El juez envía a la cárcel a la tripulación del 'Miss', acusada de traficar con personas

Más de siete horas duró la complicada declaración de los siete integrantes de la tripulación del Miss. Todos ellos fueron llevados ayer en un furgón de la Guardia Civil a primera hora de la mañana y fue, pasadas la cinco y media de la tarde, cuando se supo el auto de prisión para la tripulación al completo, que ingresó en Puerto II acusada de atentar contra los derechos de los extranjeros en España.

El juez que se encargó de tomarles declaración a los detenidos no fue el titular del nº4 de Cádiz, que asumió el caso el martes por estar de guardia, sino su compañero del juzgado nº2 de la capital gaditana. Luis de Diego Alegre se desplazó a Algeciras para autorizar el internamiento del contingente de sin papeles a un centro de estancia temporal de inmigrantes, a la espera de que se resuelvan los trámites de repatriación, según confirmaron fuentes de la Guardia Civil.

En el auto de prisión aparecen los nombres de los tripulantes, que hasta ahora se desconocían porque estaban siendo verificados por la Guardia Civil. Además, se incluyen sus nacionalidades, y ese dato demuestra que al principio algunos de ellos mintió sobre su origen, ya que aseguraron ser de Gambia, Mauritania y Senegal y sólo dos de ellos son mauritano y senegalés.

Un apátrida

Las identificaciones que constan en el auto judicial son: Souley M. G., de 31 años y de Liberia; Hassan J., de Sierra Leona y de 24 años; Ahned A., de 36 años y de Chad; Sakou N., de Senegal y de 60 años (esta persona fue la que presenció el registro y podría ser el capitán del Miss); Nicholás N., de Liberia y de 47 años; Dahy H. L., de Mauritania y de 38 años; y Jig O., de 25 años y apátrida. Éste último aseguró a la Guardia Civil que desconocía su país de procedencia y a través de las primeras pesquisas realizadas con el Said (Servicio Central de Identificación) no se ha podido confirmar su estado de origen. Así, esta condición de apátrida está pendiente de las averiguaciones que está realizando la Interpol con sus archivos y los contactos que ha establecido con los países de donde podría ser originaria esta persona.

La tripulación se enfrenta a una posible condena, si en el juicio se la considera culpable, que oscila entre los cuatro y los ocho años de prisión, según esta tipificado en el actual Código Penal. Además, la legislación reserva las penas superiores para aquellos que les movía un ánimo de lucro al colaborar en la inmigración clandestina.

Cinco de los 216 inmigrantes que componían el pasaje declararon en los juzgados como testigos.

El juez aún no ha recibido toda la documentación requisada en el pesquero Miss, ya que la Guardia Civil no ha concluido el análisis de este material. Este periódico pudo saber que además de la carta náutica encontrada en el puente del barco, donde aparecía como último punto de la navegación las inmediaciones de Doñana; los agentes del Instituto Armado hallaron otra carta que perteneció al Miss y diversos objetos con ese nombre borrado. Estos indicios han servido para determinar que el arrastrero auxiliado frente a las costas de Huelva era el barco buscado por la Interpol, que alertó en varias ocasiones de su presencia en las costas españolas.