Bailaores del show

En las teles de corrala van a arrastrar a Rafael Amargo como a un friki de trimestre

Farruquito en 2005 Reuters

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A veces el bailaor se sale a taconear lejos del oficio, y los papeles del arte no lo acogen sino más bien los papeles de la sorpresa, o el susto. Eso, o directamente los papeles de sucesos. Mientras escribo, está detenido Rafael Amargo por causas vinculadas a la droga. En las teles de corrala lo van a arrastrar como a un friki de trimestre.

Amargo viene siendo un chico de dar muchas novedades de jaleo, entre el alegrón verbal y el exotismo sexual. Antonio Canales , también bailaor y también figura de excesos , nos dio por rachas algunos episodios que alborotaban las peluquerías, porque en algún momento se fue con un amigo a la playa, con ajuar de lujuria, y un paparazzi los inmortalizó no haciendo coreografías de Lorca , precisamente. Canales, algún día, se declaró extraviado por los precipicios siniestros de la existencia, y Amargo se ha declarado bisexual con una insistencia que acaso ya debiera aburrirnos.

Antonio Canales Ángel de Antonio

Le hice una entrevista hace años, para acompañar un estruendoso reportaje de desnudo, y me dijo que él era un «promiscuo emocional», y que se enamoraba a menudo, «unas veces por capricho y otras por placer». Amargo gusta mucho de hacer coreografías de provocación , más allá de la coreografía propiamente dicha, que es lo suyo, desde niño.

Farruquito , otra de las leyendas del gremio, mandó a la tumba a un particular usando de arma homicida un BMW de spot, allá por el lejano septiembre de hace más de quince años. El caso fue también un show, si ustedes recuerdan, y el bailaor estuvo mucho rato de animador a su pesar de las corralas de las telerrosas, que a rachas tienen un poco o un mucho de sucursal alegre, improvisada y palabrona de patio de cárcel, entre la salsa rosa y la salsa obscena. A Farruquito le cayeron tres años, y cumplió. A nadie se le escapa que aquel episodio lamentable y vergonzoso de Farruquito no le hizo ningún favor a su figura pública, que cotizaba en todos los tablaos del mapa y en las revistas de guapos internacionales.

En todo caso, nunca es atinado confundir al artista con la persona . Una cosa es la ley, o la polémica, y otra cosa la bulería con tacones. Farruquito, Canales o Amargo han vivido a bordo de polémicas diversas, pero han sido y son unos talentos del baile, unos rebeldes del vértigo, unos albaceas del arrebato. Joaquín Cortés , en medio de todos, como un macho con alas, barajó novias como barajaba bulerías, aunque nunca dejamos de verle un fondo de apolo solitario de Córdoba, tan novio de sí mismo.

El flamenco es un arte sufrido. A veces, la fama echa sombra o despiste sobre la grandeza de algunos artistas de vocación de peligros. Los citados no sólo auparon sus facultades de solistas, sino que formaron compañía propia, durante años, y con muy firmes afanes difíciles. Se jugaron los dineros propios . Los bailaron. Y ese show sí es un show de abismos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación