Cádiz
Cádiz, un gran escenario
La intención del actual equipo de gobierno es que la ciudad tenga actividad durante todo el año para dinamizar la economía local
Con la Gran Regata aún fresca, Cádiz pone ya sus ojos en las siguientes citas marcadas en rojo en el calendario. Y es que esa es una de las grandes ambiciones que tiene el nuevo equipo de gobierno de la ciudad, hacer que Cádiz sea escenario de cuantos más grandes eventos, mejor. De esta forma se gana peso como un destino apetecible y se busca robustecer y desestacionalizar dos fuertes maquinarias de la economía gaditana como son el turismo y la hostelería.
El alcalde Bruno García anunció este martes que habría una nueva Gran Regata en 2027 y dejó entrever que será previsiblemente más completa y con mayor cantidad de buques porque el plazo para organizar la recién acabada había sido de dos meses. «La prepararemos con cuatro años de antelación y con mucha ilusión», dijo textualmente el regidor de cara a una cita en la que se conmemorará el centenario de la botadura del Juan Sebastián Elcano.
Más allá del festival de cine documental de Alcances, del 28 de septiembre al 6 de octubre, en lontananza, en menos de un mes, ya se ve la celebración del South International Series Festival, una cita que del 6 al 12 de octubre reunirá a la flor y nata de un sector en claro auge como es el de las series. Se trata de un evento abierto al gran público, por lo que cabe esperar que multitud de aficionados acudan durante esa semana a Cádiz. Es además uno de los pocos festivales dedicados a este género cada vez más consumido, por lo que la intención es que se convierta en una referencia absoluta dentro del mundillo y pueda asentarse. Se celebrará en la ciudad también en las ediciones de 2024 y 2025.
Casi cogiendo el testigo del festival, llegará otra de las fechas más esperadas, la SAIL GP. La Fórmula 1 de los veleros, como está denominada, ya ha demostrado ampliamente el positivo impacto de las ediciones anteriores, por lo que el nuevo gobierno del Partido Popular quiere organizar una programación paralela que complemente la espectacularidad de las embarcaciones 'volando' por enclaves tan icónicos como la Alameda.
Por tanto, series y veleros garantizan dos 'llenazos' en el próximo mes que dan relevo al logrado el pasado fin de semana con la Gran Regata. Venir, vendrán. Eso es seguro. Así que el objetivo municipal es volcar esfuerzos para que la impresión sea la mejor posible con la mente puesta en que se regresen.
El propio alcalde expresaba el lunes que, aunque no vayan a dejar de programar eventos durante el verano, la ciudad cuenta con una tradición y una fortaleza competitiva lo suficientemente consolidada para saber que durante el periodo estival la cosa «va bien» casi por decreto. Sol, playas, historia. Poco más hace falta para garantizar el éxito.
El reto llega cuando se empiezan a desempolvar las mochilas y los abrigos, porque ahí es cuando decae el turismo y es cuando hay que ingeniárselas para que la temporada baja sea lo menos baja posible y poco a poco se vaya igualando con los meses en los que se sacan otra vez las bermudas.
Con esa idea, Bruno García anunció que irían dando mayores pistas sobre nuevos planes para el otoño y la primavera. Entre medias, la Navidad, que también va a ser un momento del año en el que se va a apostar fuerte desde San Juan de Dios, aprovechando que muchos andaluces que viven fuera vuelven a casa para ver a los suyos.
De ahí, el telón del Falla se alza y lleva directo a más de un mes en el que el carnaval es dueño y de señor de la ciudad, con un tirón masivo. Y con algún que otro lunar a la vista, como la noche del primer sábado festivo, en el que una multitud de jóvenes llegados desde un poco más allá del puente hasta el último rincón del sistema solar pasan una noche de desenfreno y alcohol, comprado muy probablemente en su lugar de origen. Los gaditanos aprovechan esa noche para ponerse al día de su serie favorita, tal vez la que empezaron a ver tras el South Festival, y hacen cuerpo para el domingo de coros.
