Julio Iglesias ignora las citaciones del juzgado sobre su demanda de paternidad

El personal de servicio de la residencia del cantante en Ojén no ha querido recoger la orden judicial

A la izquierda, Julio Iglesias. A la derecha, Javier Sánchez Santos ROBER SOLSONA
Angie Calero

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Fue el pasado 21 de diciembre cuando Javier Sánchez Santos, el «otro» hijo de Julio Iglesias , ganaba su primer «asalto» contra el cantante. «Estamos muy contentos, ha sido una sorpresa muy grata y un buen regalo para esta Navidad. Es un pequeño paso, no hay nada ganado todavía, pero es muy importante», dijo entonces a este periódico , cuando el juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia decidió admitir a trámite la demanda de paternidad que había presentado este valenciano de 41 años contra Julio Iglesias .

A nadie le resultó extraño que la causa prosperase, ya que Sánchez presentó una copia de la prueba de ADN que un detective privado había conseguido en Miami y cuyos resultados confirman que existe una coincidencia genética de un 99 por ciento con Julio Iglesias. Un documento clave que ha permitido que la causa prosperase ya que, si se consulta la hemeroteca, en 1992 la madre de Sánchez, la bailarina portuguesa María Edite Santos, presentó una demanda civil de paternidad contra el cantante, que llevó al juez a pedirle a Iglesias que se practicase la prueba de ADN en dos ocasiones, pero el cantante se negó. Los abogados de Julio recurrieron la sentencia ante la Audiencia Provincial de Valencia alegando « errores de forma »: que al cantante no se le había notificado personalmente que debía realizarse la prueba.

Una vez admitida esta nueva demanda, hace 15 días comenzaba el segundo asalto , cuando el equipo de Fernando Osuna, el abogado de Sánchez, quiso entregarle a Iglesias la citación para que declare en el juzgado: « La procuradora se ha desplazado en dos ocasiones hasta Ojén , donde se encuentra la residencia oficial de Julio Iglesias en España. El primer día llegó a las siete y media de la mañana y el encargado del servicio le comunicó que ellos no estaban autorizados para recoger ningún tipo de documentación», contaba Osuna esta semana a ABC. Y añadió: «Le dijeron que esperase a que llegase el jefe de seguridad, permaneció allí doce horas y finalmente se fue sin haber hablado con él». El pasado jueves, la procuradora volvió a Ojén y ocurrió lo mismo . «Por la mañana, el servicio no se quiso identificar y le dijeron que tenían que esperar, otra vez, al jefe de seguridad. Por la tarde se fue de allí sin haber conseguido que le abriesen la puerta», aseguró ayer Osuna.

Dos testigos

La procuradora acudió con dos testigos y, a última hora de la tarde, levantaron un acta narrando lo ocurrido en las dos visitas a la propiedad: que « el personal de servicio respondió con evasivas , que nadie se quiso identificar y que no se había podido entregar la citación porque nadie se atrevió a cogerla».

A efectos jurídicos, si los empleados hubieran recogido el escrito, Iglesias se habría dado formalmente por enterado y habría tenido un plazo de 20 días para contestar a la demanda o para recurrir el auto que el juez decretó el pasado mes de diciembre, admitiendo la demanda de paternidad. Al no ser así, el cantante de «Soy un truhán, soy un señor» es como si no se hubiera enterado . El acta que se levantó el jueves se entregó ayer al juez, y con ella esperan que se dé automáticamente por notificada la demanda a Iglesias. Si no es suficiente, pedirán al magistrado que cite a Iglesias mediante edictos en los periódicos y tablones del juzgado, por lo que automáticamente se daría por enterado.

Cuando Iglesias dé señales de vida a través de sus abogados, el juez le pedirá que se someta a un test de ADN, ya que los documentos presentados por Sánchez que demuestran la filiación, son solo «un principio de prueba» que no tienen validez jurídica al haberlos realizado un detective privado. Será entonces cuando se cite al cantante en persona para que esta vez no incurrir esta vez en ningún «error de forma»: el juez de Valencia se dirigirá al Ministerio de Asuntos Exteriores, y de ahí a la secretaría de estado norteamericana, donde se nombrará a un juez que deberá notificarle en persona a Iglesias que debe someterse al test.

«Si se niega, iremos solicitando la misma prueba al resto de sus hijos. Si ninguno colabora, diría mucho en contra de Iglesias y apoyarían todavía más nuestra causa», sentencia Osuna. Por ley, una persona viva puede negarse a dar una muestra de su ADN pero, como ya se ha visto en casos como el del marido de la duquesa roja, el juez sí que puede solicitar la exhumación de un cuerpo para conseguir muestras. « A Julio Iglesias Puga, ‘‘Papuchi’’, le incineraron, pero hay informes clínicos donde está su ADN », asegura el abogado.

Derechos de autor

Mientras tanto, como ya contó ABC hace dos semanas, Julio Iglesias sigue liquidando sus propiedades fuera de España . El cantante figura en el puesto número 47 de la lista «Forbes» de los cien españoles más ricos, con una fortuna estimada en 850 millones de euros. A lo largo de su carrera, ha vendido unos 350 millones de discos, más que ningún otro artista latino. «Si está vendiendo o escondiendo su patrimonio, a nosotros no nos afecta, siempre quedarán los derechos de autor, que no se pueden ocultar y son millonarios», cuenta Osuna, quien recuerda que «cada cinco o tres segundos se escucha una de sus canciones en el mundo». Y, según la legislación sobre los derechos de autor en España, los descendientes pueden disfrutar de los beneficios económicos de estos derechos durante los 70 años posteriores a la muerte del artista.

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