Begoña Gómez dosifica sus apariciones en su primer mes en La Moncloa

Desde que Pedro Sánchez fue investido presidente, su mujer ha asistido a dos actos benéficos

Begoña Gómez en el Museo del Ferrocarril, el pasado miércoles EFE
Ana Mellado

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Nunca ocultó su atracción por los focos , ni mostró el mínimo atisbo de timidez en un mundo ajeno para ella. Muy desenvuelta, abrió las puertas de su casa de Pozuelo a una cámara de televisión, concedió alguna entrevista y se paseó alegremente por los platós de los debates en los que intervenía su marido. Aquella Begoña Gómez , consorte del secretario general del PSOE, es una Begoña Gómez diferente a la de hoy, como esposa del presidente del Gobierno .

Durante la primera etapa, desde julio de 2014 a finales de octubre de 2016 , cuando Sánchez renunció a su escaño , Begoña rozó los límites del empacho y la sobreexposición. Cuando asistía a un mitín, incluso, anunciaban su llegada por megafonía. Aquella omnipresencia de la bilbaína suscitó muchas críticas en cierto sector del partido, que luego se volvió contra Sánchez.

Junto a la diseñadora Juana Martín EFE

Tras su desembarco en La Moncloa el 2 de junio, a Begoña le han aconsejado dosificar sus apariciones y sobre todo, vincularlas a alguna causa social. Como experta en marketing y captación de fondos para ONG, puede desempeñar un buen papel. En 37 días con su marido en la presidencia, la hemos visto en dos ocasiones. La primera, el 27 de junio en la sala Fortuny de Madrid, para respaldar la gala benéfica «África en la piel» , una iniciativa impulsada por el dermatólogo Pedro Jaén , buen amigo suyo y quien tratará a niños albinos en Tanzania con los fondos recaudados en esta fiesta. Con un «todo bien» despachó a la prensa que inquiría sobre su nueva vida.

La segunda aparición fue el pasado miércoles. La mujer de Pedro Sánchez se desplazó hasta el Museo del Ferrocarril para conocer la nueva colección de la diseñadora Juana Martín . La recaudación se destinará íntegramente a financiar una investigación contra el cáncer de mama liderada por el grupo GEICAM.

A las puertas de la sala Fortuni, en Madrid, el 27 de junio Belén Díaz

Esta vez se mostró un poco más locuaz ante los medios. Eso sí atajó con rotundidad las preguntas sobre su día a día en La Moncloa. «Hoy estamos aquí para apoyar la investigación contra el cáncer de mama. Creo que la investigación es lo importante y nada nos tiene que distraer de ello». La mujer de Pedro Sánchez posó junto a la diseñadora y el equipo de GEICAM, pero no satisfizo la demanda de los fotógrafos que pedían incesantemente la imagen de ella sola. «Somos un equipo» , zanjó rápidamente la nueva Gómez, rechazando por una vez el protagonismo.

Y aunque trata de enmendar los errores del pasado, seleccionando cuidadosamente sus apariciones, no parece que vaya a optar por un plano discreto . Cabe recordar que en España, la primera dama es la Reina y por tanto, no existe un papel específico para las mujeres de los presidentes. Cada una esboza el suyo.

En un extremo, Viri Fernández , la mujer de Mariano Rajoy, a la que apenas vimos. En el polo opuesto, Ana Botella , quien asistía a numerosas recepciones y al comienzo del verano, como si de la Familia Real se tratara, deleitaba con un posado junto a José María Aznar y sus hijos . En el punto medio, Sonsoles Espinosa , más preocupada por su carrera de soprano que por la política, pero que acompañaba a su marido José Luis Rodríguez Zapatero a algún acto.

Con dos apariciones en poco más de un mes en La Moncloa, parece que Begoña estará bastante presente pero con mesura . Nacida en Bilbao, hace no se sabe cuánto puesto que no le gusta decir su edad, lleva casada 12 años con Sánchez . Se crió en León, estudió marketing y trabaja para Inmark Europa.

A Sánchez l e conoció en una fiesta de cumpleaños de un amigo y en unos meses, él se mudo al piso en el que ella residía en el barrio de la Latina. En 2005 nació su primera hija, Ainhoa y un año después se casaron, en una ceremonia oficiada por Trinidad Jiménez . En 2007, llegó su segunda hija Carlota.

Begoña está muy unida a su padre, Sabiniano Gómez , cuestionado por sus oscuros negocios como la famosa sauna, Sala Adán, en el centro de Madrid, de la que se desprendió en 2012.

Ahora se le abre un nuevo camino , en el que tendrá que dejarse asesorar para trabajar en una agenda más acorde a su posición actual.

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