LECTORES. Un quiosquero vende varias revistas a un cliente. / NOELIA MARTÍNEZ
TELEVISIÓN Y RADIO

Cadenas y revistas muestran su rechazo a la ley de contraprogramación

Ambos sectores critican, por diferentes motivos, una medida gubernamental que reducirá de 11 a 7 días la obligación de anticipar la programación

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Dicen que nunca llueve a gusto de todos. Y, a veces, no llueve a gusto de nadie. Esto es lo que ha ocurrido con la nueva reglamentación que prepara el Gobierno por la que las cadenas no tendrán que hacer pública su programación con once días de antelación como mínimo, sino que la podrán presentar sólo con siete. Por causas completamente opuestas, la medida no satisface ni a los operadores privados ni a las revistas de televisión.

Mientras que las cadenas comerciales consideran que esta reducción de cuatro días limita la libertad de empresa y de competencia y mantienen que al espectador medio con dos días de adelanto de la programación les es suficiente, las revistas del sector afirman que la futura norma perjudica a los intereses de los consumidores y la valoran como insólita en el mercado audiovisual europeo y estadounidense.

La modificación que prepara el Ejecutivo -será aprobada por el Consejo de Ministros mediante real decreto y está a la espera del preceptivo dictamen favorable del Consejo de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información- ha sido calificada por la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA), como una medida propia «de mediados del siglo pasado, cuando un sola cadena emitía en blanco y negro», afirmaron ayer a través de un comunicado.

Las cadenas comerciales aseguran que los operadores de televisión son los primeros interesados en que los espectadores conozcan detalladamente y con antelación suficiente la programación que van a emitir, pero la obligación de hacerla pública con 11 ó 7 días de antelación «limita la libertad de empresa y de competencia, y discrimina a las televisiones hertzianas de las demás». Además, para apuntalar sus argumentos en pro de la contraprogramación sostienen que el espectador efectúa su elección de programas unas horas antes, o, como mucho, con dos días de adelanto.

Justo en el lado opuesto se sitúa la reacción de las revistas del sector, para quienes la reducción de 11 a 7 días de anticipo de la parrilla será un paso atrás que perjudicará los intereses de los consumidores. Además, insisten que tal medida es insólita en el sector audiovisual y que conducirá a una televisión «caótica».

Multas por los cambios

En este sentido, se manifiesta el director de las revistas Teleprograma, Supertele y Teleindiscreta, Agustín de Tena. Afirma que la medida no satisface ni a consumidores, ni a los editores de las revistas ni a los propios anunciantes. Asimismo, explica que la Asociación Internacional de Revistas de Televisión -en España 13 millones de personas usan estas publicaciones- se ha manifestado también en contra de la medida que prepara el Gobierno. Esta organización se sorprende de la situación española respecto a la europea. En Reino Unido, la programación se entrega a las revistas con dos semanas de antelación, al igual que en Alemania, donde venden ocho millones de ejemplares.

En la misma línea se manifiesta la directora de Semanal TV, Elena Castelló, para quien el decreto que prepara el Gobierno «causa un perjuicio evidente a las revistas y agudiza la desprotección del espectador». Además, recuerda, como De Tena, que las televisiones cambian la programación aún a pesar de tener que pagar multas por contraprogramar en aras de la competencia entre cadenas.