La familia Pantoja al completo en 2010
La familia Pantoja al completo en 2010 - ABC

Isabel Pantoja, con los suyos en «Cantora»

La tonadillera pasará la Nochevieja en su finca, acompañada por sus hijos y nietos

MADRID Actualizado: Guardar
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Muy débil, muy cansada y bastante preocupada. Los pocos que tienen acceso a Isabel Pantoja aseguran que la artista no se encuentra pletórica ahora que por fin disfruta de su tercer grado, ni tampoco con ganas de comerse la vida a mordiscos. Su estancia en prisión durante algo más de un año ha minado sus fuerzas, y de ahí que ahora todos se pregunten cómo y cuándo será su vuelta a los escenarios con ese disco inédito que tiene guardado en un cajón y que produjo el compositor Juan Gabriel mucho antes de que fuera condenada.

Si Isabel consiguiera hacer un gran éxito de este trabajo, seguramente podría empezar a tapar los agujeros económicos que han desestabilizado su vida y por los que ha tenido que vender dos de sus propiedades.

No tiene la casa de Marbella ni tampoco la de La Moraleja, pero resiste con la finca «Cantora», que heredó su hijo de Paquirri y que ella se ha encargado de sostener. Salvo fuerza mayor, la tonadillera se niega a vender esa finca gaditana que se ha convertido en su segunda prisión.

Precisamente allí se encuentra pasando las fiestas y allí celebró la Nochebuena con su madre, hermanos y cuñadas. Hoy Isabel por fin tiene lo que más quiere en este momento, sus nietos con ella, y es que su hijo Kiko Rivera, una vez se ha reencontrado con el pequeño Francisco que vive en Londres con su madre, Jessica Bueno, se ha ido hasta «Cantora» para que su madre disfrute del niño de sus ojos, algo que también hará su hija Chabelita, quien decidió pasar el 24 en Santander con la familia de su pareja para estar luego con su bebé en «Cantora» el 31 y conseguir que los niños puedan estar juntos con la abuela.

Regreso a los escenarios

Sin duda, la vuelta de Isabel con la bata de cola y la orquesta detrás es uno de los acontecimientos que sueña poder cumplir en 2016. Aunque se ha dicho que ya tiene galas contratadas en su entorno, desmienten la mayor y repiten que hasta que no se normalice su situación va a ser muy complicado. Psicológicamente Isabel está muy tocada, y enfrentarse con su público desde el escenario sabiendo que a los dos días tiene que volver a prisión para pernoctar de lunes a jueves, como tiene pactado en su nuevo estado, no es plato agradable.

De momento prefiere esperar a que corran los meses y cruza los dedos por conseguir la libertad condicional que ya le permitiría tener una vida mucho más llevadera, una vez sepa que nunca más tendrá que dormir en la cárcel. Hasta entonces sus máximas alegrías siguen siendo los niños, y ahora la pequeña Ana, que apenas tiene un par de semanas y a quien seguramente conozcamos en formato de exclusiva en una revista. Aunque Kiko Rivera aseguró en su momento que nunca posaría con su hijo Francisco, para protegerlo del interés mediático, parece que las necesidades económicas le han hecho cambiar de opinión, aunque sólo sea con su recién nacida y su pareja, Irene.

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