tabaquismo

Cádiz libra la batalla del humo

El Ayuntamiento trabaja para que la Plaza España y el Parque Genovés sean espacios en libres de humo

En el año 2020, Cádiz era la quinta provincia española con un mayor número de fumadores

El Mercado Central de Cádiz, expedientado por permitir fumar en su interior

El Parque Genovés es uno de los espacios en los que el Ayuntamiento pretende que no se fume J.M

Jesús Mejías

Pocas batallas ha habido en la historia como la de fumadores contra no fumadores. En los últimos años, las personas que fuman han visto como poco a poco han llegado nuevas restricciones que les impiden 'echarse un cigarro' en los espacios públicos.

Las grandes ciudades empiezan a prohibir el tabaco. Sin ir más lejos, la Asociación Española Contra el Cáncer sacaba una campaña para que la Plaza España de Sevilla y el Parque de María Luisa sean declarados espacios sin humo, y a pesar de que la competencia sea del Estado, desde el Ayuntamiento, junto a todos los grupos de la oposición, se han manifestado a favor de esta campaña.

El Ayuntamiento de Cádiz se sumará también a estas recomendaciones. El equipo de gobierno está trabajando desde la Concejalía de Salud con la Asociación contra el Cáncer para declarar como espacio Libres de Humo tanto la Plaza España como el Parque Genovés.

Plaza España, otro de los espacios que se pretende que sea libre de humos J.M

No podrá el equipo de gobierno prohibir que se fume en ambos espacios, pero sí puede llevar a cabo iniciativas como el Ayuntamiento de Sevilla. Por lo tanto, la medida que se quiere aprobar desde el Consistorio no podrá incluir multas ni sanciones económicas, pero podría darse el caso de que hubiera una señalización de la zona libre de humo con el objetivo de reducir el consumo de tabaco.

Se genera de esta forma un debate: Cádiz, ¿una ciudad libre de humo?. Toda medida de tal calado, y tan polémica, tiene sus partidarios y detractores. Por un lado, los fumadores critican que al encontrarse en un espacio abierto no tendría que prohibirse, mientras que los no fumadores recalcan el malestar que supone tener que oler a tabaco en plena calle.

Al igual que en España está permitido fumar en espacios públicos, también estuvo permitido fumar en espacios públicos cerrados. Hasta no hace mucho era bastante habitual que en los restaurantes o universidades, por ejemplo, una persona estuviera fumando un cigarro. Sin embargo, el 2 de enero de 2011 entró en vigor la Ley Antitabaco, una ley considerada bastante dura por aquel entonces y que dejaba sin humo, por ejemplo, el acceso de los hospitales y los parques infantiles. Leire Pajín, ministra de Sanidad por aquel entonces, defendía que «la ley es necesaria por una cuestión de salud pública. El tabaco mata también a los fumadores pasivos y a los cientos de trabajadores de la hostelería que no pueden elegir si fumar o no fumar».

EL 32,4% de la población de la provincia de Cádiz es fumadora

Según los datos de epdata, el 22% de la población española afirma fumar a diario, el 2% es fumador ocasional, el 25% se declara exfumador, mientras que más de la mitad se declaran no fumadores, siendo esto frecuente en mujeres mayores de 75 años.

La cifra de personas mayores de quince años que afirma fumar a diario en España asciende a los 8,6 millones de personas, mientras que los no fumadores ascienden hasta los 20 millones de personas. Además, desde el Ministerio de Sanidad se aporta el dato de que el 25% de los hombres fuman de manera regular, mientras que en las mujeres la cifra se sitúa en el 18%.

Por otro lado, la Asociación Española Contra el Cáncer estima que entre 2018 y 2006 las personas que fuman a diario se han reducido en un 6%, mientras que las no fumadoras han aumentado en un 11%.

En un informe recogido del año 2020 se recoge que en la provincia de Cádiz la población fumadora alcanzaba el 32,4%, mientras que el 22% lo había intentado dejar en alguna ocasión. Estos datos evidenciaban que Cádiz era la quinta provincia de España con un mayor número de fumadores.

Andalucía es la Comunidad Autónoma en el año 2022 con un mayor porcentaje de personas fumadoras, en concreto el 20,2% de la población fuma tabaco, mientras que el 34,4% son exfumadores y el 45,5% no son fumadores.

El Mercado Central de Cádiz, expedientado por permitir fumar

El Mercado de Abastos de Cádiz, al igual que muchos de otros rincones de España, tiene una zona dedicada a la hostelería. Hay una gran multitud de puestos en los que comprar comida y degustarla en unas mesas altas. Una práctica cada vez más repetida y una forma de gastronomía que gusta, y mucho.

Se trata de un espacio sin humo y hay una cartelería que así lo demuestra. Sin embargo, es bastante habitual, sobre todo en el fin de semana, ver a personas fumar sin ninguno tipo de pudor, aunque esté totalmente prohibido.

Es por ello, que ante las quejas de usuarios no fumadores, la asociación NoFumadores presentaba una denuncia ante la Junta de Andalucía y tras una inspección se encontraron diversos incumplimientos, entre ellos el de la Ley 28/2005 de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo.

Desde la asociación señalan que es el propio Ayuntamiento de Cádiz el responsable de la gestión del Mercado Central y es por ello que podría recibir una multa, al igual que sucede con las distintas terrazas de la capital gaditana en las que se fuma a pesar de los carteles de «Prohibido fumar». Dicha ley recoge que permitir fumar en los lugares en los que exista una prohibición total, como es el caso del Mercado de Abastos de la capital gaditana, constituye una infracción grave, por lo que la multa al Ayuntamiento podría alcanzar los 10.000 euros.

