El Juan Sebastián de Elcano será observatorio científico permanente del cambio climático

Sus resultados y próximas investigaciones se han presentado este jueves en el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), en una rueda de prensa presidida por el comandante director de este centro de la Armada, capitán de fragata Salvador Espinosa González-Llanos, el comandante del Elcano, capitán de navío Manuel García Ruiz y la vicerrectora de Política Científica y Tecnología de la Universidad de Cádiz, María Jesús Mosquera Díaz.

Esta iniciativa científica que llevarán a cabo los guardiamarinas del Elcano junto con investigadores de la Universidad de Cádiz y del Instituto Hidrográfico de la Marina, se enmarca dentro del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible proclamado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para los años 2021-2030. Así se ejecuta el compromiso adquirido en el acto de entrega de la Bandera 'Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible' al comandante del Juan Sebastián de Elcano, el pasado 8 de febrero de 2022, como reconocimiento a las actividades realizadas durante los tres años previos desde que el proyecto 'Bandera 1519' se puso en marcha. «A partir de ese momento, el buque forma parte de este programa de la UNESCO, con el objetivo de apoyar los esfuerzos encaminados a revertir el ciclo de disminución de la salud de los océanos y la creación de mejores condiciones para el desarrollo sostenible de los mismos».

Y es que el proyecto 'Bandera 1519' se planteó como un proyecto piloto para evaluar la viabilidad del buque escuela como observatorio científico permanente durante las navegaciones que realiza por los océanos de todo el mundo. Este proyecto se desarrolló en los cruceros de instrucción que el Elcano realizó en los años 2021 y 2022, «con unos resultados científicos obtenidos que fueron considerados como altamente satisfactorios».

«Nos encontramos con un personal muy dedicado, con mucha seriedad», ha asegurado el coordinador de la investigación, el catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Cádiz Miguel Bruno Mejías, refiriéndose a los guardiamarinas y la dotación del buque escuela. Desde el principio, el proyecto se planteó en tres fases: la primera de instrucción, en la que los investigadores de la UCA enseñan a los guardiamarinas la forma de tomar las observaciones oceanográficas; la segunda, durante la que los guardiamarinas toman lasobservaciones con la calidad suficiente para ser utilizadas en la investigación y, por último, los investigadores de la universidad se encargan de la exploración científica y la divulgación de los resultados.

Durante estos años, ha explicado el profesor Bruno, el proyecto ha consistido en probar si esta metodología funcionaba y «la calidad de los resultados hicieron meritorio al buque de la concesión de la bandera de la UNESCO. Demostrando que el buque se puede utilizar como plataforma para tener a bordo un observatorio permanente del cambio climático», ha señalado el catedrático.

Así pues, el buque se ha mostrado como apto para la obtención de perfiles de temperatura del agua de los océanos, obteniendo datos de calidad suficiente para su explotación científica. Ha subrayado el catedrático de la UCA el «gran valor científico de estas observaciones», destacando el importante papel del barco. «En el momento actual es crucial poder tener la ayuda del Juan Sebastián de Elcano porque si no, no podríamos hacer nada parecido», ha asegurado, poniendo como ejemplo la toma de muestras en el Ecuador, zona en la que se obtiene información muy importante de los océanos, siendo un «punto clave en el seguimiento del cambio climático».

También se mostró como factible la observación de cetáceos, cuyo «inventario de especies investigadas puede aportar información relevante para el seguimiento de los efectos del cambio climático en la menor o mayor presencia de especies». Pero la metodología de observación de basuras marinas no resultó factible, ya que, por las características de la travesía del buque, siguiendo las corrientes oceánicas, no discurre por las zonas donde se acumulan estas basuras.

Este proyecto piloto y la explotación científica y académica de las observaciones obtenidas ya ha dado como resultado para la UCA un trabajo de final de grado, otro de final de máster y la generación de artículos de investigación. Pero ahora, con Elcano como plataforma, por la proa quedan muchos más avances científicos.

Durante el próximo crucero de instrucción, que comienza este sábado 14 de enero y concluirá dentro de seis meses, el 21 de junio, se realizará un nuevo programa de observaciones con cuatro objetivos científicos. El primero, continuar con el seguimiento de la variación de perfiles de la temperatura del mar en la zona ecuatorial del Atlántico y en el giro de corrientes subtropicales del océano Atlántico. También se pretende realizar un seguimiento continuado de la biomasa de zooplancton usando la sonda biológica EK80, recientemente instalada en el buque Elcano. Además, se va a seguir con el programa de avistamiento de cetáceos y la elaboración del inventario correspondiente. Y, por último, se realizarán pruebas con boyas de deriva de bajo coste (para poder lanzar un número importante) con sensores, fabricadas por una empresa gaditana, que complementen el banco de observaciones de salinidad y temperatura del observatorio permanente de años anteriores.

«Ya nos apañaremos para ir consiguiendo la financiación que haga falta», ha dicho el catedrático Miguel Bruno. «Vamos a intentar obtener lo máximo del barco, siendo más importante la calidad que la cantidad».

Para ello, el sábado zarparán en el Juan Sebastián de Elcano un investigador de la UCA y un ingeniero del Instituto Hidrográfico de la Marina, que realizarán a bordo el trayecto de Cádiz hasta Tenerife. Durante el mismo ensenarán a los guardiamarinas a realizar las tareas correspondientes al proyecto que tienen que desarrollar a bordo, garantizando así la metodología de las observaciones.

«La misión de los guardiamarinas a bordo del buque es su formación», ha dicho el comandante del Juan Sebastián de Elcano, capitán de navío Manuel García Ruiz, durante la presentación. Por lo que estas tareas, «no excesivamente técnicas», están programadas dentro de las muchas que desarrollan a bordo, sin afectar al resto. «Por ejemplo, el personal que monta guardia en el puente tiene que estar permanentemente alerta para que no choquemos con otro barco ni obstáculo, y también, si avistan algún cetáceo, ven qué es y lo anotan», ha señalado. Asimismo, ha destacado la «ilusión» de los guardiamarinas que van a acometer esta nueva tarea, junto con el «compromiso» y el «orgullo» de la dotación «para contribuir al éxito del proyecto».

«Los futuros oficiales de la Armada contribuirán con su grano de arena a mejorar la salud de los océanos», ha dicho al respecto el director del IHM.

Por su parte, la vicerrectora de la UCA ha subrayado la importancia que tiene la para la universidad gaditana la transferencia de conocimiento «que debe llegar a las empresas y también a las instituciones». Destacando la «importante sinergia» entre la Universidad de Cádiz y la Armada, con «innovación, investigación y transferencia de conocimientos». Según María Jesús Mosquera, la UCA tiene mucho interés en seguir con esta línea de investigación, para desarrollar innovación conjunta, de la que es claro exponente el proyecto 'Bandera 1519'.