Juan de la Rosa, el amigo más leal y desinteresado de Rocío Jurado

Tras la tensión acumulada en la primera docuserie, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, sorprende ahora ver a Rocío Carrasco sonreír al recordar a los que más quería. Además de su madre, protagonista absoluta de ‘En el nombre de Rocío’, también hay momentos para otras figuras que han dejado huella en ella. « Juan de la Rosa era alguien imprescindible en su vida», recuerda feliz: «Sin Juan, su vida estaría incompleta. Es la única persona que la ha acompañado siempre de una manera desinteresada. Y es la única persona que le fue fiel. Le brindó una lealtad suprema de forma desinteresada. Fue la persona a la que ella confiaba mi bienestar, junto con mi padre, y el cuidado de la casa. Era su hermano: elegido y sin elegir, era su hermano. Era alguien maravilloso que hubiera dado la vida por ella», insiste Rocío, esta vez con los ojos brillantes por una emoción apenas contenida. Juan y Rocío se conocieron de una manera muy curiosa. Juan hacía la mili y era amigo de Hilario López Millán, con quien compartía batallitas en el servicio militar y la admiración por la Jurado. Llevados por la pasión, escribieron una carta a la artista como. «Se la llevaron en mano a casa», puntualiza Rocío; «La recibió mi abuela, pero entonces mi madre salió para hablar con ellos y agradecerles. Iniciaron una relación en la que él dejó de ser admirador para convertirse en su secretario personal y parte de su familia».

Rocío ya rindió especial homenaje a Juan de la Rosa en la emisión de ‘ Montealto : Regreso a casa’, dejando bien patente que le llamaba ‘tío Juan’ porque siempre le consideró como un hermano para su madre y, sobre todo, porque le tenía más cariño y más respeto que a sus verdaderos tíos, Gloria y Amador. De ahí la nada inocente insistencia en lo ‘desinteresado’ de la relación y en la ‘fidelidad’ que mostró hasta el último momento.

Curiosamente, no fue la única persona que intentó conocer a ‘La más grande’ de la misma manera: Encarna Sánchez «estaba muy encima, muy encima», recuerda Rocío: «Me refiero a que llamaba y llamaba y llamaba». Pero la locutora era boicoteada por la madre y la abuela de la Jurado, a las que «no les gustaba un pelo». Ojito al percance que llegó a sufrir en su intento por meterse en la casa de la cantante…