Los amores extranjeros

Sin hacer remota hemeroteca, el amor extranjero viene de Sara Montiel, que casó con Anthony Mann, allá en los primeros años sesenta

Richard Gere y Alejandra Silva en Madrid EFE

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El amor de español, o española, con extranjero o extranjera , es un vínculo de tradición, y exotismo, desde que la fama es la fama. Sin hacer remota hemeroteca, el amor extranjero viene de Sara Montiel , que casó con Anthony Mann , allá en los primeros años sesenta, y ahora llega hasta Vicky Martín Berrocal , que se muda a Lisboa, porque allí reside el hombre de su futuro.

Los amores extranjeros suelen asomar vitola de cierto prestigio, aunque a veces salen como salen, ahí tenemos a Carmen Cervera , que un día tuvo de novio al vivales de Espartaco Santoni , un venezolano rumbero, bígamo en medio secreto, y luego fue novia y esposa y bálsamo y embeleso de Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza , un señor del arte con vitola, que viene a ser lo contrario al anterior. Carmen, al final, es una viuda de arte, y un arte de viuda, que tiene museo propio.

Otro ejemplo de oro a propósito de soberbios amores con mitad extranjera es la pareja de Elena Ochoa y el incalculable Norman Foster . El amor extranjero a veces sale tirando más bien a amorío, como cuando Joaquín Cortés ligó a la reina de las modelos, Naomi Campbell , y brilló de apolo planetario y gitano. Naomi Campbell fue, y aún es, un monumento de negra fastuosa, y ha hecho de su biografía un ajetreo de famosa de portada, vestida o sin vestir, y una página de chica de mala leche, con juzgados y sin juzgados. Joaquín le alborotó el corazón rebelde, allá en los 90, y Naomi pilló un cabreo de película, cuando voló la felicidad porque Joaquín regresó a la bulería de la soltería.

Elsa Pataky y Chris Hemsworth en el País Vasco REDES

Nunca hemos reconocido con énfasis suficiente el caso de Eduardo Cruz . Eduardo es músico, y la cara macho del clan Cruz, con Penélope y Mónica en la copa. Eduardo anduvo en amores con Eva Longoria , hace casi una década, y durante un año. A mí aquel romance me emocionó mucho, porque enamorar a Eva Longoria es como poner una pica de excelencia en el Flandes de las guapas del Hollywood cinco estrellas, que sólo suelen mirar al prota de la peli, o a un millonario de la NBA.

Salvajes con Chanel

Más cerca nos queda el matrimonio de Elsa Pataky , que es esposa de un Conan de postal, Chris Hemsworth . Elsa y Chris componen una pareja de película de playa, pero la película la cumplen en la vida misma, porque viven en Byron Bay, en Australia, como unos salvajes que usan Chanel. Pataky es una chica de hermosuras que ganó en el amor a un extranjero de poderío, como Alejandra Silva , que es el amor en curso de Richard Gere . Alejandra es madrileña, con raíces gallegas, y ya traído por aquí a Gere, que es un simpático que se hubiera escapado del propio spot de su fama mundial. Otra española, Hilaria Thomas , enamoró a un actor, Alex Baldwin , y otra todavía, Ariadna Gil es la compañía de felicidad de un portento de talento, Viggo Mortensen .

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