Don Juan Carlos visita por sorpresa, y por primera vez, el Rastrillo Nuevo Futuro

Decía la Infanta Doña Pilar el día que presentó en rueda de prensa esta nueva edición del Rastrillo que tanto el Rey Don Felipe como Don Juan Carlos nunca acudían el Rastrillo porque ellos eran más de comprar en privado para darles luego una sorpresa. Lo que entonces no sabía la Infanta es que su hermano le iba a dar una sorpresa, pero mayúscula, mucho antes de que llegase la Navidad. El Rey emérito aprovechó la tarde de ayer para acercarse hasta el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo y comprobar in situ la gran obra que Nuevo Futuro realiza a través de este mercadillo solidario.

Don Juan Carlos, que visitaba el Rastrillo por primera vez en su historia, llegó pasadas las seis de la tarde acompañado de Doña Pilar, que no podía disimular la satisfacción que sentía de ver al Rey apoyando el proyecto de Nuevo Futuro, del que ella es su presidenta de honor, y al que vive entregada en cuerpo y alma.

«Estoy encantada, estoy encantada», repetía mientras hacía de cicerone de su hermano. A su llegada fueron recibidos por la presidenta de la asociación, Pina Sánchez Errázuriz -a quien el Rey entregó un regalo para que se subastara- y también por una multitud de personas que quería ver de cerca a Don Juan Carlos costará lo que costará. Un verdadero quebradero de cabeza para los escoltas encargados de velar por su seguridad, que, con mucha mano izquierda, tuvieron que emplearse a fondo para contener tanta efusividad.

A pesar del alboroto, el padre del Rey no perdió la sonrisa ni por un momento y se mostró muy cercano con el gran número de personas que, haciendo de improvisados paparazzi, le siguieron mientras duró la visita. Saludó a cuantos se le acercaron y besó a algunos pequeños que no salían de su asombro por encontrarse delante del Rey. Conversó durante unos minutos con las voluntarias del puesto de Portugal, país al que su familia siempre ha estado muy vinculada. Incluso aceptó una copa de vino, aunque solo se mojó los labios.

Poco antes de acabar el recorrido, Don Juan Carlos se encontró con el diplomático Chencho Arias, que precisamente ayer publicaba en las páginas de este diario un emotivo artículo por los 40 años de la Coronación, y ambos se fundieron en un entrañable abrazo. Tras charlar unos minutos, el Rey dio por terminada su visita no sin antes saludar a los colaboradores de «La Cibeles» y del bar «Puerta del Sol», a los que animó a seguir con su labor solidaria.

Hasta la puerta le acompañaron Doña Pilar, su hija Simoneta Gómez-Acebo y Pina Sánchez Errázuriz, que muy emocionadas se despidieron de él agradeciéndole enormemente que les hubiera honrado con su presencia, a la vez que Don Juan Carlos les animaba a seguir trabajando para que los niños más desfavorecidos puedan tener un hogar digno. Sin duda, la visita del Rey emérito marcará una de las jornadas más entrañables de la historia del Rastrillo de Nuevo Futuro.