Con la quema del Dios Momo en San Antonio, la Semana Santa está ya a la vuelta de la esquina y Cádiz hace valer su tradición de ciudad capillita señera atrayendo a turistas y a enamorados de los pasos de misterio y los palios que hacen tours cofrades por media Andalucía.
El sol ya apretará con fuerza cuando se recoja el Resucitado y llegará el momento de empezar, con el verano ya en ciernes, a mover otra vez la noria de un Cádiz que salta de una festividad a otra, algo que agradecen sobremanera el comercio local y también los establecimientos hoteleros y hosteleros.
La cara B del turismo
Evidentemente, que Cádiz se convierta en un gran destino turístico lleva aparejado otra realidad muy compleja y desagradable. La proliferación de pisos turísticos, edificios completos en determinados casos, dificulta de forma notoria que los propios gaditanos puedan seguir residiendo en su ciudad. Los precios de la vivienda son cada vez más caros y el alquiler para vivir de forma permanente es prácticamente inexistente porque la gran mayoría de propietarios buscan como inquilinos a estudiantes o profesores o todo aquel que acepte quedarse en un piso únicamente de septiembre a junio, para poder luego aprovechar ese inmueble y alquilarlo por meses, quincenas, semanas o días a los turistas a un precio mucho más elevado.
Las cifras no indican otra cosa porque Cádiz sigue perdiendo vecinos año a año, que se pueden contar por decenas de miles en las últimas tres décadas. Por ello, el alcalde quiere promocionar la construcción de nuevas viviendas, tanto de protección oficial como de renta libre. No es ingenuo y sabe que revertir la situación, si es que eso es posible, conllevará mayores esfuerzos en el futuro. Pero es sabedor de dicha problemática y quiere mostrar su compromiso a la hora de buscar alternativas.
La juventud demanda además una apuesta decidida por impulsar otras acciones destinadas a mejorar sectores como el industrial, al entender que ofrece puestos de trabajo más estables, mejor remunerados y que no entran en competencia con la vida diaria del gaditano.
Los congresos y el Cádiz C.F., otros focos de atención
El Palacio de Congresos está también de moda. Desde hace muchos meses se suceden con fulgor cumbres, encuentros y todo tipo de reuniones de alto nivel que traen a Cádiz a muchos profesionales del resto de España y también de fuera de nuestras fronteras.
Eso ayuda, especialmente de octubre a mayo, a espolear el sector hotelero, que acoge con los brazos abiertos a los visitantes. Este año ya se han celebrado al final de la Cuesta de las Calesas la reunión ministerial del Proceso de Rabat en la que ministros de todo el globo debatieron sobre el futuro de las migraciones, el Congreso Mundial del Vino con especialistas de una industria cada vez más fuerte y, la pasada semana, la cumbre sobre la cooperación al desarrollo dentro de la presidencia de España al frente de la Unión Europea.
Precisamente en la clausura de esa reunión comunitaria, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Pilar Cancela, dio una de las claves por las que Cádiz tiene especial interés en albergar este tipo de citas: «Los ministros europeos se marchan impresionados de lo bonita que es Cádiz. Se van con ganas de volver, pero no a trabajar». Se genera empleo, se produce gasto en la ciudad, se publicita el nombre de Cádiz en medio mundo y se fomenta que la gente acuda a este rincón.
¿Qué otra cosa consigue el mismo efecto? Pues que un equipo de amarillo y azul esté todas las semanas en los principales espacios de información del país y que se le pueda ver allende los mares en cualquier televisión, ordenador, tablet o móvil del mundo. Jugar en la élite del fútbol español reporta no solamente unos beneficios importantes para el Cádiz C.F., también lo hace con todo lo que le rodea, desde el bar cercano al estadio que hace el agosto los fines de semana de partido hasta el hotel que aloja al equipo visitante. Y sobre todo, pone en el mapa a una ciudad que se abre a aficionados de todo el planeta que siguen la Liga.
