Los Reyes Ana María y Constantino de Grecia
Los Reyes Ana María y Constantino de Grecia - EFE

«Sin título», las ansiadas memorias del Rey Constantino de Grecia

Sale a la venta la autobiografía del hermano de Doña Sofía: «Lo contaré todo»

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Nadie duda de la buena educación y sentido del humor del Rey Constantino de Grecia. Y lo demostrará una vez mas con sus memorias, nada menos que 1.100 páginas sobre su vida, su familia y su reinado, que se publican en tres tomos y casi gratis para los lectores a partir de este domingo. Las únicas declaraciones que ha efectuado sobre esta obra han sido: «Ha llegado la hora de que hable. Lo contaré todo».

Los medios griegos, que no tienen más noticias sobre estas memorias, dado que es exclusiva de un dominical heleno, destacan que «Sin título» es un juego de palabras con doble sentido. El antiguo Monarca ha dejado claro que no quiere que sus memorias tengan título oficial y recuerda con fina ironía que tampoco él mismo tiene título en Grecia. Los monárquicos, una reducida minoría en su país, lo describen como «el Rey Constantino», y los demás, «Constantino» a secas.

De hecho, ahora mismo no tiene ni siquiera nacionalidad griega, ya que una ley del entonces primer ministro socialista Andreas Papandreu le retiró en 1994 todas las propiedades de su familia (finalmente, tras una sentencia del Tribunal de Estrasburgo, recibieron una compensación económica por ellas), su nacionalidad y su pasaporte. Y, aunque esta ley no está ya vigente, no se le ha reconocido el nombre que él mismo quiere que figure en sus documentos: Constantino de Grecia.

No cobra por ellas

Será este domingo cuando, con el periódico dominical «To Vima» (La Tribuna) y por su precio normal de cuatro euros, los lectores reciban el primer tomo, que comienza con la llegada a Grecia en 1863 del Príncipe danés Christian William Ferdinand Adolph George, que se convertirá poco después en el Rey Jorge I de Grecia (utilizando el nombre mas fácil de recordar para los griegos). Fue el fundador de esta dinastía, a la que pertenece también la Reina Sofía, un monarca muy respetado entre los griegos y considerado como uno de los más constitucionales de su tiempo. Se casó con la Princesa Olga, sobrina del Zar, y reinó casi cincuenta años, hasta su muerte en 1913, asesinado sin motivo aparente mientras paseaba en la ciudad de Tesalónica. La Familia Real griega mantenía lazos de familia con las casas reinantes de Inglaterra, Rusia, Dinamarca y Prusia, así como de amistad con las restantes europeas. Este primer tomo termina con el fallecimiento del Rey Pablo, su padre, en 1964.

«Es una obra muy interesante y llena de hechos desconocidos hasta ahora», opina uno de los pocos periodistas que han tenido acceso al material recogido por el veterano periodista Yorgos P. Malújos. La idea fue del Rey, que habló de escribir sus memorias al grupo de comunicación griego Lambraki. Se llegó a un acuerdo en el que no se mencionó el dinero, y Malújos se sentó muchas horas con el Rey Constantino y grabó sus conversaciones, que transcribió después. Y tanto los historiadores como quienes siguen de cerca la historia política del país están esperando lo que dice el último Rey de Grecia, que reinó desde la muerte de su padre en 1964 hasta que fracasó su golpe de Estado contra los coroneles en diciembre de 1967. A partir de entonces vivió en el exilio, primero en Roma y luego en Londres, con su mujer, la Reina Ana María, y sus cinco hijos.

El que pasó a la historia como el «Rey golpista» al legalizar con su firma la junta de los militares –posiblemente a su pesar– tuvo una relación tormentosa (y su madre la Reina Federica aún más) con el político Constantino Karamanlis y dará ahora su versión sobre muchos hechos históricos que se le atribuyen y que nunca han sido aclarados. De especial interés serán el segundo tomo, sobre su corto reinado, y el tercero, sobre su triste exilio, el referéndum de 1974 efectuado meses después de la caída de los coroneles, en el que no pudo estar presente, y que convirtió a Grecia en una democracia parlamentaria. No hay que olvidar que la Familia Real griega y sus lazos con la Familia Real británica y con los aliados fueron decisivos para que el país no se uniera a los que se encontraban tras el Telón de Acero al final de la Segunda Guerra Mundial, algo que nunca olvidaron los comunistas helenos que lo detestan.

Constantino de Grecia regresó hace tiempo de vacaciones al país donde nació en 1940, y desde hace poco está instalado en Porto Jéli, en el Peloponeso, con su esposa, la Reina Ana María.

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