Novios Piratas

La debilidad, o la decantación, por hombres de vida alegre no es infrecuente en la famosa, ni tampoco es infrecuente en el famoso, naturalmente

Pete Doherty y Kate Moss

La aristocracia internacional, o la realeza, tiene en Carolina de Mónaco y en Estefanía , dos dorados ejemplos de mujeres que se embelesaron algún día con un novio inconveniente. El amor es lo que tiene, que no mira el DNI. Ni el árbol genealógico. Ni la mejor o peor hoja de servicios en amores del pasado del consorte en curso. Carolina tiene experiencia en hombres no convencionales, o incluso inconvenientes, sí, empezando o acabando por aquel playboy con el que llegó a casarse, Philippe Junot . Y quien dice experiencia dice casi cátedra. Estefanía dio enseguida el estirón para los amores, o los amoríos, y allá por los años ochenta, tan joven, aún, ya había reunido una amena colección de hombres de vitola internacional. Aquí van, citando deprisa: Anthony Delon , Paul Belmondo , y Row Lowe .

Y como primer canallita memorable, Mario Oliver , un discotequero de empresa con el que se casó en Isla Mauricio por la vía alegre de la urgencia. La debilidad, o la decantación, por hombres de vida alegre no es infrecuente en la famosa, ni tampoco es infrecuente en el famoso, naturalmente. Pasa en el mundo de la moda, y ahí tenemos de gran ejemplo insuperable a Kate Moss , que fue la mejor de su gremio, y desacertó como nadie en los novios.

Pasa en el mundo del escenario, o el disco, y ahí tenemos a Jennifer López , que ilustra bien el caso de mujer de prestigio cuyo corazón va y se vuela por hombres que no llevaron lo mejor a su vida, precisamente, desde Sean Puffy Combs , con quien estuvo involucrada en un tiroteo, a Ojani Noa , al que llevó los tribunales, por violación de la intimidad. Dos joyitas, Sean, y Ojani, hasta que Jennifer encontró un hombre apacible. No es la única archifamosa cuyas relaciones sentimentales han resultado un poco o un mucho torcidas. O desiguales. Ahí tenemos a Ali MacGraw y Steve MacQueen , o Mariah Carey y Tommy Mottola , o Tina Turner e Ike Turner .

Kate Moss venía mucho a Marbella, o a Ibiza, donde hacía horario de mucho topless y se traía de discotecas a uno de sus novios, Pete Doherty , aquel músico con cara de chaval contento que sólo se privaba del agua mineral. Moss, como tantas otras, ha sobrevivido a la anorexia que juró que no tenía y también ha sobrevivido a los noviazgos piratas, incluyendo a Johnny Deep . Fueron, Johnny y ella, la pareja inolvidable de los noventa. Hasta que ya no fueron pareja. Sin llegarnos más lejos, aquí hemos tenido algún un viajero de mujeres, como Alvaro Muñoz Escassi , que ejerció de ligón en directo, para la tele, cumpliendo así el capítulo penúltimo que le faltaba a su vida de guaperas que las desquicia. Reunió en su momento un coro de novias inolvidable, incluyendo a Vicky Martin Berrocal , o Lara Dibildos . Claro que para alegre de linaje, y noctámbulo de vocación, Pocholo Martínez Bordiú , un DJ del exceso, un amante sin reloj, un Conan del disparate.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación