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Fernando Alonso y Lara Álvarez en noviembre de 2015 - REUTERS

Los verdaderos motivos de la ruptura de Lara Álvarez y Fernando Alonso

El piloto le pidió que dejara su trabajo para dedicarle todo su tiempo. Esa cuestión dinamitó la relación

MADRID Actualizado: Guardar
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Ni la distancia, ni las exigencias de sus respectivos trabajos. Los motivos de la ruptura entre Lara Álvarez y Fernando Alonso, tras un año y cuatro meses de relación, obedecen a algo mucho más concreto. A pesar de que han decretado el más absoluto silencio tras emprender caminos por separado, ABC ha podido saber que la decisión de la atractiva presentadora de viajar a Honduras para embarcarse en una nueva aventura al frente de las conexiones de «Supervivientes» ha dinamitado la relación.

El piloto le había planteado que no aceptase la oferta de Mediaset para así poder permanecer a su lado y acompañarle durante el Mundial de Fórmula 1, que arranca este fin de semana en Melbourne. A Alonso le habría gustado que su pareja relegase a un segundo plano su carrera profesional para poder volcarse de lleno en él.

Una opción impracticable para la presentadora asturiana, quien, a sus 29 años, continúa con la misma ambición del primer día. «Lara disfruta mucho con su trabajo y no está dispuesta a sacrificarlo por nada del mundo. Quiere seguir adelante» declara una fuente del entorno laboral de ella. En cuestión de semanas, en cuanto terminen las emisiones de «Gran Hermano VIP», volveremos a verla entre cocos y palmeras relatando las aventuras de los aspirantes a robinsones desde las playas hondureñas.

La joven asturiana se niega a que sean sus parejas las que decidan sobre sus compromisos profesionales. Hace cuatro años ya vivió una situación muy similar con el jugador del Real Madrid Sergio Ramos. Éste también le pidió que aminorase su ritmo profesional para dedicarse al cien por cien a su pareja. Su respuesta entonces, un no rotundo, fue la misma que le ofrece ahora a Alonso.

Si hace un mes ya repicaban las campanas de boda, ahora se afanan en borrar el rastro de su amor. Tanto Lara como el bicampeón de Fórmula 1 han eliminado de sus cuentas de Instagram las fotos en las que aparecían juntos, certificando que ya no queda nada de ese amor.

Lara también ha guardado en el cajón de los recuerdos el anillo que le regaló Alonso hace unos meses. Ayer fue fotografiada a la entrada de un gimnasio de Majadahonda sin esa joya. Aprovechando el sol radiante que brillaba en Madrid, Lara se calzó unas deportivas fucsia, unos atrevidos leggings y una chaqueta deportiva para liberar estrés a golpe de pesas y ejercicio. En ningún momento perdió la calma ni la sonrisa cuando vio que que un nutrido grupo de fotógrafos la aguardaban en el parking del gimnasio.

Fernando, por su parte, sigue volcado en los entrenamientos antes de ponerse al volante de su coche en el GP de Australia. Y en cuanto encuentra un rato libre, no desaprovecha la oportunidad para seguir jugando al despiste sobre su estado sentimental lanzando mensajes encriptados. «Podría incluso entender las ganas de generar noticias, pero sigue siendo sorprendente q cosas fáciles y públicas no se contrasten», escribió ayer en Twitter. ¿A qué se refiere el piloto asturiano? Sólo el lo sabe.

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