Noelia de Mingo, la médico residente acusada de matar a tres personas y herir a siete en la Fundación Jiménez Díaz en 2003, es conducida a la Audiencia Provincial. / EFE
en la Fundación Jiménez Díaz

La médico que mató a tres personas en Madrid en 2003 se niega a declarar

El fiscal pide 65 años y 11 meses de prisión para Noelia de Mingo, mientras que las acusaciones solicitan 84 años y 5 meses de cárcel

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La procesada, que vestía camisa blanca, pantalón gris y chaqueta negra, ha llegado a las 9,35 de la mañana a la sede judicial en un furgón de la Guardia Civil y ha sido escoltada por un agente hasta las dependencias donde iba a celebrarse la vista. Noelia de Mingo no iba esposada.

Los primeros testigos que han declarado en el juicio a Noelia De Mingo, la médico residente que supuestamente en estado de enajenación mental mató a tres personas e hirió a siete en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en 2003, han coincidido hoy en señalar que ésta tenía un comportamiento extraño desde hacía tiempo.

La acusada se ha negado a declarar ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que ha comenzado a juzgarla, mientras que si testificaron cinco de los heridos, personal sanitario del centro hospitalario, quienes se han referido a la actitud previa de Mingo e incluso uno de ellos ha asegurado que antes de los hechos había imaginado que la médico residente podría llegar a herirle.

"Tenía una mirada extraña, como desencajada, riéndose todo el rato y me daba miedo", ha afirmado una testigo, también médico residente del centro sanitario, durante la sesión de hoy, en la que el fiscal ha pedido 65 años y once meses de prisión para la acusada.

La procesada, que vestía camisa blanca, pantalón gris y chaqueta negra, ha llegado a las 9,35 de la mañana a la sede judicial en un furgón de la Guardia Civil y ha sido escoltada por un agente hasta las dependencias donde iba a celebrarse la vista. Noelia de Mingo no iba esposada.

Los primeros testigos que han declarado en el juicio a Noelia De Mingo, la médico residente que supuestamente en estado de enajenación mental mató a tres personas e hirió a siete en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en 2003, han coincidido hoy en señalar que ésta tenía un comportamiento extraño desde hacía tiempo.

La acusada se ha negado a declarar ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que ha comenzado a juzgarla, mientras que si testificaron cinco de los heridos, personal sanitario del centro hospitalario, quienes se han referido a la actitud previa de Mingo e incluso uno de ellos ha asegurado que antes de los hechos había imaginado que la médico residente podría llegar a herirle.

"Tenía una mirada extraña, como desencajada, riéndose todo el rato y me daba miedo", ha afirmado una testigo, también médico residente del centro sanitario, durante la sesión de hoy, en la que el fiscal ha pedido 65 años y once meses de prisión para la acusada.