Un refugiado afeita a su compañero en el campamento provisional de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, hoy, 17 de marzo de 2016
Un refugiado afeita a su compañero en el campamento provisional de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, hoy, 17 de marzo de 2016 - EFE

La UE rebaja las compensaciones a Turquía por el pacto sobre refugiados

Mientras los refugiados sirios siguen llegando a Grecia, los dirigentes europeos y el Gobierno turco mantienen un tenso regateo sobre un acuerdo que se vuelve cada vez más difícil y al mismo tiempo más necesario

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Mientras los refugiados sirios siguen llegando a Grecia, los dirigentes europeos y el Gobierno turco mantienen un tenso regateo sobre un acuerdo que se vuelve cada vez más difícil y al mismo tiempo más necesario. Si en la cumbre anterior, el pasado día 7, Turquía elevó el precio de su colaboración, ayer los Veintiocho respondieron con una contrapropuesta a la baja, que intenta asumir las inquietudes de muchos gobiernos sobre el respeto a los principios esenciales de la legalidad internacional y europea. Ante el pragmatismo de países como Alemania, a los que les conviene una solución lo más rápida posible, otros países han señalado ciertos límites. Como dijo a su llegada el primer ministro belga, Charles Michel, Turquía «pide mucho» en «una negociación que parece un chantaje».

Los jefes de Estado y de Gobierno dedicaron la cena de ayer a dar los últimos toques a la propuesta que no quisieron aprobar en la última reunión y que volverán a presentar hoy al primer ministro turco Ahmet Davotuglu. El núcleo del plan sigue siendo que los demandantes de asilo que han llegado ilegalmente a Grecia serán devueltos a Turquía. Es decir que «todos» los inmigrantes irregulares que crucen desde Turquía a las islas griegas serán «devueltos a Turquía», aunque se aclara que se trata de una medida «temporal y extraordinaria». Además, “por cada sirio devuelto a Turquía desde las islas griegas, otro sirio será reubicado desde Turquía al interior de la UE” de forma legal, para que sea acogido en algún país según los criterios de reparto ya acordados. Se añaden todo tipo de previsiones para que el mecanismo se lleve a cabo según la directiva de asilo, la convención de Ginebra y un acuerdo bilateral de readmisión entre Grecia y Turquía que jamás se ha llegado a poner en práctica. La Comisión Europea prevé en sus propios planes que se necesitarán «medios excepcionales» para llevar a cabo los traslados y en todos los aspectos se da por hecho que se propone hacer son expulsiones masivas, aunque legalmente se tramitarán de forma individual tal como prevé la legislación que se pretende respetar.

Equilibrio

La canciller Ángela Merkel, que es la que más presiona para facilitar el acuerdo con Turquía, insistía en su tesis de que de lo que se trata es de «encontrar un equilibrio entre los intereses de la UE y los de Turquía», que pide a cambio que se le conceda la exención de visado a sus ciudadanos y una aceleración de las negociaciones de adhesión. Turquía pedía también 3.000 millones de euros adicionales pero la propuesta solo menciona esta cifra como un límite máximo de lo que se podría llegar a pagar. Y para todo lo demás, la apertura de nuevos capítulos de negociación y la exención de visado, los europeos dejan la puerta abierta a las pretensiones turcas, pero insisten en la necesidad de que Ankara cumpla estrictamente con los requisitos que eso supone. Para los turcos, poder entrar en la UE sin visado es un objetivo ansiado desde hace mucho tiempo, pero los requisitos legales le obligan a imponer entonces a su vez el visado a países de Asia Central con los quer mantiene relaciones especiales. La redacción de la propuesta de acuerdo mantiene las fechas que exigía Turquía, para junio próximo, pero también señala los pasos intermedios que establece que Turquía debería haber cumplido con sus obligaciones corespondientes antes de final de abril.

El chipriota Nicos Anastasiades, ha dejado claro que no accederá a que se abran nuevos capítulos de la negociación si los turcos no han dado los pasos que establece el propio proceso que hasta ahora se han negado a dar y que implican aspectos esenciales para su país. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, que es el que más interesado está en encontrar una fórmula eficaz, está siendo en contraste uno de los más discretos.

En lo que si están todos de acuerdo es en que este es un problema prioritario, que vigilarán «intensamente» la posibilidad de que se abran nuevas rutas de inmigración ilegal para entrar en Europa para lo cual se comprometen a poner en marcha «lo antes posible» la propuesta de crear un cuerpo europeo de guardacostas y guardafronteras, así como la reforma de la legislación actual sobre asilo y el diseño de una verdadera política europea de inmigración.

Davotoglu era esperado en Bruselas ayer tarde-noche, para poder empezar las negociaciones aunque fuera de forma indirecta. Mientras los líderes europeos cenaban en el edificio «Justus Lipsius» del Consejo Europeo y cerraban el texto de su contraoferta, el primer ministro turco recibía la información en su hotel, para adelantar pasos en el regateo que se espera para hoy. Se ha previsto una reunión matinal, un desayuno, pero los funcionarios europeos han vuelto a advertir que «la concina está abierta por si se transforma en comida».

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