Antonio es uno de los dieciséis gaditanos que este miércoles ha recibido las llaves de su nueva vivienda social en régimen de alquiler en la calle Santiago número 11 de Cádiz. Comienza una vida nueva para él y para su padre, con quien vivirá en el inmueble. Tiempo atrás sufrió un ictus del que aún tiene algunas secuelas. «No he quedado bien del brazo y de la pierna, tengo fuerza, pero no como antes». Hoy comienza su nueva vida.
«Teníamos muchas ganas y mucha alegría porque nos dieran ya las llaves», cuenta. Fue la madre de Antonio quien se apuntó en el registro de Procasa hace «más de quince años», pero al fallecer en enero, «la casa ha pasado a mí, y ahora la disfrutaré con mi padre».
En septiembre cumple 45 años y no ve el momento de estar instalado en su nueva casa. «Ahora voy a hablar con unos transportistas para ver si me pueden ayudar a traer las cosas, y si las voy trayendo yo poco a poco con una carretilla».
«Me llamaron para una cita y no sabía para lo que era»
A principios de verano, «no sé si en julio o junio, pero sí fue un jueves», Antonio recibió una llamada para tener una cita con una trabajadora social. «Me llamaron para una cita y no sabía para lo que era».
«Cuando me lo dijo la trabajadora social no me lo creía, era para la entrega de la casa», apunta.
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