La nobleza arropa al novio de Gela Alarcó tras perder a su padre

Los momentos más adversos resultan los más propicios para comprobar quiénes son las personas con las que realmente se puede contar en la vida. En ese aspecto, Martín González del Valle y Chávarri puede sentirse un gran afortunado.

Tras el fallecimiento de su padre, Martín González del Valle y Herrero, barón de Grado, el pasado 4 de noviembre a los 96 años, ha visto cómo su círculo más cercano se ha volcado con él. Por una lado recibe el inestimable apoyo de su novia Gela Alarcó, la exmujer de Rodrigo Rato, con la que empezó a salir hace nueve meses, como ya adelantó ABC en exclusiva. Poco a poco han afianzado su relación y últimamente se ha vuelto inseparables.

Gela estuvo arropándolo en los momentos más duros en el tanatorio Parque de San Isidro, donde desde primera hora de la tarde su viuda, Macarena Chávarri de la Mora, y sus cuatro hermanos (Germán, María, Bosco y Tristán), velaban los restos mortales del barón.

Quien tampoco quiso perder la oportunidad de trasladar su pésame a la familia en el tanatorio fue Rato. Este gesto da cuenta de la buena relación que sigue manteniendo con la que fuera su mujer durante 15 años y madre de sus tres hijos. Ambos han rehecho su vida, el exgerente del FMI se casó recientemente con la periodista Alicia González, y son la viva imagen de dos divorciados muy bien avenidos.

Además del respaldo de su pareja, Martín, quien al ser el primogénito heredará el baronato, ha encontrado consuelo y calor en un nutrido grupo de amigos que el pasado martes le acompañaron en el funeral celebrado en la Parroquia de San Francisco de Borja de la calle Serrano de Madrid. Entre los asistentes se hallaba Carmen Posadas, íntima del hermano pequeño Bosco; la exduquesa de Fernandina, Pilar González de Gregorio; Adolfo Suárez Illana y su mujer, Isabel Flores; la Infanta Doña Pilar o Jaime Martínez Bordiú junto a su esposa, entre otros. Y cómo no, Gela.

De momento podría resultar un tanto precipitado hablar de planes de futuro entre ambos, pero según su círculo íntimo ya suenan campanas de boda. «Incluso ya dicen que quieren casarse, no lo ocultan», dice un buen amigo de ambos.

En agosto, la pareja disfrutó de unas románticas vacaciones en El Tejo, un municipio cántabro dentro del Parque Nacional de Oyambrel, donde ella adquirió una casa hace unos meses. La elección del destino no fue fortuita. Está cerca de Asturias, donde ambos tienen familia y suelen veranear. A pesar de sus apretadas agendas –él es el consejero delegado y socio fundador de Realza, un fondo de capital riesgo especializado en inversión en empresas españolas de tamaño medio y ella, directora de Paradores– saben cómo arañar minutos al día para poder disfrutar del mayor tiempo posible juntos.