Caso Mainat

Angela Dobrowolski: «La palabra de mi marido es suficiente para enviarme al calabozo»

La mujer de Josep María Mainat da por primera vez su versión sobre el supuesto intento de asesinato del productor

Angela Dobrowolski

ABC

A escasos días de que el productor televisivo y miembro del grupo La Trinca Josep María Mainat declare -será el próximo domingo- ante el juez de Barcelona que investiga su supuesto intento de asesinato, su todavía esposa, Angela Dobrowolski , investigada por el suceso, ha concedido su primera entrevista para el programa de Cuatro «En el punto de mira».

Dejaba atrás las muchas pelucas que ha lucido en las últimas tres semanas para mostrarse por primera vez al público, su «gran destape» -aseguró-, y dar su versión de lo ocurrido, que dista mucho de las informaciones que se han dado hasta el momento. Negó una y otra vez que intentara acabar con la vida de su marido, al que acusó de estar detrás de su detención.

Las tensiones y los problemas con Mainat empezaron cuando este perdió audición. «Perdemos el contacto. Lo que siguió era la distancia, era una relación fría, empezó el abuso y terminó con lo que hay hoy. Abuso psicológico , emocional y también físico, público... las humillaciones... conocí a una persona que nunca antes en la vida había conocido».

Y proseguía: «Mi infidelidad sí que ha cambiado muchas cosas pero no creo que fuera causa de nuestro problema, sino consecuencia. Y el día que salgo de este matrimonio es el día en el que me dice que no me quiere y que se quiere divorciar», ha asegurado este miércoles en el espacio de televisión. En todo momento, asegura que se querían, pero que las cosas cambiaron y él se convirtió en otra persona: «Hoy en día es frío, calculador, controlador, vengativo, abusivo... se me ocurren muchos adjetivos».

«Una mentira absurda»

Durante su entrevista negó tajantemente haber intentado asesinar a su marido, al que culpabiliza de todo lo sucedido: «En el atestado hay más de una incoherencia y más de una mentira absurda como que yo no sabía que el glucómetro no tenía memoria. ¿Qué familiar de un diabético se cree esto? En mi detención ha habido muchos errores y yo tengo la tendencia de llamar a esos errores 'favores'. La palabra de mi marido es suficiente para enviarme a mí al calabozo».

Explica que fue tantas veces a la nevera porque tiene ansiedad: «Cualquier persona que vive conmigo te dirá que 13 veces ir a la nevera es un número bajo para mí. Cuando hago el esfuerzo de quedarme en casa , estoy desequilibrada y lo compenso con dulce. No hay azúcar en casa porque es diabético. Es una denuncia vergonzosa, de un marido que quiere separarse».

La noche del supuesto intento de asesinato, como reconoce, le inyectó cuatro dosis, dos de hormona de crecimiento, una de testosterona y otra de absenta. «Cuando él se encuentra mal, le tomo el azúcar. Esa noche, dos veces antes de llamar al médico. En la primera es normal. Me despreocupo porque le oigo roncar. La tercera medición es poco antes de llamar al médico, cuando el valor no es normal. No oigo ronquidos sino ruidos que no he oído nunca. Él está blanco, debajo de los ojos tiene círculos negros. Fue un 'shock' y llamé al médico». Cuando su marido despertó, la pegó: «Me pegó. También acusó de intento de asesinato a los trabajadores de la UVI. Y la denuncia es de su hijo Pol. Es algo raro».

«No me casé por interés»

Quiso aclarar además que no le importa en absoluto el dinero de su marido, no se casó por interés y reconoció que sabía que no se llevaría nada en caso de divorcio. Asegura que nunca supo la fortuna que amasa Mainat porque nunca le dejó ver sus cuentas: «Nunca en nuestra vida en común me enseñó un solo papel con un número exacto de sus ingresos y gastos. En su bolsillo no le mira nadie».

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