Día Internacional Contra el Acoso Escolar.

Qué hacer cuando tu hijo es el acosador

5 claves para reeducar a los niños que practican el acoso escolar

S. F.

¿Será mi hijo víctima de acoso escolar? Este es uno de los principales miedos que tienen los padres cuando sus hijos comienzan a acudir al colegio. Sin embargo, muy pocos padres son los que se preguntan si serán sus hijos los que acosarán al resto de los alumnos. ¿Qué podemos hacer como padres si nuestros hijos son los que se encargan de acosar a otros niños en el colegio?

«El acoso escolar deja fuertes secuelas en sus víctimas , incluso algunas de ellas de por vida, que deben tratar y superar con el paso de los años», comenta Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools . «No obstante, también debemos centrarnos y dotar de herramientas a aquellos niños que ejercen la posición de acosadores. No sabemos lo que se esconde detrás de ellos y en muchas ocasiones necesitan tanto o más apoyo psicológico como las víctimas del acoso escolar », añade Ana Herrero.

El programa educativo finlandés KiVa , implementado en España de forma pionera en Brains International School, es el método más novedoso y prestigioso para la prevención e intervención del acoso escolar. KiVa pone el foco de atención en los llamados «observadores» , niños que no son ni víctimas ni agresores pero que presencian los episodios de acoso y que con su indiferencia apoyan de forma indirecta este tipo de actitudes. Este programa también hace hincapié en la necesidad de dotar de habilidades a los a los niños que ejercen el rol de acosadores para que puedan expresar sus sentimientos de otra forma.

5 claves para reeducar a los niños que practican el acoso escolar

·Aceptación del acoso escolar: la mayor parte de las veces es una llamada del centro educativo quien alerta a los padres de que su hijo podría estar acosando a otros alumnos. La reacción más habitual de los padres suele ser la incredulidad ante esta situación, o incluso la negación. En muchas ocasiones, los padres suelen restar importancia y minimizar este hecho. No podemos ayudar a nuestro hijo si nosotros mismos no reconocemos que podría estar acosando a otros niños.

·Comprensión de la situación: debemos saber que los niños acosadores suelen negarlo, se hacen los mártires y echan la culpa a sus víctimas. Por tanto, es muy importante hacerles saber que somos conocedores de la situación y que han estado acosando a otros alumnos. En este sentido, debemos hacerles saber que se trata de un hecho muy grave y que no tiene ningún tipo de excusa posible. Este también será el momento de establecer límites y consecuencias si así lo queremos establecer.

·Resarcir los daños causados: el siguiente paso será inculcar en el niño acosador la necesidad de disculparse y pedir perdón a sus víctimas. No se trata de que los dos niños se conviertan en los mejores amigos, pero sí de disculparse por el daño ocasionado y dejar muy claro que esta situación no se va a volver a repetir.

·Buscar las causas: no hay una única causa por las que un niño pueda estar acosando al resto. Puede deberse a la influencia de malas amistades, falta de límites o incluso puede ser que se trate de un niño al que acosaron y ahora sea él quien esté practicando el rol de acosador. No obstante, quizás debamos recurrir a un especialista que nos ayude comprender las verdaderas causas que se esconden detrás de este patrón de comportamiento y a establecer los cambios que deban realizarse.

·Control: una vez hayamos abordado el caso, nuestra labor como padres debe continuar para asegurarnos de que el niño no vuelva a repetir este tipo de comportamientos. En este sentido, podemos pedirle a algunos padres de la misma clase que le pregunten a sus hijos por el comportamiento de nuestro hijos en relación a otros alumnos.

«Ningún padre desea que su hijo se convierta en la víctima del acoso escolar, pero tampoco que promueva o sea el responsable de esta situación. Lo más importante como padres es no tolerar este tipo comportamientos en nuestros hijos y a la más mínima señal intentar redirigir la situación. El acoso escolar no es una cosa de niños, sino que es un problema que surge entre niños y no por ello tiene menos importancia», concluye Ana Herrero.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación