Los famosos de EE.UU. se unen a la cruzada contra el racismo
Gigi Hadid o Blake Lively y Ryan Reynolds donan generosas sumas de dinero a organizaciones a favor de la minoría negra
La burbuja en la que viven muchas de las «celebrities» se ha roto con el último caso de abusos policiales contra la minoría negra. La muerte de George Floyd , el hombre negro al que un policía de Mineápolis asfixió durante casi nueve minutos, ha provocado una oleada de protestas −teñidas de disturbios violentos en muchos casos− en todas las grandes ciudades de EE.UU. Si la muerte de Floyd ha provocado una sacudida histórica en EE.UU. −no había tantas ciudades en toque de queda desde la muerte de Martin Luther King en 1968 y Nueva York se ha impuesto por primera vez desde 1943−, la indignación ha provocado que incluso las estrellas más reservadas hayan tomado una posición activa.
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Un ejemplo es Beyoncé , cuyos posicionamientos políticos −al contrario que su marido, el rapero Jay-Z − no son habituales. La cantante compartió un vídeo en Instagram, donde tiene 147 millones de seguidores, en el que defendía que «no podemos normalizar este dolor», «no podemos mirar a otro lado» y que la justicia, a pesar del procesamiento de uno de los agentes de policía involucrados, «está muy lejos de conseguirse». Beyoncé solicitó que se firmaran peticiones para instaurar reformas que acaben con los abusos policiales y la discriminación a la minoría negra.
Otro ejemplo similar en el mundo del deporte fue Michael Jordan . La estrella de baloncesto ha vuelto al candelero por un documental sobre su figura y su equipo, Chicago Bulls. En él se trata, entre otros asuntos, su limitada implicación en la defensa de los derechos de la minoría negra. «No podemos más», dijo en un comunicado en el que criticaba el «racismo arraigado» en EE.UU.
Muchos otros compartieron su condena a lo ocurrido con Floyd y sus exigencias de cambios estructurales en EE.UU., desde Hollywood, a la industria de la música o las estrellas de la televisión, con independencia del color de su piel o su procedencia. Oprah Winfrey , una de las personalidades con más calado dentro y fuera de la minoría negra, reclamó que las protestas fueran más allá que un «hashtag» con el nombre de Floyd o una de las muchas condenas visuales en redes sociales −como poner una foto en negro− y que sea un verdadero «llamamiento a la justicia».
Hubo más: Lady Gaga mandó una misiva incendiaria contra Donald Trump en Twitter; Adele reclamó a sus seguidores que sigan «escuchando, preguntando y aprendiendo» para combatir el racismo estructural; Jamie Foxx se sumó a las protestas en Mineáplis; George Clooney firmó una columna donde califica al racismo de «nuestra propia pandemia» para la que «no hemos encontrado una vacuna en 400 años».
Billie Eilish , quizá la voz más influyente hoy en día entre los jóvenes de EE.UU. y medio mundo, pidió a sus seguidores «blancos» que dicen que «todas las vidas importan» −una reacción a la organización «Black Lives Matter», «Las vidas negras importan»− que esto no va sobre ellos: «Vosotros no estáis necesitados. No estáis en peligro».
Muchos fueron de las palabras a la cartera. La pareja de actores Blake Lively y Ryan Reynolds donaron 200.000 dólares al fondo de defensa legal de la NAACP, una organización de derechos civiles a favor de la minoría negra y dijeron sentirse «avergonzados» de haber estado «desformados» de «lo profundo que es el racismo sistémico». El rapero Drake también donó 100.000 dólares, al igual que las modelos Gigi Hadid y Chrissy Teigen . A esta última la criticaron porque el dinero iba para sacar del calabozo a gente que había participado en vandalismo y disturbios. Su reacción fue doblar la donación.
