NAUFRAGIO DEL DOMENECH DE VARO

«Tenemos el 70 por ciento de posibilidades de que nuestros padres estén enterrados allí»

Familiares de los marineros gaditanos que naufragaron hace 51 años en Lanzarote y cuyos cuerpos nunca se identificaron están más cerca de poder encontrarlos

Ya se ha presentado en el juzgado de Arrecife un expediente para solicitar la exhumación

Periódico de la época que anunció el hundimiento. Julio Pose, patrón del barco naufragado. Abajo, nichos sin nombre en el cementerio de Arrecife. La Voz
María Almagro

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Cuando se acaban de cumplir 51 años de una de las mayores tragedias que ha vivido la historia marinera de la provincia de Cádiz, la lucha por poder escribir ya un final a esa agonía continúa. Un grupo de pescadores de Cádiz, El Puerto, Sanlúcar y Barbate fallecieron frente a las costas canarias al naufragar el barco en el que faenaban. Algunos de sus cuerpos se encontraron pero jamás se identificaron y además su hallazgo nunca se les comunicó a las familias. Un drama por tanto que ni siquiera pudieron cerrar, ni llorar, ni despedir, ni siquiera contar porque no sabían ni lo que había pasado. Una tragedia que no transcendió como tal porque no tuvieron ni esa posibilidad.

Hasta que hace un año fueron conscientes y se fueron enterando de que en el cementerio de San Román de Arrecife había unos nichos sin nombre, en blanco, que podrían ser las de esos tripulantes que nunca volvieron a puerto. Las familias del 'Domenech de Varo', el barco donde sus seres queridos perdieron la vida, se constituyeron en asociación y desde entonces están luchando para poner nombres al olvido. Para que se identifiquen y traerlos de nuevo a casa.

El barco pesquero con base en el muelle de El Puerto naufragaba el 6 de febrero de 1973 en las costas de la isla de Lanzarote, concretamente en la Hondura de Mala. Allí pegó contra el cabo de Seifio cuando iba buscando el amparo del puerto de Arrecife tras haber detectado una avería en el motor. De sus doce tripulantes, dos fueron los supervivientes y diez los fallecidos, de los cuales: ocho cuerpos se rescataron (tres se identificaron y los otros cinco fueron enterrados sin identificar), y otros dos nunca se encontraron.

«Llevamos un año trabajando muy duro», cuenta José Manuel Pose, hijo de Julio Pose, el patrón de pesca fallecido. En este tiempo han conseguido, por un lado, recabar ayudas de distintas entidades y administraciones para poder sufragar el coste de las exhumaciones. Y así han recibido aportaciones de la Fundación Unicaja, el Ayuntamiento de Sanlúcar y la cofradía de pescadores de la localidad, además de estar a la espera de firmar las aportaciones de la Diputación y de la Junta.

Y por otro lado, el camino burocrático. El judicial y administrativo. «Ya hemos presentado en el juzgado de Arrecife un expediente de jurisdicción voluntaria para solicitar la exhumación». «Además, todos los familiares ya nos hemos tomado las muestras en un laboratorio para las pruebas de ADN para que una vez haya permiso todo pueda ir más rápido».

«Ya está más cerca»

El día en el que tendrán que enfrentarse a la verdad de si sus padres, hermanos, tíos, abuelos... están en los nichos 70, 72, 73, 75 y 76 no se sabe aún pero sí que «está más cerca». «Estamos desesperados, nerviosos... pero entendemos que es un proceso judicial que lleva su tiempo. Todos tenemos ganas pero llegará».

Hasta entonces tendrán que convivir con esa maldita duda un poco más. «Es complicado llevar algo así, sabes que uno de ellos puede ser... o no... pero antes ni lo sabíamos y ahora tenemos el 70 por ciento de posibilidades de que nuestros padres estén allí», confiesa el hijo del marinero y uno de los máximos promotores de esta historia. «Yo me encuentro preparado psicológicamente ya para lo que venga. Han sido muchas horas de biblioteca, de hemeroteca, de ver documentos, de arreglar papeles, de seguir... alguno se ha ido para abajo por si no lo van a encontrar pero siempre les digo lo mismo: 'si no es por ti, será por otro y al menos te quedará la conciencia tranquila de que esa persona sí ha podido recuperarlo'».

Y así pasarán estos días hasta que, todos, juntos, viajen hasta Arrecife y allí, más de medio siglo después puedan encontrar la verdad; la que les escondieron y ellos han luchado por encontrar de una vez por todas.

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