Keira Knightley: «Como seres humanos despreciamos a los que son diferentes»

La actriz británica estrena este 1 de enero «The Imitation Game (Descifrando Enigma)», una película que está en todas las quinielas de los Oscar

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Poco a poco Keira Knightley se ha convertido en la gran estrella británica de Hollywood. Simpática, reservada con su vida privada, y gastando bromas durante la entrevista Keira regresa a la pantalla con «Descifrando Enigma» donde da vida a Joan Clarke, analista de códigos y mensajes cifrados para el servicio secreto ingles durante la Segunda Guerra Mundial.

Después de conversar con Keira resulta sencillo entender por qué Hollywood se ha rendido ante esta joven de veintisiete años. Knightley pertenece a ese selecto grupo de estrellas que marcan tendencia y siempre están de actualidad, como sus compañeras Natalie Portman, Scarlett Johansson o su amiga Carey Mulligan, jóvenes brillantes que tratan de esconder su vida privada y con paso de plomo se mueven profesionalmente mezclando filmes comerciales con historias independientes.

-Siendo usted una mujer moderna ¿Como se siente a la hora de interpretar alguien tan respetable pero que al mismo tiempo nunca pudo hacer lo que quiso con su vida?

-Para crear el personaje nos hemos tomado ciertas libertades que no necesariamente se aplican a la vida de Jane Clark. Es un personaje creado con la vida de otras mujeres como ella. Necesitábamos mostrar contra lo que Jane se enfrentaba, como peleaba por un lugar en la mesa, por que la pagaran lo mismo que a sus compañeros. Lo que más me impresionó de esta historia fue la forma en que se trató a Alan Turing. Obviamente los derechos de los homosexuales en los cuarenta y cincuenta no existían, aun así me costó asimilar el prejuicio de la sociedad británica

-Se ha avanzado considerablemente en este tiempo

-En Inglaterra hemos cumplido cien años desde que se instituyó el voto de la mujer y el feminismo sigue siendo un movimiento relativamente nuevo. Igualdad no significa estar contra los hombres, sino ser tratadas de la misma manera en todos los aspectos.

-¿Le costó investigar sobre el personaje?

-Todo el sumario de Turing estuvo clasificado en secreto hasta los noventa y hay poca información, pero encontré un documental donde entrevistan a Jane que me ayudó muchísimo. Hemos hecho una dramatización de los hechos por lo que no fue necesario que investigara a fondo su vida.

-Su personaje dice que para conseguir la ayuda de la gente hay que gustarla y pretender que a nosotros nos gustan ellos ¿Cree que eso es cierto?

-Es una forma muy inteligente de pensar. Sí. Creo que es cierto. Esa fue una de las frases que más me llamó la atención de ella. Sin duda como mujer en la política era muy astuta, genuina, optimista. Jane sabe como conseguir lo que quiere y probablemente lo que dice sea cierto con respecto a su vida. Yo soy demasiado temperamental como para ser capaz de manipularme y pretender ser feliz cuando no lo soy, lo que muchas veces me hace pensar que no soy tan brillante. Creo que el comportamiento de Jane es mucho más inteligente

-¿Cree que ella era una mujer feliz?

-Era una mujer reprimida y a pesar de ello tuvo una carrera profesional impresionante. Jane con el tiempo conoció a un hombre del que se enamoró y con quien se casó y luego consiguió un Master. No tengo razones para sospechar que no fuera feliz, pero se obsesionó con lo que le ocurrió a Turing y eso marcó su vida.

-La obsesión forma parte de la historia, igualmente Turing vivía consumido por su trabajo. ¿Como actriz entiende esa forma de vivir en la que uno se convierte en una persona antisocial?

-Sí. Muchos actores a los que admiro profundamente disfrutan trabajando y viven totalmente entregados a su carrera. Turing era un matemático y yo no sé nada de matemáticas, pero entiendo la obsesión por el trabajo

-De los personajes que ha interpretado ¿cual fue el que la subyugó más?

-Supongo que Anna Karenina, porque fue el papel que me exigió más técnicamente. Desde el momento en que me sentaba en maquillaje hasta que terminaba el día de grabación pasaba entre catorce a dieciséis horas consumida por el personaje y yo no soy una actriz de método. Nuestra profesión es muy inestable y cuesta encontrar un buen papel por eso es necesario entregarse al cien por ciento en cada escena donde tienes la oportunidad de interpretar. Si está carrera no te obsesiona es mejor no estar en ella, porque no es fácil. Creo que solo el veinte por ciento de los actores trabaja y todos sabemos lo que cuesta conseguir un personaje

-¿Se ha acostumbrado a la inestabilidad?

-Nunca he conocido nada diferente, así que la respuesta es sí (se ríe).

-El director ha dicho que este filme es una celebración a todos los que son diferentes

-Sí. No podemos permitir a nuestros políticos que nos gobiernen con políticas llenas de prejuicios. Es aterrador pensar que puede ocurrir cuando un gobierno impone su forma de pensar. Igual que hizo Lenin o como se hizo en Inglaterra en algún momento de la historia. Nadie sabe lo que Alan Turing hubiera conseguido de no haber sido perseguido por el gobierno simplemente por su sexualidad. Queda una conversación pendiente sobre el sexismo, el racismo y las creencias religiosas. Como seres humanos despreciamos a los que son diferentes.

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