz con un llenazo de Dani Martín

Se vendieron todos los tickets; largos atascos a la entrada del poblado, con la pista abarrotada y la grada completa. Mucha grupie y otro tanto de pijerío patrio: cayetanía de aquí y de los madriles. Más que asistentes, fans.

Se enciende el recital con La suerte de mi vida: «Y pienso, que si no existes, / yo, me muero». Lo engarza con otro tema un tema clásico de ECDL, Volverá.

La grada, que brinca, se mece como un palio ‒o como un rascacielos en Tokyo durante un terremoto‒, y el cronista reza. Suena otra de las piezas cumbre de ECDL, Son sueños, banda sonora de nuestra adolescencia –de los millenials, digo–.

«¡Buenas noches, Cádiz!, ¡el rincón más bonito del mundo!», se presenta Dani Martín, metiéndose a un público que ya tenía ganado aún más en el bolsillo.

Suena «Puede ser que la vida me guíe hasta el sol, / puede ser que el mal domine tus olas». Las parejitas –que también abundan– acarameladas con esta balada pop.

Le sucede un buen tema, de los que le ponen a un sensiblón: Qué bonita la vida. Merece pausar la crónica y disfrutar la canción...

«Una canción de amor que le hice a una mujer preciosa», se expresa el madrileño dando paso a Emocional: «No hace falta; si sientes, ya está. Déjame que te ronde».

Que se mueran de envidia. Composición perteneciente al álbum La montaña rusa. Se encienden las linternas de los móviles, como luciérnagas, a petición del vocalista.

Hace el otrora líder de ECDL un alto musical para decir unas palabras: «Cádiz es mi casa». «Está siendo una gira preciosa, con todo lleno, con una energía súper bonita». «Le doy gracias a la vida por este regalo tan maravilloso». «Hoy, por fin, voy a dormir en mi cama. En el sitio más bonito del mundo que se llama Zahara de los Atunes. Pero nunca vayáis, que hace mucho levante», remata con cierta sorna.

Replica la hinchada con un clásico local: «¡Esto es Cádiz y aquí hay que mamar!» Retoma Martín la música con Portales: «Volver a hacer las paces / Por semanas sin hablarme / Y acabar nuestro domingo / Follando como animales»

«Se dice follando, señores; sí, señor; es que en la radio ponen un pitido. A veces se folla en la vida», se desahoga el madrileño.

Le sigue Contigo, otro clásico de Los 40 principales y Cadena Dial. «Esta canción creo que es la más bonita que he escrito, con mi hermano, con un papel, y se llama Peter Pan».

Le llega el turno a la melancolía con Ya nada volverá a ser como antes. Y ahí uno se acuerda de Fernando Torres y Natalia Verbeke en aquel videoclip aeroportuario. Eran otros tiempos. Bota el público y, para pánico del plumilla, la grada –resiliente– vuelve a tambalearse.

«Esta es una canción que nos compusimos mi primo David –El Pescao– y yo, él uno al otro» y se llama Tal como eres.

Turno para otro clasicazo, Me desperté pensando: «Como si hubiéramos ganado / por habernos conocido».

Detrás de esta viene Cero. «Y quiero que todo vuelva a empezar, que todo vuelva a girar».

Cómo no, tuvo sus palabras para el Atleti, para su Atleti. «Qué moral tenemos». «Yo soy del Cádiz también, tengo la equipación del Cádiz con mis iniciales», prolongó su speech Martín entre la verborrea y el populismo.

Sin solución de continuidad, el cantante pregunta: «Quieres bailar?» «Las manos arriba». La mentira. Tema fuerte de su último trabajo. «Yo no conozco a Shakira ni a Luis Miguel».

«Que lo que te falta es eso / que te calienten los Huesos». A dúo con su corista, Cris Méndez, a falta de Juanes.

Euforia a pie de pista, mucha juventud, con los acordes de «Nos queda una canción».

Tercio final de amago de despedidas. Ataca Volver a disfrutar. Pero el delirio colectivo, como no podía ser de otra manera, llega con Zapatillas. Le sucede Insoportable y la noche del Concert se va apagando hasta la próxima edición.