Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa ya están legalmente divorciados en España

Es oficial. Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa ya no son marido y mujer. El entorno de la familia ha confirmado a ABC que el escritor peruano y su prima, y segunda esposa, acaban de firmar el divorcio en nuestro país. «El proceso en España se acaba de completar», aseguran estas fuentes. Sin embargo, los Vargas siguen casados en Perú y ahora deberán realizar un trámite para disolver su unión al otro lado del océano. «En Lima, donde se casaron en el año 1965, el divorcio todavía no ha comenzado, así que allí siguen casados. La Justicia peruana debe declarar válida la sentencia de divorcio expedida en España», aclaran las mismas fuentes.

En el mes de noviembre, el premio Nobel presentó la demanda de divorcio

en uno de los juzgados de la madrileña calle Francisco Gervás. Casi seis meses después, Vargas y su ahora exmujer han llegado a un acuerdo para la disolución de la sociedad conyugal. El matrimonio se realizó en régimen de gananciales, por lo que en estos meses se desarrollaron las negociaciones pertinentes para repartir el patrimonio de ambos en partes iguales y acordar de forma conjunta la pensión compensatoria para Patricia, las condiciones para el uso de los domicilios familiares ( poseen casas en Madrid, París, Lima, Nueva York y República Dominicana), las cargas y otros gastos.

Patricia Llosa regresó hace dos semanas a Madrid para firmar los documentos y ahora se encuentra en Nueva York. Mientras tanto, Vargas está de gira por Iberoamérica para promocionar su nueva novela, «Cinco esquinas» (Alfaguara), y participar en sendos actos de homenaje por su ochenta aniversario. Su pareja, Isabel Preysler, le acompaña en la tournée latinoamericana.

Ahora es el turno de que Vargas Llosa inicie los trámites para que la Justicia peruana valide el divorcio y lo inscriba allí. «Es indispensable que registre la sentencia favorable en Lima mediante un proceso de exequátur», señala Rosario Sasieta, la abogada matrimonialista más famosa de la capital peruana. «El exequátur es el procedimiento judicial que da validez a un divorcio extranjero en el Perú. Consiste en presentar la sentencia definitiva emitida en España y la resolución de No Apelación, certificada por el cónsul peruano en Madrid. Este proceso puede durar entre ocho y diez meses», explica a ABC la letrada, conocida como «la señora ley» por descasar a numerosas celebridades de ese país iberoamericano.

Según Sasieta, es necesario este trámite para que puedan dividirse los bienes que se encuentren en Perú y para que no haya obstáculos a futuras nupcias. «De lo contrario, si él quisiera volver a casarse en España, Patricia podría presentar una objeción aduciendo que su marido tiene impedimento matrimonial en Perú».

Una vez reconocida la sentencia, el Nobel podrá inscribir el divorcio en su país natal. El proceso de exequátur será el colofón de la historia de amor de los Vargas, el punto final de cincuenta años de matrimonio. Curiosamente, será un triunvirato de mujeres el que escriba el último capítulo. «Ese procedimiento lo resolverá una Sala de Familia de Lima conformada por tres vocales superiores. Y cinco de esas seis vocales son mujeres», concluye Sasieta.