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Los laboristas israelíes buscan alianzas que dejen a Kadima fuera del poder

Amir Peretz reconoce la existencia de conversaciones con la extrema derecha para formar una coalición de «emergencia social»

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Las negociaciones para formar Gobierno en Israel tras las elecciones del 28 de marzo dieron ayer un giro inesperado cuando el Partido Laborista reconoció que está tratando de formar una coalición de «emergencia social» con las formaciones de la extrema derecha y sin la presencia de Kadima, la formación de Ehud Olmert que venció en los comicios.

Con este fin, el partido de Amir Peretz ha entrado en contacto con el Likud, la coalición Unión Nacional-Partido Religioso Nacional, los ultraortodoxos de Shas y Judaísmo Unido del Pentateuco, la formación de los jubilados y los socialdemócratas de Meretz.

Todos estos partidos, junto con los laboristas, alcanzarían 70 escaños en un Parlamento de 120, una mayoría suficiente para gobernar, aunque sea difícil imaginar qué programa podrían encontrar unos grupos tan dispares. De hecho, el líder de Meretz, Yosi Beilin, que ayer se reunió con Peretz, trató de hacer entrar en razón al líder laborista y dejó claro que sus cinco diputados en ningún caso apoyarán una coalición con la extrema derecha. A pesar de ello, los laboristas insisten en continuar los contactos en esa dirección.

«Traidores»

Con esta iniciativa, Amir Peretz pretende convertirse en primer ministro apoyándose en el odio que el Likud y la coalición Unión Nacional-Partido Religioso Nacional sienten hacia Kadima por considerar que el partido que fundó Sharon está formado por «traidores» y es el causante de todos los males que afligen a la derecha. La delegación laborista que ayer se reunió con el presidente israelí, le recomendó que encargue la formación del Gobierno a Peretz.

La alianza derechista y religiosa Unión Nacional-Partido Religioso Nacional, que hoy será recibida por el propio presidente, también le pedirá que encargue a los laboristas la formación del Ejecutivo, ya que considera que no es el momento de negociar con los palestinos o proceder a una retirada unilateral de Cisjordania como pretende la formación de Ehud Olmert.