Cosas que explican por qué engordas tres kilos de media en verano

Huir de los fogones, comer por aburrimiento, las altas temperaturas o el abuso de helados son algunos de los motivos que explican por qué comemos peor durante la época estival

Test para adelgazar: ¿Sufres de hambre emocional?

El consumo de helados es uno de los causantes del aumento de kilos en verano

S. F.

Después de meses luchando con la operación bikini , llega el momento de meterse en él. Vacaciones, reuniones familiares, comidas con amigos, festivales y terracitas, muchas terracitas. Aunque el verano pueda parecer la época idónea para acabar con esos kilos de más al sustituir los platos abundantes y calóricos por alimentos más frescos y ligeros, la realidad es distinta. De hecho, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición advierte que los españoles ganan de media 3 kilos cada verano.

Conscientes de ello, los expertos de IMF Business School han analizado cuáles son los motivos más comunes que explican por qué comemos peor en verano:

El calor y la cocina son incompatibles

Con las elevadas temperaturas lo que menos apetece es encender el horno, los fogones o la vitrocerámica que aumenten todavía más la sensación de calor, por lo que es habitual recurrir a precocinados y recetas rápidas, pero con un alto contenido calórico. Frente a estas opciones de baja calidad nutricional, siempre es mejor optar por platos sencillos y sanos como gazpachos o ensaladas caseras, pero ¡ojo con los condimentos!

Terraza y cerveza van de la mano

El verano es la época de las terrazas y la cerveza. Así lo demuestran los datos de la Asociación de Cerveceros de España, que aseguran que entre julio y septiembre se bebe el 30% de la cantidad consumida de esta bebida durante todo el año. Los expertos advierten que las bebidas alcohólicas no son sustitutos del agua como fuente de hidratación no solo por sus efectos nocivos y calóricos, sino porque el alcohol disminuye el nivel de agua en el cuerpo. Además, el alcohol provoca que el cerebro se ponga en «modo hambre» y aumente el apetito.

Comer de aburrimiento

Todo el mundo se ha visto en la situación donde no hay nada mejor que hacer que comer por aburrimiento, algo que se conoce como hambre emocional . Este acto de picar compulsivamente entre horas aumenta en verano, ya que es una época del año con más tiempo libre y ratos muertos. Para evitarlo los nutricionistas recomiendan sustituir el picoteo por otras actividades como ver una serie, salir al cine o ir a la piscina.

Temporada de barbacoas

Morcilla, chorizo, panceta, o pinchos son el broche final de cualquier tarde de piscina. Sin embargo, después del baño el apetito es mayor por el gasto energético provocado por la actividad física, la termorregulación corporal y la deshidratación, pero no somos conscientes hasta que no salimos del agua y nos convertimos en un «Demogorgon» hambriento que devora todo lo que se le ponga por delante sin medida alguna. Una idea idónea es acompañar la carne a la brasa con verduritas.

Los helados, la guinda del pastel

De nada sirve renunciar a los polvorones en Navidad si durante el verano nos atracamos a alimentos ricos en azúcar como los helados o la horchata. Cierto es que estando a 40º grados a la sombra no hay nada más apetecible que estos productos, pero siempre se tienen a mano alternativas más saludables como los helados sin azúcar o caseros con frutas.

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