Envangeline Lilly como Tauriel
Envangeline Lilly como Tauriel

Evangeline Lilly: «No echaré de menos tener que enamorarme de una pelota de tenis»

La actriz interpreta a Tauriel, el «invento» de Peter Jackson en la trilogía de «El Hobbit»

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La aparición de Tauriel, a quien da vida Evangeline Lilly, en « El Hobbit: La desolación de Smaug» provocó muchas criticas por parte de aquellos que no entendían cómo el director Peter Jackson dejaba de ser fiel a la historia de Tolkien por cambiar el sexo de los elfons. Pero Jackson ya lo había hecho antes con Liv Tyler en su papel de Arwen en la trilogía de «El señor de los anillos» (le atribuyó escenas que Tolkien otorgó a otros elfos masculinos) y no dudó en volverlo a repetir para dar un nuevo giro a la historia. Tauriel es un personaje clave en la tercera y ultima entrega de la saga, donde finalmente se revela lo que ocurre con el triangulo amoroso formado por Tauriel, Legolas y Kili.

Con Evangeline Lilly nos sentamos a hablar en exclusiva para ABC de su personaje, su carrera y el libro infantil que acaba de publicar, «The Squickerwonder».

-Su personaje en El Hobbit tiene seiscientos años. ¿Cree que ha llegado el momento de tomar la decisión de casarse o va a seguir siendo un guerrero?

-Es muy joven para casarse (bromea). Uno de los temas que Peter (Jackson) y yo quisimos investigar fue el romance entre los elfos, ¿son como los humanos? ¿pueden procrear y enamorarse? Creo que para Tolkien eran seres ancestrales, del principio de los tiempos y no necesitaban enamorarse ni tener bebés.

-¿Qué fue lo que más le impresionó de esta trilogía?

-El aspecto artístico a la hora de crear los escenarios, los sets de rodaje, la capacidad de todo el equipo para ayudarnos a los actores a bucear en la Tierra Media. Aunque gran parte de nuestro trabajo fue frente a las paredes verdes del crhoma, cuando tienes la oportunidad de rodar en un escenario real la magia ocurre. Lo que no echo de menos son los guiones en élfico en mi habitación ni tener que aprendérmelos en ocho horas, tampoco echaré de menos los corsés que tenía que ponerme después de dar el pecho a mi hijo en mitad del frío de Nueva Zelanda, ni hablar o tener que enamorarme de una pelota de tenis.

-¿Disfrutó del poder de Tauriel?

-Sí. Me gustan los personajes que me exigen físicamente porque me hacen sentir una mujer poderosa.

-Hace diez años la entrevisté por «Perdidos» y me dijo entonces que se sentía confundida hacia su carrera como actriz debido a la fama ¿Ha hecho las paces con la idea de ser una mujer reconocida?

-Sigo sintiéndome confundida con la fama, pero he estado trabajando durante los dos últimos dos años como escritora y eso me ha ayudado a hacer las paces con mi carrera de actriz, con la audiencia, con todos aquellos que conocen mi nombre. Entiendo que la atención publica tiene sus beneficios y sus inconvenientes y en estos diez años he aprendido a surfear mucho mejor las olas de una carrera mediocre en la interpretación. No tengo fotógrafos siguiéndome y puedo pagar mis cuentas. He encontrado el equilibro.

-Muchos cuestionarán el hecho de que usted no disfrute del éxito.

-Me parece fascinante cómo la gente se sorprende cuando se lo digo. Debe de ser sensacional llegar a convertirse en Presidente de los EE.UU., pero estoy segura que si hiciera ese trabajo solo un día estaría deseando dejarlo. No todo el mundo está cortado por el mismo patrón y sirve para cualquier trabajo. Ahora mismo estoy rodando «Ant-Man» para Marvel y aunque me encanta mi papel no me da la alegría y la satisfacción que encuentro en la escritura. La actuación la disfruto y me siento agradecida, pero no es mi pasión.

-¿Se considera actriz?

-Aún no. Caí en esta profesión por casualidad, he tenido la fortuna de encadenar proyectos, pero hay otros en esta industria que son realmente actores como Cate Blanchett que se encuentra claramente en otro nivel, Robert Downey Jr, Johnny Depp, actores que pueden meterse en la piel de otro ser humano hasta el grado de hacernos olvidar quiénes son.

-¿Escribir es su pasión?

-Sí. Me fascina perderme en ese mundo ilimitado que me brinda la imaginación y dedicarme a construir historias. De hecho acabo de publicar mi primer libro, «The Squickerwonder», un relato para niños que ilustró Johnny Fraser-Allen, artista neozelandés que trabajó como diseñador en «El Hobbit».

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