Elia Esteban y García-Aboal, Bello Janeiro, Miguel Temboury, Rubido y Negreira
Elia Esteban y García-Aboal, Bello Janeiro, Miguel Temboury, Rubido y Negreira - m. muñiz

Rubido: «A veces es el juez quien, de manera calculada, filtra sumarios»

El director de ABC culpa a los instructores de las «penas de telediario que luego quedan en nada»

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La eterna pugna entre el derecho a la información y el derecho al honor marcó el punto de partida a la intervención que este lunes protagonizó el director de ABC, Bieito Rubido, en el marco de las jornadas sobre Asesoría Jurídica Empresarial promovidas por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en la Fundación Barrié de La Coruña. Para Rubido, las interferencias entre el derecho que todo ciudadano tiene a recibir una información veraz y el derecho a no ser injuriado quedan en muchas ocasiones en manos de unos jueces «con una visión bastante sectaria».

Ahondando en el debate —que el periodista abordó a través de distintos ejemplos a lo largo de su intervención— Rubido puso sobre la mesa cuestiones clave como hasta dónde llega el derecho de los ciudadanos a saber.

Una polémica con aristas que afecta a dos derechos fundamentales que «deben ponderarse» y que pone de relieve el papel determinante de los jueces. Volviendo sobre la actuación de algunos de estos magistrados —«un 95 por ciento hacen un trabajo honesto», matizó— el director de ABC desveló la «perversión actual» de un grupo de profesionales que «aplican la ley en base a su ideología personal». Enlazando con esta crítica, Rubido encaró las filtraciones a los medios de comunicación en relación con la Ley de enjuiciamiento criminal.

El pecado, en el origen

Metido en harina, el periodista no dudó en afear que algunos instructores faciliten a los medios sumarios de casos de manera interesada. «El pecado está en el origen de las filtraciones. Y en más de una ocasión se ha comprobado que quien hace llegar a un medio concreto el sumario o trozos de él de una forma calculada y cumpliendo un calendario determinado es el juez», llegó a afirmar poniendo en tela de juicio a magistrados «estrella que han convertido las filtraciones en un arma». Punto y seguido, el conferenciante salió en defensa de los profesionales del periodismo al afirmar que «combatir las filtraciones no debe ser objeto de persecución de un periodista o de un medio». «A mí no me parece que sea malo que la sociedad conozca un sumario cuando llega a un periódico, el problema es quién hace llegar el sumario», subrayó.

Preguntado acerca de las conocidas como penas de telediario, Rubido aclaró que se trata de imágenes y titulares que, en muchas ocasiones, «muestran un despliegue desproporcionado que al día siguiente queda en nada». «La culpa es de los jueces. Estas penas son injustas porque después, en la mayoría de los casos, no pasa nada», reiteró para volver a poner el foco sobre la actuación de algunos magistrados. Como solución a un problema latente en el plano informativo, el periodista abogó por que «se trabaje más con el Consejo del Poder Judicial que en intentar ahogar la libertad de expresión de los periodistas».

Periodismo sin aplausos

Sobre la labor comunicativa, el director de ABC lamentó que el «periodismo responsable, respetuoso y con normas no tiene premio ni aplauso en este país». «Muy al contrario, hacer uno más escandaloso, populista y amarillo tienen el reconocimiento del público». Como ejemplo puso los programas de televisión con más audiencia. Y apeló a la cuota de responsabilidad de lectores, oyentes y espectadores.

El encuentro sobre asesoría jurídica que arrancó ayer en La Coruña se dilatará hasta mañana con la intervención de ponentes como Aurea Roldán Martín, subsecretaria del Ministerio de Justicia; Elena Gutiérrez García de Cortázar, secretaria General de la Corte de Arbitraje de Madrid o Dionisio Escuredo Hogan, director del Departamento de Deontología del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. La clausura estará a cargo de Elia Esteban y García-Aboal, directora del Encuentro y de Domingo Bello Janeiro, director de la UIMP de Galicia.

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