«En la Plaza se fuma, y mucho. Se fuma especialmente alrededor de las mesas en las que los usuarios traen la comida de los puestos de restauración. Todo ello a pesar de los carteles colocados en las entradas y que recuerdan que se trata de un espacio sin humo, aunque el suelo lleno de colillas cuenta otra historia», recoge un escrito de la asociación en su página web.

Fachada del Mercado Central de Cádiz J.M

Además, desde Nofumadores informan que la inspección del Distrito Sanitario ha encontrado incumplimientos de la Ley del Tabaco en un pub de la ciudad, que se trata de «una terraza cerrada según la definición de la ley antitabaco, pues tiene más de dos paramentos y un techo, y por tanto un espacio que tiene que ser un espacio libre de humo».

Es por ello que tras recibir numerosas quejas que «alertaban de la presencia de ceniceros sobre las mesas y cigarrillos encendidos incluso en presencia de bebés» y esperan que «este establecimiento corrija su comportamiento retirando los pineros de las mesas para no llevar a confusión a sus clientes, y aumente la cartelería, ya que solo la tiene colocada en la puerta de acceso al interior y debería limitar claramente la prohibición de fumar en esa terraza cerrada».

Fumadores vs no fumadores, el debate

Como en todo debate, hay multitud de opiniones. En este caso, encontrar a las personas que estén a favor y en contra de permitir fumar en espacios públicos es muy sencillo. Salvo algunas excepciones casi contadas con los dedos de una mano, los fumadores están a favor y los no fumadores están en contra.

Carlos es fumador habitual. «Creo que me puedo fumar un paquete a la semana».

Él no ve con malos ojos la hipotética prohibición. «Antes fumaba más, y ahora estoy fumando mucho menos, por lo que creo que sería bueno que me fuera habituando a tener menos sitios donde fumar para ir dejándolo totalmente».

«Muchas veces fumamos por inercia, es como que terminas de comer en la calle y antes del café te tienes que fumar el cigarro, creo que al final es algo más psicológico que otra cosa», señala.

La postura de Carlos es antagónica con la de José Luis. «Creo que puedo gastarme al mes de más de cien euros en tabaco».

«Hay gente ludópata, hay personas que se beben todos los días una litrona, y mi vicio es el tabaco», afirma, y agrega que «cada vez nos prohiben mas, ahora he leído que quieren subir el precio de la cajetilla a diez euros. ¿Dónde vamos a llegar? ¿Me van a prohibir fumar en mi casa también?».

Mismo pensamiento tiene José Manuel. «Yo fumo porque quiero, no obligo a nadie a estar conmigo mientras fumo, y si hay alguien que le moleste yo me aparto, ¿pero no fumar en un parque? Es una aberración».

Por otro lado, los no fumadores, un colectivo que desde primer momento ha expresado su total rechazo a la hora de permitir fumar. Ignacio nunca «me he fumado un cigarro».

«Pocas cosas odio más que el olor a tabaco», asegura.

«Si yo estoy comiendo en una terraza, ¿Por qué me tengo que comer el humo de otra persona?, es que no lo entiendo», recalca.

Existe también una figura a destacar y no es otra que la del fumador pasivo. Se entiende por fumador pasivo aquella persona que no fuma, pero que está sometida a los efectos nocivos del tabaco por aspirar el humo de las personas que fuman en su entorno.

Ana reconoce que uno de los motivos de la ruptura con su pareja fue el tabaco. «Mi ex novio fumaba y yo no fumo, y al final siempre me olía el pelo a tabaco, la ropa a tabaco…». «Vivíamos juntos y teníamos muchas discusiones, él quería fumar dentro de la casa y yo le decía que no, que se fuera a la calle, que ni en la ventana».

«A mí me gusta hacer deporte, y yo notaba a medida que nuestra relación avanzaba que me cansaba más y que tenía menos resistencia y mi entrenador personal me dijo que podría ser del tabaco», reconoce.

Riesgos y consecuencias del consumo de tabaco

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. Solo en Europa, fumar provoca todos los años 1,2 millones de euros. Además, es la principal causa de muerte por cáncer de pulmón y más del 50% de las enfermedades cardiovasculares. Solo en Cádiz, en el año 2020 se diagnosticaron 700 casos de cáncer de pulmón.

En España mueren 50.000 personas fallecen a causa del tabaco, una cifra mayor al de accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales juntos.

El cáncer de pulmón, hipertensión arterial, anginas o infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares como la trombosis, hemorragias o embolias son las principales enfermedades que puede llegar a causar el tabaco. En el caso de las mujeres, la probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 en las mujeres que fuman y utilizan anticonceptivos orales. Además, entre las mujeres fumadoras, la menopausia se adelanta una media de entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado, y aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.

Ana es médica, y señala que una vez que nos fumamos lo que se considera el último cigarrillo, «a los 20 minutos el pulso y la presión arterial disminuye», y «unas diez horas después el monóxido de carbono en sangre disminuye».

Posteriormente, pasadas 48 horas «mejoran los sentidos del olfato y el gusto», y a las 72 horas «los bronquios comienzan a relajarse». Hasta que no transcurren tres meses «el pulmón no empieza a trabajar mejor».

Nueve meses más tarde «puede seguir habiendo tos, pudiendo mantenerse hasta pasado un año y medio», y una vez pasados cinco años «el riesgo de sufrir una embolia o trombosis baja considerablemente».

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