Marco durante su estancia en el Hospital del Henares
Marco durante su estancia en el Hospital del Henares - isabel permuy

La emoción de los nuevos padres de Marco: «¡Qué rico es, y qué guapo!»

La familia de acogida recibió ayer al bebé de Mejorada. Le dieron un biberón y se lo llevaron a su domicilio

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Comienza esa segunda oportunidad que el destino le ha brindado a Marco, el bebé que estuvo a punto de morir el pasado miércoles en Mejorada del Campo tras ser tirado por su madre biológica a un contenedor de residuos urbanos. Ayer, el precioso niño pasó a formar parte de una de las diez familias de acogidas de urgencia que siempre están a disposición de la Comunidad de Madrid. «¡Qué rico es! ¡Y qué guapo!», dijo la madre de acogida, según cuentan a ABC testigos presenciales de la entrañable entrega.

El «bebé milagro» de Mejorada fue dado de alta en el Hospital Universitario -y público- del Henares, en Coslada. Allí, a los servicios de urgencia de este centro hospitalario, fue llevado el crío tras ser rescatado del cubo de la basura.

Dos jóvenes - Rafael Diéguez y Daniel García- descubrieron la mochila dentro del contenedor donde estaba Marco. Y, poco después, los agentes de la Guardia Civil, Andrés Moyano y Carlos Rodríguez, se lo llevaron al hospital. «Al abrir la mochila vi un bracito y saqué al bebé», ha contado uno de los agentes de la Benemérita, según ha venido informando este periódico. El bebé estaba al borde de la asfixia y todos se temieron lo peor. Sin embargo, Marco se agarró a la vida como una lapa. Hoy está sano, a salvo y, lo más importante, en el seno de una familia que le dará todo su cariño. Aunque sea de forma temporal.

Puede llamarse Julio

Esa familia es, como decimos, de las pocas que hay en Madrid en régimen de acogida de urgencia. Los mismos testigos que ayer presenciaron la entrega del menor, aseguran que «fue muy emotiva». Al niño le conocemos como Marco, que fue el nombre que le pusieron las enfermeras y cuidadoras del Hospital del Henares. Sin embargo, su nombre pudiera ser Julio, según el expediente administrativo abierto por las autoridades regionales.

Tras recibir el alta, Marco salió del hospital poco después de las nueve y media de la mañana. Tenía por delante un viaje corto pero lleno de futuro. Su destino era el Instituto del Menor y la Familia, en la Gran Vía madrileña. Allí ya le estaba esperando un matrimonio que cumplía todos los requisitos para acogerle.

Los mismos testigos indican que Marco llegó dormido al Instituto del Menor. Su sueño era profundo y placentero. No tenía la menor intención de despertarse. Estaba a gusto. Pero hubo que despertarle para darle un biberón. Tras alimentarse, el bebé volvió a coger el sueño. El papeleo fue rápido. Los padres de acogida se lo llevaron, de inmediato, a su domicilio.

No ha trascendido la identidad de esta pareja solidaria. Normal. Ellos sólo quieren que se respete una mínima confidencialidad además de su intimidad y, en especial, la del bebé porque, aseguraron en el Instituto del Menor y la Famila, «será lo mejor» sobretodo durante los primeros días «de adaptación».

Según hemos podido saber, esta familia de acogida de urgencia vive en Madrid y repiten experiencia. Se trata de un matrimonio de relativamente joven y con experiencia en la crianza de hijos propios.

A Marco se le seguirá alimentando a base de biberones y no tardará en ir cogiendo peso pues su estado de salud es bueno. Lo normal, ya en el seno de una familia, es que avance como cualquier bebé de su edad y sus características. Además, los padres de acogida le llevarán periódicamente al pediatra para que este especialista vaya controlando su desarrollo mientras permanezca con ellos.

«Todo es provisional»

El consejero de Asuntos Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, señaló ayer que, en casos como el de Marco, «hay un protocolo de actuación». Cuando el menor ha sido puesto a salvo y atendido en el hospital, se procede a la tutela provisional por parte de la Comunidad de Madrid. Había dos posibilidades: o trasladar al niño a un centro o optar por la familia de acogida. «Ya tenemos la familia», dijo «pero todo es provisional y a la espera de cómo se resuelva el caso».

Mientras, los servicios sociales seguirán en contacto con el padre biológico para evaluar si es oportuno, o no, que se quede con el bebé. Recordar que la madre biológica, Catalina A. M., de 37 años, está en prisión, comunicada y sin fianza, acusada de tentativa de asesinato. El matrimonio, de origen colombiano, tiene otros tres hijos de 4, 5 y 11 años a los que tampoco pierde de vista la Comunidad de Madrid. El marido ya no quería más.

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