Paola Torrente
Paola Torrente - ABC

Una belleza «curvy» conquista a los italianos

Paola Torrente queda segunda en el concurso Miss Italia, pero se gana toda la escena con su talla 46 y su 1,80 de altura

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la podrán llamar «curvy», pero Paola Torrente es en realidad una belleza que ha roto moldes. Con sus 22 años, talla 46, quinta medida de seno, ojos marrones, 1,80 metros y con caderas que recuerdan a las divas de los años 40, ha conquistado a millones de italianos seguidores de Miss Italia. Clasificada en segundo lugar en este concurso celebrado en Angri, en la provincia de Salerno (Campania), Paola se ha ganado toda la escena, hasta el punto de ser considerada por los italianos como la vencedora moral de este concurso nacional popular.

Bella e inteligente, estudiante de ingeniería, con sus curvas ha revolucionado un concurso que viene a confirmar una tendencia: los cánones de la moda están cambiando.

Pero se mantiene aún cierta resistencia de las magras que no quieren perder la supremacía que ha imperado hasta hoy. Paola llegó segunda eliminando a su directa competidora, desencadenando el resentimiento de la madre de la perdedora. A juicio de esta señora, Paola Torrente debió ser incluida en la categoría «curvy» para jóvenes hermosas, la que se ajustaba a su talla 46. Pero el jurado, aun comprendiendo la desilusión de la madre, subrayó que es una conquista del concurso Miss Italia el no premiar solo rígidos cánones para definir el concepto de belleza.

El triunfo de Paola Torrente es hoy compartido por un ejército de jóvenes obsesionadas hasta ahora por la moda que a menudo les ha impuesto tallas de cánones casi imposibles. Hombres y mujeres se habían convencido de que las mujeres tenían que entrar en la tallas 38 o 40, aunque en el imaginario colectivo de los hombres se continuara soñando con Marilyn Monroe y, en el caso de los italianos, con Sophia Loren –que es de la misma tierra que Paola–.

El cambio que marca en Italia su célebre concurso de belleza forma parte del proceso iniciado hace algún tiempo. Ya en el 2015 el fotógrafo de moda estadounidense Steven Meisel realizó el calendario Pirelli marcado por una sensualidad y erotismo «curvy». Y para el del año 2017, el gran fotógrafo Peter Lindbergh ha cambiado el registro y lanza un nuevo mensaje: belleza natural, sin cánones impuestos por las exigencias comerciales y sin retoques de «photoshop», para liberar así a las mujeres de lo que él llama «el terror de la perfección».

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