El Camino de Santiago apadrinará a Japón ante la Unesco a cambio de promoción

Galicia y Japón han decidido que en sus rutas de peregrinación nunca se ponga el sol. Las relaciones entre la Comunidad y el país nipón, más intensas que nunca en los últimos años, se fortalecieron ayer con la firma de una alianza entre el Camino de Santiago y el Camino Shikoku con objetivos turísticos, económicos y culturales. La Xunta pone a disposición de las cuatro prefecturas por las que discurre esta ruta espiritual japonesa (Tokushima, Kochi, Ehime e Kagawa) todo su conocimiento para lograr que sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una suerte de apadrinamiento. A cambio, la promoción de la ruta jacobea en Japón promete incrementar el número de turistas ya de por sí al alza.

Algunos ejemplos: en 2014, llegaron a Galicia un 30 por ciento más de japoneses que en 2013. De ellos, más de 1.000 recorrieron el Camino. Hubo 20.500 pernoctaciones.

El hermanamiento entre ambos caminos se suma al establecido en 1998 con el Kumano Kodo, que en este caso sí es Patrimonio Mundial. La firma del convenio viene precedida de dos intensos años de trabajo con tres momentos álgidos: la visita a Compostela del príncipe heredero Naruhito en 2013, la del primer ministro, Shinzo Abe, en 2014 y el viaje del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, a Japón hace un año. Con un «nos vuelven a reunir los caminos», les recibió ayer el líder autonómico en el salón del Pazo de Raxoi dedicado a destacados encuentros.

«Seremos más fuertes si somos capaces de integrar nuestras culturas. No vemos en ello amenaza. El paso de los caminantes nos enriquece», apuntó Feijóo —que retomaba su agenda tras las vacaciones— y que enumeró elementos en común entre el Camino de Santiago y el Shikoku: rasgos paisajísticos, carácter hospitalario, respeto a las tradiciones, apoyo a la peregrinación...

Encuentros y asesoramiento

Feijóo aludió a un «ansía de colaboración» que se concreta en promocionar conjuntamente ambas peregrinaciones, generar flujos turísticos entre Japón y Galicia con nuevas iniciativas, organizar encuentros de tipo cultural y científico con carácter periódico «para ahondar en el conocimiento mutuo y en la conservación y transmisión de ambas rutas». La guinda es el asesoramiento para convencer a la Unesco de que el Camino Shikoku merece el máximo reconocimiento. «Están ustedes ante un aliado útil», presumió Feijóo antes los responsable de un trazado que discurre por 88 templos a lo largo de 1.400 kilómetros y originado en torno al gran monje Kobo Daishi Kukai.

Distintos representantes japoneses agradecieron la firma del acuerdo y el embajador de Japón en España, Kazuhiko Koshikawa, lo calificó de «hecho histórico». Y aunque reconoció que ambos caminos tienen «trasfondos diferentes» , coincidió con Feijóo en los muchos detalles compartidos. Él mismo aseguró que las conoce «muy bien» ya que las ha recorrido en el último año. Se da la coincidencia, apuntada por Feijóo, de que Koshikawa estudió en la capital. De ahí su guiño de pronunciar parte de su discurso en gallego.

La delegación nipona —que disfrutó de la gastronomía gallega y visitó la Catedral— volverá a su país con varias bolsas de pimientos de Padrón para Naruhito. Se trata de un envío prometido por Feijóo que aún mantiene en su móvil, de sus días en Japón, la previsión meteorológicas en la zona. A mediodía de ayer: 25 grados y chubascos.