La irreverente y problemática sobrina de Juliana Awada

La joven, que quiere ser famosa a toda costa, critica sin pudor a sus tíos en redes sociales

Naiara Awada Instgram

ABC

Naiara Awada tiene 25 años, es sobrina de Juliana Awada , hija del actor Alejandro Awada y como su padre, parece ser una antimacrista compulsiva. Ha participado en alguna película menor y ha debutado en el programa de televisión «Bailando por un sueño». Aprendiz de actriz, quiere ser una grande del cine, el teatro o lo que sea. Para lograrlo, Nai, como la llaman sus allegados, dispara contra el presidente Mauricio Macri , apunta sin pudor contra su tía , se engaña en el espejo de las vanidades y graba vídeos de sí misma en busca de un glamour que, con ella de protagonista, se transforma en esperpento.

La chica que quiere ser artista –o famosa– a toda costa, ha hecho de sus disparates –y agresiones verbales– un bumerán doloroso para ella misma. El mundo de las redes sociales, donde creía moverse como pez en el agua, le ha tomado la medida y la trata con la misma crueldad con la que ella ejercita una dialéctica, simple pero dañina, contra su tío político y la tía Juliana.

Ella, que habla de su cistitis como si fuera un problema gravísimo de salud, publica mensajes contra su tío como: «Qué asco me da el señor presidente y todo su equipo de conchetos infradotados que no saben nada ni les importa la gente cuando se están cagando de hambre. ¡Nos están hundiendo!» o «Por favor, amo mi país. Señor Presidente: no quisiera estar en sus asquerosos zapatos». Gran admiradora de Cristina Kirchner, explicó que no entiende los reveses que recibe. «Me esfuerzo un montón para ser buena persona», proclamó hace años.

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Los vídeos de Naiara, que no duda en posar en una bañera de espuma de un aseo poco cinematográfico o simular una escena chic que se frustra por la imagen de una lavadora de fondo y el desorden de la casa, causan sensación (aunque sea para mal). Lo mismo le sucede cuando se refiere a la mujer del presidente Macri a la que un día pone de vuelta y media y al otro asegura que, «me encantaría reconciliarme con ella. Ojalá me amigue con mi tía . La extraño».

Mientras la chica insiste en su campaña de escándalos para tratar de ser alguien, la primera dama de Argentina, como siempre, un elegante silencio.

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